Sueño
Despierto. Despierto entre unas sábanas que me arropan y me escupen, despierto y como un reloj
que siempre escupe las mismas horas durante todo un día, me pregunto ¿Quién seré hoy? ¿Cuántos?
¿Qué diferencia existe entre lo que soy y lo que nunca he sido? Salgo de la cama y me miro al
espejo, de repente lo entiendo de nuevo, lo veo: me veo reflejado en este sucio espejo que me mira
todas las mañanas y entiendo quién seré.
El día de mi muerte será el día en que yo no sea el resultado de la suma de todo lo que he sido más
todo lo que jamás seré.
Cuando pienso en morir me siento más vivo. Cuando pienso en vivir siento que soy más vidas de
las que muestro. Cuando muestro la vida me encuentra la muerte y me susurra al oído su eterna
compañía. Cuando acompaño a la muerte nos miramos a los ojos tan profundamente que nos
convertimos en la misma cosa.
Despierto. Salgo de la cama, me miro fijamente a los ojos frente al espejo y me siento tan mío, que
siento que solo puedo ser del aire porque solo el aire es de todos. Entonces lo entiendo de nuevo, lo
veo: Me veo reflejado en este sucio espejo que me mira todas las mañanas y entiendo quién no seré.
Entonces, como ese momento en que un niño descubre el juego por primera vez, entiendo que todo
ha sido sueño. Y entonces, solo entones, en ese preciso instante: Despierto.
Fotografía: Edward Córdoba @edwardcordoba
Postproducción & Asistente de Producción: Andreas Sichel @andreassichel
Estilismo: Nacho López @nacholopez
Localización: Pedro Ayuso @recilatas
Texto & Modelo: Claudio Portalo @claudioportalo
Entrevista con el fotógrafo de moda Edward Córdoba
¿Cuál es el concepto o idea que querías transmitir en esta historia?
El concepto nace de una conversación con mi pareja y con Claudio, con quien llevábamos mucho tiempo queriendo trabajar y no lo habíamos logrado hasta este momento después de cuarentena y verano. Cada uno había vivido ciertas experiencias durante esos meses que lo había obligado de una forma u otra, imagino que como a todos, a derrumbar estructuras internas, a crear nuevos “personajes” y desarrollar nuevos recursos para afrontar esta nueva realidad. De aquí que nos planteamos el concepto del despertar de un sueño, y preguntarnos “¿Quién seré hoy?, ¿Qué diferencia existe entre lo que soy y lo que nunca he sido?”_ (Portalo, Claudio, Sueño). Y al mismo tiempo, darnos cuenta de la magnífica posibilidad de despertarnos y reinventarnos cada día.
¿Cuántas personas habéis intervenido en el proyecto? ¿Cuál es el papel de cada una?
En este shooting en particular hemos trabajado 3 personas, Claudio Portalo como el protagonista de la historia, mi pareja Andreas Sichel, quien ha sido mi asistente de producción y encargado de la postproducción. Y yo, en la parte de fotografía. Debo mencionar también a Nacho Lopez quien nos ha asesorado con estilismo y a Pedro Ayuso, quien nos ha dejado usar su mundo como escenario de esta historia.
¿Cómo ha sido el proceso de trabajo? ¿Habéis improvisado en el momento o tenías un mood o un plan a seguir?
El shooting lo dividimos en dos partes, principalmente porque así lo pidió la historia. Si soy totalmente honesto, el día uno fue la primera vez que tomé la cámara fotográfica después de meses sin hacer una sola foto, y de superar un episodio de depresión post cuarentena. ¡Solo quería jugar con las cámaras! De hecho, esa fue lo primero que hablamos con Claudio, “Oye, juntémonos y juguemos en un ejercicio de fotografía analógica y digital”. Una vez en el shooting todo ha fluido y fuimos creando el concepto y la historia. Quedamos ya un segundo día para hacer un par de cambios más que sentíamos eran necesarios.
¿La localización inspiró la idea o buscasteis un espacio que se acomodase a la idea?
¡La localización nos lo dio todo! El espacio que ha creado Pedro, y digo creado por que cada silla, personaje y detalle lo ha diseñado él, tanto en su casa como en su taller; me parecieron mágicos y un poco surrealistas. Jugamos un poco aquí y allá, y fuimos creando pequeñas escenografías a medida que íbamos avanzando con la historia.
¿Prefieres disparar en plató o en localización? ¿Qué ventajas e inconvenientes te ofrece cada espacio?
Todo depende del proyecto y de la historia. En plató puedes controlar un poco más ciertas variables como la iluminación y puede ser un poco más cómodo para el equipo. En localización en cambio, para mí, ¡se trata de jugar!, de dejarme llevar por lo que ofrece el lugar y su luz. Creo que bajo ciertas condiciones lo puedo disfrutar más, el ir descubriendo instantes que no tenía previstos. De todas formas, y en lo posible, trato de combinar en la misma historia un poco de ambas.
¿Analógico o digital? ¿Cuál es tu cámara preferida?
Creo que ambas tienen su encanto. Diría nuevamente que todo depende del proyecto. Estoy retomando mi relación con la fotografía análogica y el revelado pues hace mucho tiempo que no hacía proyectos en este formato. Quizás los errores de la fotografía analógica son lo que más me gusta y cómo este formato te obliga a observar con más detalle y a pensar un poco mejor lo que quieres capturar. El proceso es un poco más romántico. Lo digital te ofrece más inmediatez que también es necesario.
¿Sueles trabajar siempre con el mismo equipo humano?
Idealmente siempre cuento con las mismas dos personas, asistente de fotografía y técnico digital. Y en muchas colaboraciones sea a nivel de estilismo o de make up and hair, siempre que existe la posibilidad, vuelvo a algunos talentos. Creo cada vez más en disfrutar del proceso, en tener un ambiente de trabajo cómodo, seguro y sano. Quiero tener lindos recuerdos y anécdotas de cada proyecto. En lo posible trato de cuidar mucho al equipo y mi objetivo es que siempre se sientan bien. El resultado esperado creo que vendrá sólo cuando exista buena energía, y este siempre será perfecto en su imperfección.
¿Disparas mucho por cambio de ropa?
Cada vez menos.
Profesionalmente, ¿te ha afectado mucho la pandemia?
Este año me llevó a detenerme y replantear muchas cosas, a buscar nuevos proyectos, a retomar otros. No fue fácil, pero fue necesario. Me afectó, sí, pero creo que siempre para bien, incluso cuando en ese momento no lo veía así.
Próximos proyectos:
Seguir encontrándome, seguir reinventándome, seguir aprendiendo y seguir jugando.
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