Aquí va un post de uno de los últimos proyectos de Curro Claret. Se expuso en la galería H2O el año pasado. Os adjuntamos el texto explicativo del proyecto:
Algo que los diseñadores pueden hacer es imaginar situaciones y condiciones que aun no existen que propongan una deseable nueva versión del mundo real…
John Thackara, In the Bubble, The MIT Press, London, 2006
Al parecer durante mucho tiempo, en el pasado, las Iglesias y Catedrales permanecían abiertas las 24 horas del día. La Catedral de Santiago de Compostela por ejemplo, permitía que los peregrinos que llegaban de recorrer “el camino” pudiesen descansar y pernoctar dentro, así como cualquier otra persona que pudiese necesitar cobijo esporádico y protección.
En muchas épocas, en períodos de guerras o desastres naturales, las Iglesias han sido a menudo utilizadas como lugares de refugio, como improvisados hospitales o como centros de acogida temporales.
Más recientemente, distintos colectivos las han “ocupado” para realizar distintas reclamaciones; recuérdese “la capuxinada” durante el franquismo por parte de jóvenes catalanes encerrados en la Iglesia dels Capuxins de Sarriá, o hace a penas unos años en la misma Catedral de Barcelona, la ocupación pacífica que se realizó por parte de un grupo de inmigrantes reivindicando la regularización de su situación.
También en estos últimos años, en algunas Iglesias de España, surgió la iniciativa y se testó puntualmente, de dejarlas abiertas las 24 horas del día a disposición de cualquier persona para poder rezar o simplemente estar un rato.
Creo que la misma Iglesia, en alguno de sus postulados, se refiere al edificio donde se encuentra, como a la casa de todos.
Hoy en día existen igualmente muchos motivos por los que distintas personas se encuentran en necesidad de alojamiento esporádico. Y no solo colectivos que “tradicionalmente” se encuentran en estado de marginación y abandono, sino otros como inmigrantes recién llegados, jóvenes visitantes a una feria o un festival de música, peregrinos, turistas que han sido robados… etc.
Esta propuesta pretende recuperar ese espíritu abierto que durante muchas épocas ha tenido la iglesia, para poder permitir esporádicamente que distintas personas puedan pernoctar en ella. Para ello se propone el rediseño del banco “típico” de Iglesia, dotándolo de un respaldo reclinable que lo transforma fácilmente en cama.
Este nuevo uso, que como se ha comentado anteriormente en otras épocas ya se ha dado, además de entenderse perfectamente compatible con la filosofía y actividades propias de la Iglesia, cuestiona la posibilidad de explotar y dotar estos equipamientos existentes (las Iglesias) con mayor cantidad de usos, siendo como son hoy en día infraestructuras en muchos casos con un uso bajo y puntual.
La exposición presenta un prototipo real de la propuesta del banco y explica como podría ser su funcionamiento en una Iglesia concreta.
Casualmente la Galería h2o tal como se puede observar en la entrada, tuvo un uso pasado religioso.
