CASA EN EL BOSQUE
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CASA EN EL BOSQUE

Una vivienda unifamiliar que se acabó de construir en el 2009, con un área total construida de 650 metros cuadrados ubicada en el Valle de Bravo en México.
Está diseñada por los arquitectos Jorge Covarrubias y Benjamín González Henze del estudio de arquitectura Parque Humano. En este proyecto también participan  Omar Martínez y Isaías López. El diseño de interiores lo firman también el propio estudio de arquitectura.

El espacio incluye Sala, comedor, cocina, estudio, 2 dormitorios, piscina, estacionamiento y zona de servicios. Enclavada en valle del Bravo donde la temperatura alcanza una máxima de 33°C en verano  y una minima -2°C en invierno. La vista hacia el sur es la reserva ecológica  de Cerro Gordo y el lago de Avándaro.

Jorge y Benjamín nos explican el concepto de esta vivienda:

“Para la concepción de esta vivienda, nos hemos planteado  la pregunta de si somos capaces de construir (sin hablar de ahorros de energía, sustentabilidad y ecología) una conexión con el entorno que mediante su impacto  y experiencia, genere una conciencia de respeto por la naturaleza. Así, hemos aprovechado al máximo la pendiente del terreno para lograr una conexión visual a diferentes alturas con los árboles existentes   al igual que con el entorno inmediato (montañas y lago).
La traza volumétrica del edificio se adapta al arbolado existente, dando 3 pabellones totalmente rodeados de bosque, mismos que nos marcan la pauta para acomodar el programa (áreas publicas – pabellón 1, áreas privadas – pabellón 2 y alberca en pabellón 3).

La continuidad entre el entorno natural y edificio es acentuada por el sistema estructural, hecho a base de marcos metálicos del proyecto. La cancelaría (también estructural), asemeja una abstracción de las sombras que se generan en los patios de pinos del convento del Desierto de los Leones.
Para el control de la temperatura, hemos levantado los pabellones existentes sobre basamentos de piedra del lugar y cubierto la cancelaría con louvers de madera, mismos que ayudan a responder a las variaciones climáticas de una manera bella y sencilla. Así, el edificio es modificable dependiendo de la época del año y la intimidad de los espacios.
La envoltura de la casa, fue evolucionando progresivamente para adaptarse al contexto de la zona, la decisión final de losetas de barro horneado da la apariencia de las casas hechas a base de tejamanil que encontramos en la arquitectura rural de la zona,  además,  su reacción al clima existente, hace que el material cambie constantemente dependiendo de la humedad de la época. “

Fotografías de Paúl Rivera, ArchPhoto.