Dark skin / gold soul, lo nuevo de Jordi Estrada

El cineasta independiente Jordi Estrada continúa su trayectoria autogestionada con Dark skin / gold soul, su nuevo cortometraje.

Dark skin / gold soul es el nuevo cortometraje de Jordi Estrada, director barcelonés cuyo trabajo ya conocíamos en Neo2 cuando estrenamos El mal amor, trabajo que realizó junto al argentino afincado en Barcelona Leo Adef.

En palabras del propio Estrada, Dark skin /gold soul supone “un retrato ensoñador de un chaval vagando por un pueblo bucólico y perdido de la Cataluña rural. Vemos a Yemi, un chaval de 20 años, durante un vistazo a su vida, un día cualquiera, deambulando por Cardona, su pueblo. Le seguimos y lo observamos, adentrándonos en sus pensamientos, descubriendo cómo se enfrenta a la vida entre anhelos y cierta ansiedad, entre los árboles y el cielo, entre la soledad y la esperanza”.

El director asegura que su intención “era capturar y retratar el optimismo, la libertad, la belleza y el “poder” que vi en Yemi cuando lo conocí. Idealizar y soñar con su rutina, su juventud, su cuerpo, su alma, enfrentarlo a un mundo bucólico y solitario, bello y amenazante”.

Dark skin / gold soul, lo nuevo de Jordi Estrada

Protagonistas adolescentes

El corto llega con la intención de ser la primera entrega de un proyecto más ambicioso: “En realidad ésta es la primera pieza de un proyecto donde la idea es indagar en mis pensamientos, sueños, miedos, morbos, o identidad a través de protagonistas adolescentes en sus contextos reales. Explorar las formas en las que se representa la sexualidad masculina y femenina, la creación y destrucción de uno mismo, al adicción o la melancolía a través de diferentes personajes anónimos en la búsqueda de lo personal”.

Sin camino, ni meta, ni moraleja. Lo que depara la ficción es lo único que importa. Fantasear, deambular, erotizar. Los chicos y chicas de entre 15 y 21 años no actúan ni interpretan un papel. El relato es el suyo propio (su mundo, inquietudes, sus ideas políticas, sus relaciones) y se crea un universo cercano a la realidad, una sociedad dónde el modelo imperante es el capitalismo, dónde interactúan”, concluye.

El cortometraje dura cuatro minutos y medio y está rodado en inglés. Sin más demora, os dejamos con él: