Lucas Muñoz: un madrileño en Eindhoven

Lucas Muñoz Muñoz se formó en el Central Saint Martins College de Londres, completó sus estudios en el Instituto Europeo de Diseño de Madrid y en la Design Academy de Eindhoven, desde entonces no ha parado de producir. El Fundó eStudio enPieza! en Madrid con David Tamame y sus objetos rompieron internet. Ahora viaja por el mundo aunque su campamento base esta en Eindhoven, cuna del diseño experimental

¿Quién es Lucas Muñoz?

Lucas Muñoz: Desarrollo una práctica dentro del mundo del diseño dinámica, contextual y empírica pero también muy conceptual: doy mucho valor al concepto detrás de cada proceso y a todos los procesos detrás de cada proyecto. Estos proyectos muchas veces acaban siendo objetos, otras son vídeos o piezas sonoras y otras solo toman forma a través de discontinuas pero constantes conversaciones. La gran mayoría del trabajo que hago sale de mis manos y mi taller, aunque últimamente estoy viajando y realizando proyectos fuera en los que mis manos trabajan en colaboración y el taller no existe como tal. Así, veo el diseño como una herramienta de experimentación material que tienen una fuerte conexión sensorial (su materialidad) y conceptual (sus usos y capacidad de comunicación de narrativas) con las personas. Es esa conexión la que me mueve.

Imágenes superiores: Retrato de Lucas Muñoz Muñoz y su diseño Tubular Chair

Lucas Muñoz: un madrileño en Eindhoven

Imagen superior: Snow tool diseñado por Lucas Muñoz Muñoz

¿Cuándo decides establecerte por tu cuenta? ¿Qué es lo que te mueve a tomar esa decisión?

Lucas Muñoz: Recién acabados mis estudios de grado, empiezo a trabajar en un estudio de arquitectura en Madrid (Solid arquitectos, Soto y Maroto) como diseñador de mobiliario para sus obras. Al mismo tiempo curso un master en diseño y gestión de exposiciones y empiezo a alquilar un taller en Tetuán, junto con dos amigos, al que intentaba ir lo más posible entre unas cosas y otras. Con uno de ellos compartía ideas de diseño, con el otro de sonido. Ahí nació estudio enPieza!, primero con el subtítulo de diseño y sonido, poco después solo la parte de diseño sobrevivió y eventualmente evolucionó transformándose en un estudio. La motivación era simplemente poder dar realidad a ideas que no podíamos (o no sabíamos cómo) materializar de otra forma. Una visión experimental que quedara fuera de las fuerzas del mercado era posible, para nosotros, solo desde ese lugar donde poder crear sin rumbo.

Has viajado mucho, recorrido el mundo de proyecto en proyecto.
¿Cómo ha influido en tu trabajo ese nomadismo?

Cambiar de contexto cambia también los roles que juegan los objetos como actores entre nosotros. No sólo los roles que juegan con su función, pero también durante su construcción. Cambian los detalles, las uniones, las combinaciones, cambian las fuentes de los materiales, cambian los rituales alrededor de su uso, cambia su nombre (y los significados que carga) etc. Son pequeños cambios a veces, al principio indescriptibles, otras son cambios aparentemente radicales pero que cuando nos ponemos a describirlos resultan familiares en su contenido. Empezar a entender un poco más esa variedad de roles hace más variadas las posibilidades de juego con el diseño. Muchas veces, el no hablar el idioma local te hace mucho más observador a los gestos y movimientos de las personas (que también es un idioma), así como te posibilita el usar otros medios de comunicación: manipular materia para crear es uno global y muy fuerte.

Lucas Muñoz: un madrileño en Eindhoven

Imagen superior: Salmonete Skate por Lucas Muñoz Muñoz

Ahora estás asentado en Eindhoven. ¿Por qué Holanda? ¿Qué ha hecho que te quedes?

Las políticas culturales holandesas, en muchos casos orientadas a beneficios a 10-15 años en lugar de “a las siguientes elecciones”, hacen que desarrollar una práctica experimental, exploratoria, teórica, transversal y/o investigadora sea altamente posible allá. Holanda hace estandarte nacional con el diseño, e invierte mucho en promocionar su investigación y desarrollo, dentro y fuera de su territorio. Una práctica como la mía, que tarda en dar frutos ya que no tienen un fin mercantil directo, sería imposible con las condiciones sangrantes para el autónomo en nuestro país. En Holanda, las facilidades fiscales a comienzos de tu empresa, las ayudas económicas para el desarrollo y comunicación de lo que ellos llaman las “industrias creativas”, los espacios de representación física y mediática de estas disciplinas y la propia comunidad creativa que estas condiciones aviva, suponen un contexto altamente fértil para los que allí estamos.

El diseño holandés se identifica mucho con una corriente conceptual, en apariencia más expresiva y menos seriable que en otras partes de Europa. ¿Crees que existe una frontera real entre el arte y el diseño?

Para mí, entre el arte y el diseño, así como entre dos territorios geográficos por ejemplo, la frontera existe si uno la pinta. El objeto de uso es eso, otro objeto más por su simple condición de haber sido fabricado por nosotros. Y eso es lo que me atrae de él. Si miramos el fruto de las disciplinas creativas expuestas en el escaparate las vemos diferentes. Pero los procesos humanos que hay detrás de los comienzos de cada acto de creación, la inquietud de emociones, instintos, conocimientos y desconocimientos, en fin, de realidades que desembocan en un proceso creativo son, para mi, las mismas, independientemente si este proceso acaba siendo un mueble, un tapiz, un cuadro o una zapatilla. Desde ahí, desde esas inquietudes hasta esa zapatilla, los caminos, compañías y medios que estos procesos devienen pueden ser estructuralmente muy diferentes pero fundamentalmente siguen siendo muy similares: relaciones. En el fondo son todo relaciones de comunicación y negociación: entre nosotros, entre la materia y nosotros, entre lo que sabemos y lo que creemos buscar y entre el humor con el que nos levantamos cada día y el compromiso con el desarrollo a largo plazo de una obra.

Lucas Muñoz: un madrileño en Eindhoven

Imagen superior: Foam Follows Function y a la derecha: Temporal para Galería Machado Muñoz. Foto: Gonzalo Machado. Diseños de Lucas Muñoz


Diseñador de taller ¿qué te ofrece la auto-producción que no tenga la gran industria?

Fundamentalmente la posibilidad de hacer, ya, ahora, sin otro condicionante que la limitación de mis medios. Sin embargo, ésta no es una decisión exclusiva, sino simplemente una posibilidad. Mi taller es una herramienta en sí, y es, en muy poco espacio y con muy pocos recursos, donde he podido experimentar muchas cosas ¡y las que me quedan! Sin embargo, si tuviese a mi alcance otro espacio y otros recursos (una industria o la gran industria) experimentaría dentro de ella con la misma curiosidad, sino más, y con la misma consciencia de posibilidades. Se reducirían las opciones materiales y de procesos, aumentaría la demanda de precisión y planimetría, cambiarían los objetivos económicos, se incrementarían los medios y las escalas, pero el reto creativo, el juego combinatorio, es el mismo.

Algunos de tus primeros proyectos inundaron las redes. ¿Cuáles son los ingredientes para que un proyecto de diseño se convierta en un contenido viral?

Cuando hicimos esos diseños no teníamos ni idea, por lo que los ingredientes fueron ingenuidad, instinto y muchas ganas. Ahora que los miro y analizo sus éxitos en contraste con desarrollos de otros objetos o proyectos, entiendo ciertos factores: provocación, solidez conceptual, capacidad de impacto visual, relación sorprendente entre continente y contenido y/o lógica. Pero esto lo digo a toro pasado y la forma de poder entender el ahora es a través de sintonizar, los análisis siempre son a pasado.

En un mundo de hits rápidos. ¿Cuál es tu objeto favorito? ¿Por qué lo salvarías del incendio?

Si se quema esta casa ahora y tengo que correr, sin duda cerraba el ordenador y salía corriendo con él y el teléfono, pero esta respuesta no describe lo que me preguntas… Materialmente tengo una conexión muy fuerte con las piedras, pero no las salvaría de un incendio ya que eso a ellas no les preocupa. Emocionalmente salvaría las plantas, pero eso me mataría a mí en el intento… La verdad es que llevo ya varios años viviendo con lo mínimo, largos periodos de maleta y camastro, en mi casa de Eindhoven hay lo mínimo y ya no tengo apegos materiales arrastrados… ¿sabes qué? ¡qué se queme todo!

Lucas Muñoz: un madrileño en Eindhoven

Imagen superior: Temporal para Galería Machado Muñoz. Foto: Gonzalo Machado. Diseños de Lucas Muñoz

El sonido es un tema recurrente en tu obra. ¿De dónde nace ese interés, cómo lo combinas con tu trabajo como diseñador?

Siempre he coleccionado música, vinilos son de las pocas cosas personales que he acumulado. Pinchando discos financié mi vida de estudiante y también mis primeros años de empresa. Además producía música cómo hobby, de hecho, nuestro primer estudio era una combinación de un proyecto de diseño con mi amigo David Tamame y otro de sonido con Sergio Ávila. De ahí el nombre enPieza!, una pieza puede ser tanto material como sonora. Así, el sonido, como dices, es un elemento muy recurrente en mi trabajo, y esto se debe probablemente a todas las memorias y emociones que guardo alrededor de él, y de los artefactos que lo producen, reproducen y contienen.

Algunos de tus proyectos recientes como la exposición individual en la galería madrileña Machado Muñoz, reflexionan sobre la forma en la que nos relacionamos con los objetos. ¿Qué mensaje transmiten los objetos que diseñas sobre nuestra relación con el medio?

Aquella colección me dio la oportunidad de crear piezas destinadas a entornos ciertamente privilegiados y quise tomarla para usar esos objetos como caballos de Troya. De esta manera, enfoqué el concepto de su diseño desde un punto de vista puramente material. Tomando datos de Naciones Unidas sobre producción y consumo en España, los dividí por el número de horas o segundos que tiene un año para obtener “cantidades domésticas”. Estas cantidades de un material concreto fueron el punto de partida desde el que definir qué objeto diseñar. ¿Qué puedo hacer con 59,55kg de asfalto, o 490g de tubo de cobre, etc? En este caso fueron traducciones literales de materia y consumo en objetos de consumo, pero en general siempre me he encontrado reorganizando y combinando elementos que encuentro a mi alrededor de manera que alcancen una capacidad funcional dentro del ámbito doméstico. Si hay un mensaje en todo esto es uno que habla de las propiedades físicas de la materia procesada (y en muchos casos desechada) y cómo ésta conserva su valor de materia prima -y en muchas ocasiones lo eleva!

Vídeo: Un-Settlement. Diseño de Lucas Muñoz

Una parte de tu carrera es tu labor como docente. ¿Crees en el papel de diseñador como educador y portador de valores?

Creo en el valor de la educación, pero siempre desde el punto de vista de tutor. Un tutor es el palo que se le pone a una planta para que crezca agarrándose a él en ocasiones y en otras a su alrededor. Usando este símil, creo en el aporte de una carrera profesional y una experiencia concreta, como trayectoria a la que agarrarse durante el desarrollo creativo de un individuo. Sin embargo, siempre insisto en que el estudiante desarrolle su propio crecimiento orgánico, agarrándose cuando le haga falta, pero desarrollando su propia “leñosidad” sobre la que sostenerse. La educación y los valores deben ser afianzados a través de la experiencia y el tiempo, una vid no puede subir muy alto hasta que no se le curte el tronco. Como tutor solo puedo referir al estudiante mi experiencia y la experiencia que he observado en colegas de profesión, pero en cualquier caso eso no deja de ser un chicle mascado.

¿Cuál es el siguiente paso? ¿Cuáles son tus planes de futuro? 

Últimamente ando trabajando en varios proyectos a largo plazo que se encuentran en distintos niveles de desarrollo. Me estoy encontrando desde hace un par de años y, de alguna manera, para mi sorpresa, involucrado en producciones de documentales, al mismo tiempo que desarrollando una colección transnacional y efímera. Ambas, exploraciones alrededor de los objetos y nuestras relaciones culturales, mercantiles y sociales con ellos. Por otro lado sigo produciendo piezas de galería, inventando proyectos alrededor de viajes (acabo de volver de Líbano por ejemplo) y colaborando con varias universidades. En mi caso no se trata de dividir los huevos en varias cestas, es más de crear varias cestas y luego ver que hago con los huevos que vengan.