El duo de electronica francés regresa con Dancehall, su primer LP
2017. La electrónica vivía un periodo de letargo, en el que todo era repetición y EDM sin alma y sin novedad. Un buen día vemos un nuevo lanzamiento. Virile. La canción está firmada bajo un curioso nombre: The Blaze. Al momento de darle al play todo cambia. Un sonido house-pop envolvente, delicado, minimalista y ciertamente elegante se mueve en nuestros oídos. El vídeo, una suerte de fábula gay entre dos hombres que bailan con movimientos convulsos, hace el resto.
Meses y un EP sobresaliente después, el dúo de electrónica francés The Blaze (por fin) lanza su primer LP, Dancehall. Guillaume Alric y su primo Jonathan Alric regresan con una carta, más que de presentación de confirmación, bajo el brazo. Dancehall, a pesar de ser continuista respecto a su hermano mayor de corta duración Territory, consigue explorar nuevas vías sonoras y temáticas, expandiendo el universo sonoro de los galos.
The Blaze “Un sonido house-pop envolvente, delicado, minimalista y ciertamente elegante”
Desde el Opening que abre el disco, la placa es una sucesión de golpes de efecto introvertidos, alegres con punto melancólico y ciertamente bailables. Porque si algo prima en Dancehall es una sensación constante de júbilo desasosegado. Las letras, llenas de nostalgia y puntos de tristeza, contrastan y empastan a las mil maravillas con los ritmos house de las bases, creando un amalgama melodramático perfecto.
Canciones como She, Queens y el notable cierre Mount ponen en relieve el talento compositivo, la destreza técnica y el buen hacer del tándem francés. Combinando los elementos electrónicos con instrumentos puramente analógicos, voz y samplers, logrando una mezcla personal y que refleja de manera idónea el ADN de la agrupación, cargado de atmósferas repletas de emoción y melancolía expansiva.
El apartado visual sigue siendo una de las piedras angulares del proyecto The Blaze. Cada single va a acompañado de un magnífico vídeo en el que se muestran realidades cotidianas alteradas y deslocalizadas, filmadas con gran delicadeza y talento. Cada plano por si solo constituye una auténtica obra de arte. Este es el caso del vídeo que han realizado para Queens.
“Dancehall refleja de manera idónea el ADN de la agrupación, cargado de atmósferas repletas de emoción y melancolía expansiva.”
The Blaze no suenan a pasado ni a futuro, suenan a presente. Cada una de sus canciones es un magnífico testimonio del aquí y del ahora, de la música de nuestra generación. Sin duda son un fiel reflejo del dominio, de la brillantez y de cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor ¿Estamos ante los nuevos Daft Punk? El tiempo y las redes sociales lo dirán.
Puedes escuchar el álbum aquí
