EL LADO OSCURO DE LA BROCACAUSALIDAD POST PUNK Y SUSPENSE PROGRESIVO

La frustración. La consciencia de una realidad que no convence, que en muchos casos decepciona, que es complicada y que, en ese afán de convivir en ella, te desgasta. Una vez aceptada la sentencia que El Lado Oscuro de la Broca define en su tema “L.A.M.E” como “roto el ecosistema”, comienza el análisis. Las causas y los efectos. Los porqués y para qués. Y en esto, que no es poco, consiste Beta, el álbum debut de la banda zamorana. Publicado el pasado 23 de Marzo bajo el sello El Genio Equivocado, encierra nueve temas de psicosis instrumental. Un carácter sonoro definido por el noise y una base post punk que también se llevan al plano conceptual. Por algo son de ese Lado Oscuro. La progresión es un punto clave de su sonido. Lo que comienza con unos sintes suaves y sinuosos, termina convirtiéndose en una atmósfera densa, contundente y dramática. Así ocurre en “Meseta”, tema que abre el disco y uno de los singles que el quinteto eligió para ir presentando su obra, o en la experimental “Toma, mono, fuma”. Su explosión instrumental reafirma con rotundidad las intenciones de la banda en este conjunto de pasajes que, en su mayoría, no bajan de los 4 minutos.

EL LADO OSCURO DE LA BROCA

Pero si hay uno, con el que el oyente se convierte en presa absoluta de la opresión que El Lado Oscuro de la Broca despliega, ese es “De Luces”. Una de las canciones más brillantes del álbum, plagada de voces lejanas que, solapadas por la inminencia sonora, comparten protagonismo con una voz en primer plano que hila un discurso digno de escuchar. En esta misma línea, pero quizás más adictiva si cabe, está “Los líderes africanos”; otro de los singles, cuyo dinamismo y rapidez, atrapa al mismo ritmo que su lírica: “lo nuestro es tener paciencia, tener paciencia”, repiten hipnóticos. Sin embargo, es la auténtica y envolvente “Verdad lebrel” la que contiene las mejores perlas de este trabajo: “Nadie dijo que fuera fácil” y “Si levanto un poco el cuello te lo cortan de raiz”, dos frases que dejan patente el trasfondo crítico de Beta. Tras este gran bloque que conforma la primera parte del disco, llega “Dino Baggio” para abrir la veda a la cara más dark del grupo. Reminiscencias de Parálisis Permanente, distorsiones y despliegue de toda su artillería post punk. Así es la ya mencionada “L.A.M.E” con reflejos de la cold wave y “Café en el Circo romano”, que rescata la cara más melódica de esta tendencia tenebrista para terminar explotando en sus ya características progresiones enfáticas. Por último, “Tropical”, de inicio apacible a base de bajo y sintes que pone punto y final a un disco tan abrupto como encantador. Porque también del Lado Oscuro, se rescatan experiencias enriquecedoras y apasionantes, aunque sólo sea para aprender a valorar más esa otra cara, la buena.