Diseño en Paradores: equilibrio entre pasado y presente

Si visitas cualquiera de estos Paradores, podrás comprobar que la innovación en la arquitectura, arte y el interiorismo se combina a la perfección con la tradición y la historia. Y aunque son frecuentemente erigidos en construcciones de antaño reconvertidas, los Paradores también pueden sorprenderte con edificios modernos rodeados de entornos irrepetibles.

En el Parador Costa da Morte el estudio de diseño Sutega se ha inspirado en la naturaleza y referencias al territorio. La referencia al pasado la encontramos en el proyecto artístico con fotografías en B/N. Mientras, en el Parador de Jaén, el grupo Cidon consigue que muebles de estilo clásico e influencias árabes representen su papel en el carácter histórico del edificio; es más, su diseño interior ofrece cómplices guiños a la tradición y artesanía andaluzas. Por su parte, Denys & Von Arend se ha encargado del proyecto del Parador de Aiguablava, definido por la simplicidad y la luz con el objeto de maximizar sus vistas panorámicas. Y en cuanto al Parador de León, qué añadir: la apuesta del estudio Merry se ha centrado en un interiorismo sin estridencias que convive con un proyecto expositivo que realza la historia y el arte español.

 

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Imágenes superiores: estancia en tonos claros y grises, recepción y habitación con baño en Parador Costa da Morte

PARADOR COSTA DA MORTE: DISEÑO MEDIOAMBIENTAL

El Parador Costa da Morte, que abrió sus puertas en 2020 para revitalizar unas costas castigadas por la catástrofe del Prestige, se ubica en una parcela de 128.000 metros cuadrados sobre la Playa de Lourido, en Muxía, a escasa distancia del Cabo Fisterra, “El Fin del Mundo”, y al final de la prolongación natural del Camino de Santiago.

La arquitectura y diseño del nuevo Parador se concibió para el disfrute del entorno desde todos sus espacios al estar construido en terrazas sobre la ladera. De hecho, su forma escalonada se adapta al desnivel del terreno, integrándole en la orografía y poniendo especial énfasis en el cuidado del  medio ambiente. Es más, todas sus cubiertas y diseños son vegetales, excepto la superior, donde se mezclan el cristal, el zinc y las maderas de bambú, haya y roble. Se trata, en fin, de un Parador con arquitectura y diseños del siglo XXI donde se dan cita las leyendas de la zona, la historia del Camino de Santiago, la esencia de Galicia, de la Costa da Morte y del Atlántico.

El diseño interior del Parador Costa da Morte da cobijo a 63 habitaciones distribuidas en diferentes plantas, todas con impresionantes vistas al océano; en este sentido, la empresa gallega Sutega se ha encargado de llenar de vida las estancias y el diseño del Parador a través del proyecto “Natura”, con el que se buscó respirar el entorno, sentir la naturaleza, el aroma del mar y vivir su historia.

El interiorismo de cada estancia del Parador de Costa da Morte se inspira en las formas orgánicas, las piedras y la vegetación, en proyectos atemporales y sencillos que transmiten bienestar y tranquilidad. En el proyecto artístico se integra el pasado y el presente, gracias al trabajo de algunos de los más importantes fotógrafos que han retratado la Costa da Morte para comprender, en fin, la historia del lugar, sus leyendas y mitos.

Mención especial a la importante colección de arte y raíz que alberga el Parador Costa da Morte. Destaca ya en la recepción Habanero, del escultor Francisco Leiro, una pieza de gran formato que supone un punto de partida de un particular recorrido por la vida, la historia y la cultura gallegas. Igualmente, Ramón Caamaño, José Suárez, Manuel Ferrol, José Vidal o Virxilio Viéitez firman algunas de las fotografías expuestas, una mirada al pasado, y conviven sin estridencias con otras del presente, de autores más contemporáneos. El talento de Álvaro de la Vega también se puede apreciar en Muxía, del lado del oficio de siglos de los oleiros de Buño o de la pericia del encaixe.

Junto a esto, viene bien subrayar que las plantas que distribuyen las estancias del nuevo Parador poseen su propia personalidad y diseño con los nombres de las cuatro rías de A Costa da Morte: Ría de Corcubión, Ría de Lires, Ría de Camariñas y Ría de Corme y Laxe.

El Parador de Costa da Morte se ha concebido para abanderar la estrategia de buenas prácticas ambientales de Paradores. Toda la electricidad que consume es de origen 100% renovable y sus habitaciones y diseños están libres de plásticos de un solo uso. Además, cuenta con energía solar para templar su piscina exterior y una compostadora que permite reutilizar como abono los desperdicios orgánicos del área de restauración.

Finalmente, el Parador de Costa da Morte une gastronomía local y recetas tradicionales con los mejores productos de la tierra. Así, pescados, mariscos y verduras de kilómetro cero provienen de explotaciones y granjas locales para que el visitante deguste lo mejor de la zona. Pero también se ha puesto especial atención en la selección de los mejores caldos, de las cinco denominaciones de origen gallegas: Rías Baixas, Ribeiro, Vadeorras, Ribeira Sacra y Monterrei.

 

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Imágenes superiores del restaurante, sala abovedada y bar del Parador de Jaén

PARADOR DE JAÉN Y SU DISEÑO RENACENTISTA

Lo primero que se ve desde la lejanía cuando te acercas a la ciudad de Jaén es el Cerro de Santa Catalina y sobre él está el Parador. Fue construido siguiendo el diseño del Renacimiento andaluz y en su interior se han mantenido elementos tan clásicos como los espectaculares arcos cruzados a 20 metros de altura en el salón principal, el comedor y las habitaciones, que disfrutan de impresionantes vistas panorámicas de la ciudad.

Las estancias del Parador de Jaén poseen techos altos con vigas de madera y suelos con bonitas baldosas. Además, su peculiar diseño, ideado por el grupo Cidon, con muebles de estilo clásico e influencias árabes, combina a la perfección con el carácter histórico del edificio. Más en concreto, el interiorismo atemporal del Parador de Jaén ofrece guiños a la tradición y artesanía andaluzas empleando materiales y tonos en textiles y maderas que trasmiten el sosiego que busca todo aquel que se aloje en un hotel de lujo.

El renovado parador jienense acoge varias piezas de la colección artística de Paradores: una talla hispano – flamenca, datada en el último tercio del siglo XV, y otra que representa a Santa Catalina de Alejandría, copatrona de la ciudad de Jaén, que da nombre al establecimiento. Por otro lado, en las paredes del Parador de Jaén cuelga un curioso bordado del siglo XVI de exquisita factura, tejido con seda y oro, de especial singularidad y diseño por estar realizado sobre tela de saco. También se expone un tapiz flamenco del siglo XVII que representa una escena de la historia del Rey David y otro tapiz de excepcional calidad realizado por la Real Fábrica de Tapices, que refleja la expedición de Bruto a Aquitania.

Finalmente, los visitantes podrán disfrutar en este Parador de su magnífico restaurante, decorado también en estilo árabe, cuya carta incluye platos tradicionales, como ensaladas o sopas de la tierra.

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Imágenes superiores: Interiores del Parador de Aiguablava

PARADOR DE AIGUABLAVA Y EL DISEÑO ICÓNICO

El Parador de Aiguablava, erigido en el acantilado de Punta d’es Mut, Girona, que se reinauguró en 2020, se descubre en tres tiempos. El más inmediato viene motivado por un diseño en el que sus nuevos ventanales y zonas exteriores permiten sumergirse de lleno en el Mediterráneo, a pesar de las distancias.

El segundo momento, ya en el diseño interior, se vive en los remodelados salones, que cuenta con un proyecto expositivo de arte catalán con representación de artistas como Tàpies, Subirachs, Dalí o Miró; diseños icónicos catalanes como la silla Butterfly o la Barcelona; y una muestra de alfarería de La Bisbal d’Empordà. Mientras, el tercer instante se disfruta en la terraza de la habitación del parador con vistas al mar y en el recién estrenado spa, listo para todo tipo de relajación.

Además de una fachada más vanguardista, el diseño interior del Parador de Aiguablava también se ha cuidado con detalle de la mano del estudio Denys & Von Arend; de hecho, sus 78 habitaciones, repartidas en seis plantas, quedan definidas por la simplicidad, la claridad, la luz, las vistas y los materiales naturales. Es más, todas ellas gozan de luz natural a través de grandes cristaleras que optimizan al máximo las vistas panorámicas al mar que rodea todo el edificio y lo hacen único.

Uno de los puntos fuertes en el diseño del Parador de Aiguablava es su apertura al exterior. Esta queda garantizada por una puerta instalada en una de las zonas comunes con la finalidad de abrir completamente el espacio al exterior sin impedimentos intermedios. Este sistema permite incorporar hasta 10 hojas, con una altura máxima de 3 metros y con una anchura de 1,2 m cada una, es decir, en total, se puede ver un ventanal de 12 metros de largo. En otras palabras, esta puerta permite inundar de luz natural las zonas desdibujando la frontera entre diseño interior y exterior.

Ahora bien, si nos fijamos en el diseño exterior del Parador de Aiguablava, el hotel cuenta con un solárium, terrazas y una piscina de temporada con unas inmejorables vistas al Mediterráneo; del mismo modo, con esta profunda remodelación se han eliminado todas las barreras arquitectónicas y el producto final es un espacio hecho para el descanso y el disfrute.

+ Parador Aiguablava

 

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Imágenes superiores: Interiores del Parador de León

PARADOR DE LEÓN: UN DISEÑO RESPETUOSO CON LA HISTORIA

Con un magnífico inventario de historia, diseño, arte, cultura y gastronomía, es bastante probable que  el Parador de León sea una de las apuestas hoteleras más arriesgadas de los últimos tiempos. Y es que antes de su cierre por reforma –que duró tres años y acabó en 2020- el establecimiento se dividía en dos espacios diferenciados: el Parador histórico, conocido como Hostal de San Marcos, y el edificio “moderno”, de los años 70, anexo al conjunto.

Debido a la magnificencia de la obra, Paradores decidió en 2017 dividir la reconstrucción y diseño en dos etapas. La fase I trabajaría sobre la reforma del edificio histórico y, en la fase II, se levantaría un nuevo inmueble derribando la estructura moderna existente y adjunta a la histórica.

Si en el diseño exterior del Parador de León la espectacular fachada plateresca acapara toda la atención del viandante, por dentro la cosa cambia. Sobriedad, sencillez y austeridad son los tres adjetivos que mejor definen un interior que cede todo el protagonismo al contexto histórico y al simbolismo artístico.

En este sentido, Alfonso Merry de Val, del estudio Merry, ha sido el encargado del proyecto de interiorismo del Parador de León, donde la máxima ha sido que el interior no debe competir con el exterior. Así, el diseño del Hostal de San Marcos está centrado en dos conceptos: el confort y el lujo español; de hecho, el estudio Merry ha apostado por  la sencillez sin estridencias y la calidad de los materiales para realzar la historia, el arte y la artesanía españolas.

En el Parador de León podemos encontrar varios ejemplos de esa apuesta por la artesanía española: se ha contado con productores locales para las habitaciones, donde los plaids de cama son mantas artesanales de la localidad de Val de San Lorenzo, y para el comedor de desayunos, en el que se encuentra un mueble platero compuesto por piezas y diseños de barro de Jiménez de Jamuz, de La Bañeza.

También se han recuperado más de 600 piezas del mobiliario que estaban en el Parador antes de la reforma y algunas de ellas se han reutilizado con nuevos usos y diseños. Un ejemplo son unas antiguas puertas que se han transformado en cabeceros de las nuevas habitaciones, donde no existe nada de plástico de un solo uso.

A su vez, destaca la labor en el diseño de las alfombras de Paul Heredia, que se ha inspirado en las obras de la colección contemporánea del Parador de León. Igualmente, se ha reeditado una tela de los años 50 de Arcadio Blasco, coetáneo del resto de artistas cuyas obras pueden contemplarse en el Hostal de San Marcos, para dar cuerpo a las cortinas del comedor de desayunos.

Tampoco hay que olvidar que el Parador de León acoge una importante colección artística de casi 500 piezas. Buen ejemplo de ello se encuentra en la Sala Capitular, donde el techo está ocupado por un artesonado del siglo XVI. A la estructura le acompañan los tres tapices, hoy restaurados y limpios, que cuelgan de sus históricas paredes, y que hoy por hoy son, junto al coro de Juan de Juni y el techo de Lucio Muñoz, las obras más importantes del Parador de León.

+ Parador de León

 

 

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