GÜEROSEN HUELGA DE LA HUELGA

Se estrena en nuestras pantallas la película “Güeros”, una de esas películas que devuelven la fe en el cine como expresión del séptimo arte y que ha recogido innumerables premios por toda la geografía mundial: Berlín (Mejor Ópera Prima), San Sebastián (Mejor Película -Horizontes latinos- y Premio de la Juventud), New York (Tribeca: Mejor Fotografía y Mejor Nuevo Director), Los Ángeles (AFI Fest: Premio del Público), Bombay (Gran Premio del Jurado)… y 12 nominaciones a los Premios Ariel, galardón otorgado por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas mexicana. La ópera prima de Alonso Ruiz Palacios, director y coguionista del film, narra el viaje de Sombra (Tenoch Huerta), Santos (Leonardo Ortizgris) y Tomás (Sebastián Aguirre) por la Ciudad de México durante una huelga estudiantil que tiene paralizada parte de la ciudad y sus propias vidas. Sombra y Santos comparten apartamento y su derecho de hacer “huelga de la huelga”. Durante esos días viven en una especie de limbo donde el estatismo y la inactividad se apodera de ellos hasta que reciben la llegada de Tomás, recién llegado de Veracruz, y hermano pequeño de Sombra. Siempre acompañado por su walkman, Tomás lee en el periódico que su ídolo musical está ingresado en un hospital de la ciudad y los tres emprenden la búsqueda de Epigmenio Cruz (Alfonso Charpener), el legendario músico mexicano que pudo cambiar la historia del rock mexicano y que “una vez hizo llorar a Bob Dylan”.

GÜEROS

Alonso Ruiz Palacios, director a tener muy en cuenta en trabajos venideros, retrata la Ciudad de México en esta road movie con notorias influencias de la Nouvelle Vague (más allá del blanco y negro y el formato en el que está rodada) a través de unos protagonistas que en su particular búsqueda del mito van recorriendo las calles y barrios de la megalópolis. Presentada de manera capitular, tomando como referencia los cuatro puntos cardinales, Sombra, Santos y Tomás van explorando un camino trazado por el azar persiguiendo a un mito de la infancia para conocerlo o quizá, inconscientemente, derrocarlo (si hacemos una lectura en la línea de las primeras obras de Resnais o Godard) para así poder continuar con sus propias vidas. En el devenir de esa búsqueda, Sombra se reencuentra con Ana (Ilse Salas), una compañera de la universidad con la que mantiene una afectuosa amistad que nunca ha llegado a más por el miedo de Sombra, su alegórico tigre, a enfrentarse a las diferencias que existen entre ambos y a los inevitables cambios de la vida. “Güeros” muestra no sólo a la Ciudad de México como generador de historias mínimas sino que además va cimentando con éstas, paso a paso y con naturalidad, el recorrido vital de unos jóvenes protagonistas a una edad en la que todo está aún por construir. Sin lecciones de por medio, desde la sencillez y cómo no, desde la nostalgia del espectador más achacoso, la cinta va posando en nuestra retina lo que una vez fuimos y lo que una vez vivimos, prueba irrefutable del paso del tiempo. Una delicia de película para quien sepa abandonarse a la intimidad de una sala a oscuras y sea cómplice de narraciones que dejan para fallas y fiestas de guardar los fuegos artificiales.

“Güeros” se estrena en cines el 8 de mayo

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