EN BUSCA DEL FESTIVAL PERFECTO
La búsqueda de un festival perfecto que sea capaz de aunar buenos grupos, tanto emergentes como consolidados, en un espacio casi perdido y de difícil acceso, parecía algo idilíco y propio de una sitcom “hipster-cool”, sin embargo, todos estos requisitos los ha cumplido (y más allá) el Festival´Era en su tercera edición que tuvo lugar el pasado 31 de agosto. Situado en el pueblo de Llagostera y realizado en la agradable e idílica masía Can Gascons, este festival prematuro, que nació en 2011, ha demostrado estar en plenas facultades y a la altura de otros grandes festivales emergentes. Más que un festival, parecía que estábamos invitados a la casa de un amigo lejano, que hace mucho que no veíamos y que, por casualidad, ha reunido a los amigos de los amigos de tus amigos. Grupos como Polock, Boreals, Mendetz, Oso Leone, cantantes como Nothing Places y Bigott o dj´s como Pional, Radiocontrol o The Suicide of Western Culture formaron el cartel. Empezamos por los jovencísimos Boreals, de Barcelona, formado por Miquel Serra y los hermanos Paradis, deleitaron al público con sus sonidos entre Mogwai y Fuck Buttons, además, estrenaron su nuevo single “No Te Metas Las Manos En Los Bolsillos”. Oso Leone, grupo balear incipiente de toques y ritmos folk que demuestran que las canciones efímeras y con tintes progresivos no han hecho más que comenzar, prematuramente incomparables, tocarán en unas semanas en las fiestas BAM de Barcelona.
El músico madrileño Nothing Places, demostró que el talento y el virtuosismo con respecto a los pedales son algo que lleva en la sangre y, que, es capaz de materializar sonidos siderales de otro universo paralelo en el que un Frank Zappa contemporáneo ha venido a revelar nuevas dimensiones. Los ya consolidados y míticos Mendetz, demostraron por qué, con su tercer álbum “Silly Simphonies”, ya son un grupo de referencia de la electrónica-pop de nuestro país. El icónico Biggot, a la altura de su fama y renombre, aportó el contrapunto “intimista-nerd” con sus letras icónicas, bien conocidas y sabidas por todo el público efusivo que lo siguió con ganas. Nuestro dj favorito de la noche, Pional, demostró por qué se está convirtiendo en uno de los nombres más sonados y a tener en cuenta del panorama, tanto nacional como internacional, electrónica sofisticada, completamente ajena a los sonidos típicos que pululan por las discotecas de nuestro país, puro futurismo musical refinado. La gran sorpresa de la noche, The Suicide of Western Culture, con su tercer largo “Hope Only Brings Pain”, demuestra que este dúo amante de los sintetizadores está a la altura de la psicodelia progresiva de Animal Collective, Cut Copy o Kavinsky. Seguidles el ritmo, os teletransportarán a otro multiverso. Radiocontrol y Pau Roca cerraron la noche con fuerza, hits y con ganas de más fiesta bajo la noche de cielo transparente y estrellado. Nos hemos quedado con ganas de más y con ganas de que pase el verano del año que viene únicamente para ver con qué cartel nos vuelve a sorprender este pequeño (pero matón) festival.
