Çantamarta son 2 músicos españoles y otro medio venezolano medio colombiano. El resultado de este trío es un cruce de fronteras musicales y culturales que representa a la nueva música latina. Luna es su nueva canción junto a Irepelusa.

Çantamarta son Luis, Beni y Omar. Luis nace en Caracas hace 27 años y se cría entre Venezuela y Colombia. Benito , de 26 años, nace en Granada. Y Omar, de años, en Sant Adriá de Besós (Barcelona), aunque se crió toda su vida en Cabra, Córdoba. El trío combina diferentes r&b, neo-soul, hip hop y house con la influencia de elementos culturales y musicales del caribe latinoamericano. Aunque han ido publicando diferentes singles, no ha sido hasta el año 2021 que publicaron su primer EP “Amapolas”. Ahora publican “Luna” con la venezolana Irepelusa, que también ha colaborado con gente como Lasser.

Çantamarta, un cruce de fronteras musicales y culturalesÇantamarta (@santamarta._)

Luis Lozano, Beni Casado y Omar Molina nos hablan en esta entrevista de su proyecto musical conjunto: Çantarmarta

Çantarmarta son un trío bastante atípico del panorama musical. Excelentes músicos, con colaboraciones muy interesantes con gente como Rusowsky, una buena fanbase y reproducciones. Están en el ojo del huracán.

¿Cómo nació la colaboración entre Çantamara e Irepelusa para la canción Luna?

De una forma muy casual y natural. Comenzó ella a desarrollar la lírica durante el confinamiento, junto a dos raperos venezolanos: Willie Deville y Veztalone, con la idea de hacer algo que inspirara a un antiguo bolero, y a los pocos días dejó su parte cerrada (Estrofa y Estribillo) con la ayuda del artista Noreh, venezolano también. Al tener esto pensó que nosotros teníamos que entrar en ese tema, ya que habíamos colaborado antes con ella y Veztalone, en Lluvia remix. Nos hizo llegar la demo, y nos voló la cabeza, ahí le añadimos nuestra estrofa al tema y no es hasta un año después que hacemos toda la composición musical que rodea el tema y la producción del mismo.

¿Cómo habéis trabajado y compuesto el tema?

Al estar separados todo ha sido vía online, estar pasándonos ideas, referencias, versiones del tema etc. Así hasta llegar a un punto intermedio, dónde todos nos sentíamos cómodos y estábamos contentos con el resultado. Si es verdad, que el tema tuvo un momento de bloqueo creativo, ya que teníamos la composición lirical completa, los toplines, pausas y ritmo pero nos faltaba hacerle la producción, ya que la primera demo nos la mandaron sobre un type beat de referencia y teníamos el oído hecho a esa estructura y melodía. No es hasta una sesión que tuvimos con el gran productor Roberto Zulo, con el cuál hemos colaborado en más temas, grabamos las guitarras que son el elemento principal del tema y construimos los cimientos de la produ, que más tarde, después de ese proceso de ida-vuelta y revisiones vía internet, dimos por finalizada.

¿Por qué con Irepelusa?

Colaborar tanto con ella como con todo el colectivo de Lacosta en Venezuela será algo muy recurrente dentro de nuestro proyecto, ya que sentimos propuestas muy afines a la nuestra y hemos entablado lazos muy importantes con todos ellxs, además con Ire ya habíamos trabajado previamente y es realmente fácil trabajar con ella.

¿Qué os gusta de ella como artista?

Se pueden destacar muchísimos puntos dentro de todo lo que hace y cómo lo hace, pero algo que admiramos mucho de ella es su versatilidad, la puedes escuchar montada sobre muchísimos tipos de ritmos y en todos ellos sonará bien, además, posee mucha personalidad, y le da un matiz propio y único a todo lo que hace.

Çantamarta: “Hemos sido estudiantes, aún algunos seguimos en ello y estamos actualmente incorporándonos de la mejor manera posible al mercado laboral, sin morir en el intento. Para los tres está clarísimo que poder vivir de lo que realmente amamos que es la música, sería maravilloso, pero también está clarísimo que Roma no se construyó en dos días. Somos bien chéveres pero desiguales.”

¿Por qué un título como “Luna” para este nuevo tema?

Después de la composición, y de tener ese estribillo con el ‘Luuunaaa luuunaaaa’ creo que hubiese sido muy difícil que el tema se hubiera llamado de cualquier otra forma. Aparte de eso, es una palabra que engloba muy bien el concepto de la obra.

Çantamarta es un trío musical que nace fruto de la diáspora latina, andaluces / caraqueños, pero, ¿cómo surgió la chispa para fundar este proyecto musical? Explicáis que estudiabais juntos.

Para hacerlo de forma resumida: En Septiembre 2015, Benito y Omar se conocen en la universidad, en Málaga, estudian ingeniería de sonido en la misma clase, los dos tienen gustos similares, les gusta producir y entablan una amistad. El segundo año de carrera Beni invita a Omar a pasar un fin de semana en su Granada natal en verano de 2017 y es allí en un paseo nocturno dónde se encuentran,  por la plaza Alonso Cano en la catedral, a un chico tocando en la calle, este chico era Luislo y después de la actuación, entablaron conversación ya que se habían sentido muy inspirados por lo que acababan de escuchar, y es así como nos conocimos dos andaluces y un caraqueño, por puras casualidades de la vida.

Çantamarta, un cruce de fronteras musicales y culturalesÇantamarta (@santamarta._)

¿Por qué un trío? ¿Seguís este formato en directo?

El cómo fue surgiendo el proyecto de por sí y la forma de crear, fue dándose de manera natural con los tres envueltos de una forma u otra en el proyecto. Para el directo, en principio vamos nosotros tres (Benito = Bajo , Guitarra ; Luislo = Voz, Guitarra; Omar= Percusión y secuencias desde el Pc) aunque tenemos la gran suerte de tener muchos amigos músicos que se suman al proyecto dependiendo del escenario y las condiciones, y hemos llegado a dar bolos con hasta 6 músicos. El próximo día 7 de Abril tenemos concierto en Madrid en sala Sol y llegaremos allí con un formato muy interesante, acompañados de amigos y algún artista invitado.

Çantamarta, un cruce de fronteras musicales y culturalesÇantamarta (@santamarta._) Fotografía @delacruzpedregal

Luis tuvo que mudarse de Venezuela a España, ¿cómo fue ese proceso?

Fue un proceso complicado y también sumado a muchas cosas fortuitas. Estudiaba en la universidad pública de Caracas y tras el inicio de las protestas del 2014, la crisis política y económica del país, trajo consigo un panorama tan violento que por largos períodos de tiempo era imposible impartir clases. Las facultades cerraron por huelgas de trabajadores, profesores o alumnado. Mi centro de estudios, la Universidad Central de Venezuela, ubicada en el centro de Caracas, fue en varias ocasiones el foco de fuertes enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales, los “colectivos” (una especie de brigada paramilitar) y estudiantes. En resumen, esto, más lo cada vez más difícil que se hacía mantenerse en la rutina del país, me hizo considerar salir del país, aunque reconozco que no fue una idea que entretuve mucho porque no teníamos los medios económicos para siquiera plantearlo. Sin embargo, a través de una amistad, me comentaron de presentar la prueba de Selectividad para España y que de sacar una buena nota podría aplicar para estudiar aquí y si te lo montabas bien, era muy probable pedir ayudas de estudio como por ejemplo, no pagar el cien por cien de la matrícula anual.

Tras prepararme para la prueba en complicidad con el apoyo de mi madre, quien era la única que lo sabía en casa para entonces, logré presentar el examen y a las semanas me encuentro con una nota bastante decente como para aplicar a universidades de aquí. Evaluando opciones y destinos, por recomendaciones escojo Granada, lugar que parecía recoger tanto por el costo del nivel de vida como por su ambiente universitario un sitio chévere al cual llegar. Y así fue. Fue igual un periplo, porque por motivos económicos me negaron la visa en el Consulado español, pero moviendo fichas pudimos contar con la suerte de que nos diesen el sí. A la semana de esa concesión ya estaba por tierras andaluzas. Todo pasó muy rápido. Pasé de sentir que no me iría a ningún lado a estar siete días después en Barajas perdido.

¿Te sentiste bien acogido al llegar y adaptarte?

Todo comienzo es rudo, y más cuando llegas a buscarte la vida a un lugar en el que nunca has estado previamente. Sin embargo, Granada tenía un ambiente general muy acogedor y eso siempre lo voy a agradecer. Claro que habían diferencias importantes respecto a muchas vainas, pero uno también asume que es un proceso de adaptación y no es algo de un día para otro que te vas a sentir “dentro”. Conocí gente chévere tanto en los trabajos que tuve como en la universidad. Gente buena hay en todos lados. Obviamente esto no obvia el hecho de que dependiendo de por dónde te movieses fuese posible encontrarte a personas que no son precisamente muy adeptas a la presencia de personas extranjeras o diferentes a ellas en sus localidades. Y claro que he vivido mi cuota de situaciones incómodas o de rechazo, pero todo forma parte del camino. No hay de otra sino guapear. Siempre me mantuve en contacto con mi familia tanto en Colombia como Venezuela y eso ayudó mucho. Me acompañaba también mi pareja aquí, lo cual es un apoyo clave en momentos de migración. Este camino tiene sus momentos, pero cuando te juntas con gente valiosa, se hace más llevadero.

¿Cómo empezó la carrera musical de cada uno de vosotros?

Luislo: Creo que no podría hablar de carrera musical hasta que no se comienza a formalizar nuestro andar como Çantamarta (mediados del 2020) pero mucho de esto lo atribuyo a que una de mis principales vías de sustento económico en Granada pasaba por tocar la guitarra en la calle, principalmente en los alrededores de la Catedral y la plaza Alonso Cano. Esto te da mucho, aprendes bastante de cómo es la interacción con un público que no está ahí por ti, sino que al contrario tienes que intentar convencer de que se detengan un rato a disfrutar de lo que haces y si hay suerte, te sueltan unas lucas (dinero) jajaja.

Çantamarta, un cruce de fronteras musicales y culturales Luis de Çantamarta (@santamarta._) Fotografía @delacruzpedregal

Benito Aka Im Married: Disfruto mucho produciendo, tocando el bajo, la guitarra y sobretodo haciendo ruido. Empecé a tocar con 10 años, me inicié con una guitarra que le regalaron a mi hermana mayor por su cumple. Después de trastear varias semanas, fue mi compi durante mucho tiempo en las clases de flamenco a las que me apuntó mi familia. Después de varios años aprendiendo lo fundamental, se despertó mi lado rockero y me pasé a la guitarra eléctrica. Al intentar hacerme bases para tocar encima y grabarme, conocí el mundo del looping, sampling y la producción (la cual se convertiría en mi pasión). Encontré una motivación enorme en el nexo del sonido y la tecnología. Haciendo controladores midi caseros con los que pinchaba de DJ o produciendo remixes de canciones que me encantaban. Cuando nos conocimos se entrelazaron las facetas de la producción con la de músico siendo una manera super nutritiva de seguir descubriendo y creando cosas bonitas.

Omar Aka White as Chocolate: Yo comienzo realmente a interesarme por todo por un curso que di en 2º de la ESO de Virtual Dj, y me voló la cabeza y me enfrike como un loco a pinchar, ese mismo verano con 12 años ya estaba pinchando en la feria de mi pueblo y desde ahí fui desarrollando una curiosidad por la música y los ritmos muy fuertes que me han acompañado hasta hoy. Cómo a los 14 o 15 años descubrí el maravilloso mundo de la producción musical y subía mis temas a YT y Soundcloud y era el más feliz del mundo con eso. Años más tarde, comencé a producir y hacer beats para otros artistas, pero no es hasta que no comenzamos con el proyecto de Çantamarta que no va adquiriendo sentido todo y vas siento de manera más profesional aquello que te divertía y hacías como un hobby.

Çantamarta, un cruce de fronteras musicales y culturalesÇantamarta (@santamarta._)

Una cosa es empezar entre tres amigos y otra es decidir profesionalizar el proyecto, ¿cómo disteis el paso?

Quizás para cuando sucedió todavía no nos estábamos dando cuenta de ello, porque fue una mezcla entre pequeñas acciones muy seguidas unas de otras. Un primer paso fue la firma con el Publishing de Universal Spain, porque le suma una formalidad a lo que estás haciendo. Sin embargo, y aunque aún nos queda bastante por aprender y seguir creciendo, siempre hemos valorado el hecho de que al menos el producto musical nos lo hemos tomado con la seriedad que se merece.

A la hora de trabajar, ¿cómo lo hacéis? ¿Cómo os organizáis el trabajo?

Nos encanta trabajar juntos en total sintonía, sin embargo las labores donde cada uno destaca son relativamente claras. Omar y Beni tienen el control de las DAWs (programas de producción musical como Ableton, Logic o Pro Tools) y eso se nota mucho en nuestros temas, sobre todo por el amplio conocimiento que ambos tienen de música electrónica y sus diferentes géneros. Luego a nivel instrumental, Omar tiene una afinidad por la percusión bastante notoria, mientras Benito es un guitarrista fenómenal, con una escuela flamenca que se percibe al momento en que marca un acorde. También se desempeña con el bajo, donde saca a relucir sus dotes funky sin temor alguno jaja. Yo (luislo) aparte del canto, comparto labores de guitarra con Benito y también toco el ‘cuatro llanero’, un instrumento de mi tierra que es divino y siempre suma a nuestras producciones. Luego a nivel de composición mi fuerte está en el desarrollo de las letras, conceptos y melodías.

Y cuando componéis un tema, ¿primero la base musical, después la letra o al revés?

Esto se complementa con lo anterior. Nos encanta jammear y aunque cualquier opción nos resulta interesante (bien letra primero y después melodía o al revés), muchos de nuestros temas parten de la improvisación. De acuerdo a lo que transmita una rueda o progresión de acordes, desarrollamos el concepto de lo que luego va a hablar la canción. Es quizás lo que más nos encanta de estar juntos, dar rienda suelta al entendimiento que entre los tres tenemos.

Sois un trío musical bastante atípico y no hay muchos proyectos como el vuestro en España, ¿cómo os sentís con esto?

Es muy curioso en realidad. Tampoco nos hemos detenido a pensar mucho en esto, tenemos que admitir. Pero sí que nos parece una cosa bonita. España es un país con una gran heterogeneidad y no tenemos ninguna duda que encuentros como los nuestros son más comunes de lo que se cree. Lo importante de apoyar propuestas nuevas pasa por disfrutar conexiones que aporten algo nuevo o que sin ser precisamente novedoso, sea fresco y sincero. Es algo que nos honra mucho, por la naturaleza del grupo, también nos consideran parte de la movida venezolana y colombiana. Eso es hermoso, compartir tres escenas con gente tan diversa es una responsabilidad pero también algo a celebrar. Y la“industria” de España creemos que tiene el deber de apuntar, de manera genuina y no superficial, a brindar plataformas a la diversidad artística que se cuece en sus pueblos y ciudades, no “una voz” porque ya la tiene, pero sí sentar el terreno para que propuestas particulares se hagan sonar y digan lo que tengan que decir. Al final, de eso va esta vaina. Todos queremos decir algo.

Çantamarta es una combinación de diferentes estilos musicales, diferentes culturas y bagajes, ¿cómo trasladáis estos diferentes background a vuestra música?

Con la pregunta creo que lo has definido super bien, Çantamarta al fin y al cabo somos 3 personas, cada uno diferente del otro con diferentes influencias que se ven reflejadas en nuestra música. Un proyecto pasa por cada una de nuestras manos y en repetidas ocasiones hasta que ve la luz, en ese transcurso el proyecto va mutando y adquiriendo una personalidad en concreto, a la vez en ese proceso cada quién va filtrando y pasando por su prisma e influencias lo que le va transmitiendo el track, de ahí que al final sea un mejunje de todo lo que hemos mamado desde chicos y de las influencias que nos acompañan.

Çantamarta, un cruce de fronteras musicales y culturalesÇantamarta (@santamarta._)

Estamos en un momento en el que la música urbana inunda todo. Sin embargo, ¿sentís que un proyecto como Çantamarta está bien entendido en la escena musical española?

La verdad que sentimos que el concepto de música urbana va teniendo cada vez menos sentido, al fin y al cabo todo de una manera u otra se mezcla con todo, y si nos ponemos estrictos pues Mozart hacía música urbana porque al fin y al cabo hacía música en la urbe, en la ciudad. El seguir catalogando la música en géneros hoy día, aunque sea una obviedad para algunos, es innecesario ya que te puedes perder muchos matices de esta por intentar que encaje en un nicho en concreto. Nosotros realmente hacemos la música que queremos hacer y la que nos gusta, disfrutamos del proceso y no nos ponemos limitaciones. Estamos realmente agradecidos por cómo la gente recibe nuestra propuesta y son conscientes de que pueden esperar cualquier cosa de nosotros y eso es lo que nos gusta. También, dentro de la industria española, se ha recibido nuestra propuesta de muy buena manera, inclusive haciendo un gran uso de jerga venezolana/colombiana en nuestras letras la gente se la vacila de igual forma, y genera curiosidad e inquietud el saber que estamos diciendo y es bello el obtener ese interés por parte del oyente.

Para quien no os conozca, ¿en qué consiste Çantamarta?

Creo que quien no nos conozca, va a encontrar en nosotros algo fresco a sus oídos, ya que, Çantamarta es un punto de encuentro y es un puente entre Latinoamérica y Europa, quitando todo eso tan literario, también se podría resumir en que al final del día, Çantamarta consiste en Luchito, Beni y Omi y es ese sueño, ese proyecto que se está construyendo de a poquito, con mucho amor y responsabilidad.

Definid a Çantamarta en tres palabras.

Citando al gran profeta, Austin Santos: Sentimiento, Elegancia y Maldad.

Habéis colaborado con gente como Rusowsky, ¿cómo nació este feat?

Nosotros éramos grandes fans de su trabajo previamente a conocernos (a día de hoy seguimos siendo fans) y la verdad que teníamos muchas ganas de trabajar en el estudio con él. Es ya en una sesión de la editorial dónde nos conocemos y todo fué tal y cómo lo habíamos imaginado, una sesión muy amena y dinámica. Sentíamos mucha complicidad, al fin y al cabo fué como encontrar a otro loquito de la música que hace lo mismo que nosotros y la vive de manera similar, además de un pedazo de músico. La sesión empezó grabando los 4 palmas cómo por media hora y acabo haciendo la parte de cumbia loca de Liit y esos coros cómo de niños al final, fué super divertido.

¿Con quién os gustaría colaborar o trabajar?

Bad Gyal, Akapellah, Raphael y Binomio de Oro.

¿Qué música estáis escuchando ahora mismo?

Sonocardiogram, el disco al completo de Daymé Arocena.

¿Planes para 2022?

Estamos preparando muchísimo contenido, tanto de sencillos como de colaboraciones y trabajando en un futuro álbum de Çantamarta que es algo que nos hace especial ilusión. Lo que más queremos para este año son conciertos, y poder disfrutar del calor del público en vivo. También, estamos con la vista puesta en poder ir a Latinoamérica a girar, eso quizá no se de este año, pero llegará el momento.