“Ya estás tardando en ir” es lo único que se me ocurre cuando alguien me dice que no conoce el Collonut. Su nombre no defrauda, porque aquí dentro todo es cojonudo, no os miento, los chicos detrás de la barra, los quesos de las vitrinas sobrevolados por bien de embutidos, los vinos dentro de las copas, los vermús entre los hielos, las croquetas, las bravas, la tortilla de patatas, el guiso de albóndigas, el de rabo de toro, los choricillos a la sidra. Mirad, si es que están buenas hasta las aceitunas. ¡Ay, lo que os voy a contar!

Foto superior: tapas de mejillones, sobrasada con miel, pan de coca con sardina ahumada, bombas y panceta del Collonut

Aquí los amantes de los encurtidos tendrán la fiesta montada desde el inicio con el tal despliegue de banderillas: de alcachofa, pulpo y aceituna, de aceitunas negras y chipirón con salsa española, de aceituna, pimiento del piquillo y atún escabechado. Y también gildas, claro. No te darás cuenta y estaréis jugando al mikado.

En el Collonut sirven unas bravas estilo chips gruesas, con un alioli suave para no empañar el vino que estés bebiendo, y una salsa de ñoras la mar de rica. ¿Unos mejillones escabechados para acompañar? ¡Venga! Tampoco te puedes perder sus tablas de quesos, la mayoría nacionales, escogidos, riquísimos. La carta te informa con detalle, pero nunca está de más preguntar quién es quién. Sugerencia: el payoyo, que se ha hecho omnipresente en la ciudad, aquí está para pedir doble ración.  

Tapas de tortilla, rabo de toro, bravas y croquetas en el Collonut de Barcelona

El Collonut no está en el centro, está en La Sagrera, pero la verdad es que ni se tarda tanto en llegar (10 minutos en metro) y que además esto es una ventaja: precios más moderados que en el meollo vermutero y una terraza tranquila, amplia, cómoda, para que disfrutes de verdad de todo lo que hay, que no es poco. Te sigo contando.

Tampoco dudes ni un momento en lanzarte a por sus croquetas. Las recomendé el Día Internacional de la Croqueta como unas de las 5 mejores de Barcelona y lo sigo manteniendo. Las hace Reina Croqueta, su empresa hermana, y te harán ser monárquico de estas ricuras jugosas y fritas. De cochinillo, de jamón de bellota, de setas y más, porque van rotando.

Vista del bar de tapas Collonut, en Barcelona

Pero algo que llama la atención por apenas encontrarse en lugares de tapeo son las terrinas. Con lo que somos de untar en este país y ahora nos conformamos con los hummus y guacamoles. En el Collonut tienen cosas finas como la terrina de faisán y jabalí para que tomes una rebanada, un zas-zas esparcidor con el cuchillo y para adentro. Dale con alguno de los finos que te recomiende el camarero y estarás listo para difundir que el Collonut es… cojonudo, oiga.

¿Qué más puedes pedir? La carta no es corta y eso te va a dejar con ganas de más. Vas a volver a probar la bomba, el biquini trufado (un mixto, fuera de Cataluña) y los famosos embutidos de Cal Rovira: la sobrasada con miel, la panceta cortada tan fina, como un fular de seda, que se derretirá en tu lengua. También podrás probar la longaniza de Can Molas, menos conocida pero igual de sobresaliente, o el bonito de La Guixolenca. Y con los vinos, lo mismo, con el añadido de que si alguno te gusta puedes comprarte una botella. Si esto no es cuidar el patrimonio gastronómico, ya me diréis qué es.

Embutidos locales del Collonut, en Barcelona

Yo soy muy de saltarme el postre y terminar con un vino dulce y el Collonut tiene unas buenas referencias de porto, moscatel y pedro ximénez. Pero en este local recuperan un postre clásico que combina ambas cosas: el músic. Sencillo pero matón, consiste en servir distintos frutos y frutas secas y acompañarlas de vino moscatel. Se dice que era el picoteo que solían comer músicos antaño, por falta de tiempo. Así que no te extrañe que salgas cantando las bondades de este lugar.

Collonut 
C/d’Olesa, 7. Barcelona
Horarios: L-J 17 h a 23 h. V-D 12 h a 00 h
www.collonut.com