Sound Isidro celebra su décimo aniversario apostando por la mejor música nacional e internacional. 10 años, 111 artistas de 12 países diferentes, durante dos meses, podrás disfrutar de los directos en las salas más in de Madrid
Sound Isidro se ha convertido en uno de los festivales imprescindibles de la escena madrileña. Es cierto que, por suerte o por desgracia, la ciudad de Madrid no cuenta con festivales icónicos que sean imprescindibles a lo largo de cada año. Por suerte, Sound Isidro, contra todo pronóstico, se ha convertido en ese tipo de festival. Desde abril hasta mayo, los mejores artistas nacionales e internacionales pasarán por el centro de la capital. Así, la ciudad se convierte en el escenario de 111 conciertos.
En la imagen superior, la cantante catalana rebe
El tiempo pasa y cumplir diez años en un festival que se hace en el centro de la capital, no es nada fácil. Alan Queipo, uno de los directores y fundadores, nos hace un repaso de cómo ha ido esta primera década
Diez años de Sound Isidro, ¿cuál es vuestra reflexión tras estos diez años?
¡Que estamos vivos de milagro! Ha sido una década de muchísimos cambios en la industria, en la escena musical en general, en la política de salas en particular… y aún estamos aquí, reinventándonos año a año.
Si no nos ilusionara seguir programando conciertos sería imposible hacer un festival como Sound Isidro, que este año, por ejemplo, tenemos más de 100 artistas repartidos en más de 80 eventos diferentes en más de 20 salas de la ciudad de Madrid.
Esto nos mantiene constantemente pendientes de lo que está pasando y, sobre todo, de lo que está a punto de pasar.
10 años, con la que está cayendo, no se cumplen todos los días en el mundo festivalero (@sound_isidro)
A lo largo de esta década la industria ha cambiado mucho, pandemias y festivales han venido y han ido… ¿Por qué creéis que Sound Isidro se ha mantenido en pie? ¿Cuál es la clave de Sound Isidro?
Creemos que seguimos siendo necesarios. Más allá que este sea nuestro trabajo, está claro que desde el festival no medimos todas las apuestas que hacemos desde un punto de vista mercado técnico.
Cada año apostamos por artistas que nunca se han medido a salas de conciertos, tratamos de identificar cuáles son las tendencias que están consumiendo los más jóvenes, pero también creamos una convivencia muy sana con artistas con un target de público más mayor.
No es muy habitual ver en un festival o en un ciclo de salas, a la vez, a artistas como Lisabö y nusar3000, a Cecilio G y Kristin Hersh, a Dano y A Place to Bury Strangers, a Bb trickz y Chancha Vía Circuito. Somos de los pocos que generamos esas convivencias musicales.
¿Y en qué se diferencia este festival de otros?
El lema de Sound Isidro siempre ha sido “no es un festival: es otra cosa”; y creo que por ahí van las claves de lo que es Sound Isidro.
Es un festival o un ciclo, pero sobre todo es una especie de microclima que durante dos meses (este año más de dos meses, incluso) se genera en el circuito de salas madrileñas en donde pasan artistas de los géneros y generaciones más diversas, justo en una temporada atravesada por fiestas populares gratuitas (desde las Fiestas del 2 de Mayo a las de San Isidro) y los primeros festivales de la temporada.
Creemos que siempre ha habido una identidad de resistencia, de apostar por el espacio en donde nace la música en directo, que son las salas, que es algo que parece un ejercicio a la contra en los tiempos que vivimos, pero absolutamente necesario para la supervivencia de la música en directo.
En este tiempo, ¿qué es lo mejor que os ha pasado como festi/organización? ¿Y lo peor?
Lo mejor es que tanto al mirar hacia atrás como hacia adelante vemos que han pasado una serie de artistas que se han convertido en referentes generacionales. Tanto shows internacionales épicos como el de King Gizzard & the Lizard Wizard como recordar que fuimos de los primeros en programar en Madrid.
En salas de 100 personas, a artistas como Carolina Durante, Baiuca, Sen Senra, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, María José Llergo, La Élite, Cala Vento, Toundra, Cupido, La Paloma, Shego, Novedades Carminha, Parquesvr, Cupido, Mujeres, Los Estanques, Samuraï, Bala…
Momentos malos ha habido varios y seguro que quedarán otros por venir; pero posiblemente el momento del inicio de la pandemia en 2020, en el que tuvimos que cancelar una edición para la que faltaba apenas un mes para comenzar, nos obligó a estar un año parados, con una serie de gastos muy difíciles de asumir.
Pero incluso eso nos animó a pensar diferente: pusimos en marcha otro ciclo hermano llamado MAZO Madriz durante el invierno de 2020-2021 que ahora es una referencia.
E incluso en 2021 fuimos de los primeros en abrir algunas salas que llevaban más de un año cerradas, haciendo una programación segura, con sillas, pero con un cartel de artistas nacionales muy interesante.
¿Qué banda es la que más os ha gustado haber traído? ¿La banda soñada?
Realmente lo que más nos gusta es adelantarnos a determinadas movidas. Lo que comentábamos más arriba: ser de los primeros en programar a artistas que prácticamente no existían y que hoy o son fenómenos de masas o artistas muy establecidos en el circuito nacional e internacional es algo único.
Si tenemos que mencionar shows internacionales que creemos que hayan marcado al festival, creemos que los de King Gizzard & the Lizard Wizard, June of 44, Animal Collective, Lee Fields & the Expressions, Son Rompe Pera, Sleaford Mods, !!!, Babasónicos, Linn da Quebrada, The Get Up Kids o Los Espíritus; y uniones curiosas como las de Nicola Cruz y Onda Vaga cuando estaban empezando.
La “Bandada” que crearon RufusT. Firefly y Havalina; el espectacular concierto de presentación de Maria Arnal i Marcel Bagés; la celebración de los 10 años del “Sintética” de Nudozurdo; el regreso de Fermín Muguruza tras muchísimos años sin poder tocar en Madrid; el bolazo el Capullo de Jerez… es incontable.
¿Qué podéis contarnos de este cartel de 2024? ¿Las bandas favoritas?
Pues que es el décimo aniversario, como hemos dicho antes, y será muy especial. No solo porque es el año que probablemente más tiempo estemos haciendo conciertos (arrancamos el 4 de abril y acabamos casi a finales de junio: casi tres meses), sino también el que más artistas tenemos (más de 110, a los que es probable que se sume alguno más) de doce países diferentes. Seguimos programando en salas de aforos que van de 80 personas hasta 2.200, con lo que hay cosas de todo tipo.
Hay desde metalcore hasta reggaetón, artistas que apenas cumplieron 18 años hasta peña más talludita. Y aún no podemos decir mucho, pero estamos preparando algunas cosas especiales para conmemorar el décimo aniversario que anunciaremos de una manera un poco críptica. Aún estamos tratando de sacarlo adelante, peor todo indica que lo podremos hacer.
En este 2024, ¿sigue la esencia del festival y de las bandas?
Sí, esa apuesta por las cosas que identificamos que pueden ser referencia de la música contemporánea y aquellos que son artistas establecidos pero que muchas veces no tienen hueco en determinado tipo de festivales siguen siendo un poco la marca de agua del festival.
¿Qué tienen estas bandas para ser Sound Isidro?
Tienen el compromiso de querer tocar en una sala. Representan de una manera u otra la idiosincrasia del festival: hacer algo que rompe con el canon homogéneo de determinadas propuestas del pop alternativo estatal. O bien son artistas establecidos con una propuesta lo suficientemente sólida y transversal como para no sentirse bichos raros en nuestro cartel.
111 artistas para celebrar el décimo aniversario del festival Sound Isidro en Madrid
La escena de los festivales está más floja que nunca, grandes formatos están cambiando, no venden abonos o ya no funcionan, ¿qué opináis de esto? ¿Cómo veis el futuro de los festis?
No es nuestra guerra, en realidad. El mercado va cambiando, la transformación de los festivales y la homogeneización de los carteles hace que todos compitan prácticamente por el mismo perfil de usuario, y en esa batalla, algunos se quedan en la estacada.
No es algo que nos preocupe personalmente porque nuestro objetivo está en desarrollar a los artistas en salas; pero sí es que es un panorama un poco desolador ver carteles fotocopiados y con cada vez menos slots para artistas nuevos que tienen mucho que decir y que incluso tienen capacidad de llegada a nuevos públicos.
Muchos festivales están muy acomodados porque tienen un target fiel al que conocen a la perfección, pero si no son capaces de renovarse a tiempo, no les vemos mucho futuro.
¿Por qué alguien debería pasarse por Sound Isidro?
Porque, como decíamos antes, Sound Isidro no es un festival: es otra cosa.
