A Guy Yanai le apasionan las plantas y las especies exóticas. Tanto que puede convertirlas en el elemento esencial de sus cuadros. También le fascinan, de igual forma, los artistas prerrenacentistas como Piero della Francesca. Pero también está la influencia de David Hockney en todas sus imágenes de piscinas a plena luz, bajo el sol más alto de medio día. Con el mismo entusiasmo, puede buscar en una pantalla escenas de la película de Éric Rohmer, La rodilla de Clara. Porque Guy Yanai tiene la capacidad de disfrutar con todas esas cosas. También con Internet. Hablamos con el artista israelí para descubrir qué hay detrás de todos sus cuadros de pincelada horizontal en colores suaves.

 
El universo de Guy Yanai

He leído que has pintado plantas “siempre” y también has dicho que ellas “contienen toda la inmensidad del universo en un lugar doméstico”. Estoy mirando tus cuadros y es como si no hubiera una planta demasiado pequeña para ti, insignificante o que no merezca ser pintada.

Sabes, en primer lugar, pinto plantas porque me apasionan. He visto que hay árboles rarísimos o plantas domésticas en la tierra que se han trasladado a macetas u otros lugares. Las plantas no tienen padres, parientes, ni un carácter psicológico. De alguna manera esto me permite proyectar todas estas cosas en ellas. Pintar la figura humana no es lo mío, aunque la presencia humana sí. Las plantas no se mueven y no tienen ojos, son fantásticas en este sentido.

En tu trabajo hay multitud de referencias; desde escenas de películas, hasta cuadros o fotografías. ¿Qué es lo que te captura para que creas que merezca ser pintado? Dijiste que pintabas “cosas tristes en colores alegres” y creo que hay una idea profunda detrás de esto.

No estoy seguro si algunas cosas debería ser yo quien tiene que decirlas, pero esta frase surgió hace unos dos años y se quedó marcada: cosas tristes en colores alegres. Es muy simple y realmente atrapa. Muchas de las personas en Tel Aviv pensaron que mis pinturas eran “felices” y eso me molestó un poco porque era una completa simplificación del trabajo. Supongo que quería manifestarlo de alguna manera. El arte para mí significa realmente mirar, observar lo que me rodea. Es bueno establecerse sobre algo, estas referencias me dan una base, algo sobre lo que trabajar para entender que no estoy solo en el estudio.

El universo de Guy Yanai

El universo de Guy Yanai

Todos tenemos en mente A bigger splash (1967) de David Hockney, pero aquí tenemos tu Last splash (2015). Es como si hubiera una gran lección de Hockney aquí: plena luz, colores brillantes, extremadamente sencillo. Y la combinación es maravillosa.

Sí, David Hockney es alguien en quien me fijo y a quien todo el mundo mira porque ha cambiado la cultura visual. Trabajar directamente sobre él surgió casi como un accidente. Había pintado esta imagen en 2012 y no estaba funcionando, entonces pinté un chapoteo y lo titulé: Chapoteo en una pintura fallida. Esto abrió una nueva puerta a mi trabajo y también nuevos retos. Como Philip Roth dijo en American Pastoral: “Lo sencillo nunca es demasiado sencillo”. De todas formas, Hockney no es mi favorito, me interesan más los artistas de primeros años del Renacimiento como Piero della Francesca. Además, los títulos son muy intuitivos, los veo como una segunda oportunidad para añadir otra capa cognitiva a mi trabajo.

El universo de Guy Yanai

De Hockney a Piero della Francesca. De nuevo, aquí podemos ver tu habilidad de sorprender al espectador a través de la historia del arte. ¿Qué pasaría si convirtiéramos una obra maestra del siglo XV en otra del siglo XXI? Tu arte me hace pensar también en la era de Internet, las imágenes digitales y pixeladas. ¿Crees que internet afecta directamente a tu trabajo como artista? Además creo que te entusiasma la historia del arte, no importa qué periodo. Puedes repensar una imagen, una escena de una película o determinado paisaje, con una actitud de juego y disfrute.

Me encanta el hoy y me apasiona Internet y no creo que sea una suma con resultado cero. Puedo amar todo y eso no tiene que negar nada. De nuevo, me encuentro todos los días mirando. También imágenes. Pero los artistas como Piero no me abandonan. Él también puede ser una referencia, ¿verdad? Me obsesiona la historia del arte, especialmente con las cosas que han permanecido durante cientos de años. Cosas que todavía resuenan, incluso cuando eliminas el contexto cultural e histórico. Mi sueño es poder hacer lo mismo. Hacer un trabajo que resuene profundamente. Cualquier cosa puede trasladarse a una pintura y es mi elección editarlo.

El universo de Guy Yanai

Tu pincelada es lineal, eres un devoto de las líneas horizontales. ¿Cómo decodificas la imagen de una manera tan esquemática? En un primer vistazo el espectador puede pensar que es una imagen sencilla pero esto lleva a una fuerte contradicción; aquí no hay espacio para darle una oportunidad a otra nueva pincelada, ni para otro color. Y eso está presente en todo tu trabajo. Estás constantemente explorando con las constricciones y con la geometría.

Trabajo con muchas herramientas; desde la memoria, la observación, las fotografías y fotocollages que creo. Quiero que todas las interacciones con el lienzo tengan un significado. Mi sueño es que si quitas una sola pincelada, la pintura se venga abajo. Las pinturas son muy orgánicas y no están planeadas, no hay teoría realmente. Hace tiempo la gente describía mi trabajo como “bloques de color” y eso me molestaba un poco porque nunca trató sobre eso. Supongo que con el tiempo me vuelvo más ambicioso, puedo tener todo; campos de color pero también una franja individual. También está la noción del tiempo; el cerebro del espectador puede entender, incluso en el inconsciente, el tiempo que se tardó en moverse de la izquierda a la derecha a través del lienzo. La pintura así es una abertura a muchas cosas y me permite que sea realmente mío.

He comprendido la importancia del estudio en tu trabajo: Estoy pensando en todos esos pequeños universos que recreas en tus pinturas. Por una parte, está la soledad del objeto en sí mismo y, por otra parte está el objeto como un todo, un mundo individual. No importa qué, pero merece ser pintado, enmarcado y presentado como especial en una galería o en el contexto de un museo. ¿Crees que tu trabajo es, en cierta manera, también un homenaje a las pequeñas cosas que nos rodean?

Buena pregunta. Sabes, en 2007 pinté un montón de pequeñas pinturas y la serie fue llamada Objetos/ Homenajes. Son homenajes, sí, pero son objetos también. Entonces la pintura completa es un objeto también. La práctica del estudio está en el centro de todo lo que hago porque soy alguien que necesita trabajar todos los días. No puedo dejar de trabajar y simplemente pensar o ser. Este trabajar sin descanso me funciona. Me dan un poco de envidia los artistas que pueden trabajar en cualquier lugar, donde quieran, por ejemplo sobre un ordenador en un avión. De esta forma, mi práctica artística está muy limitada y es casi primitiva, estoy ligado a mi estudio y a las cosas físicas. Aquí es donde está el lado inverso; realmente me preocupo por todas las cosas que me rodean, esas pequeñas cosas físicas que pueden ser transformadas en algo metafísico para que se queden fijadas en la conciencia de los espectadores.

Entrevista: Patricia Lostado