Del 8 de junio al 21 de septiembre, la tercera edición de la Helsinki Biennial convierte la ciudad y la naturaleza en un escenario expandido de arte y pensamiento crítico.
La Helsinki Biennial 2025 despliega su propuesta entre la isla de Vallisaari, el parque Esplanade y el museo Ham, articulando un diálogo entre arte, naturaleza, ciudad y comunidad. Bajo el título Shelter: Below and Beyond, Becoming and Belonging, esta edición, comisariada por Blanca de la Torre y Kati Kivinen, propone una reflexión urgente sobre el concepto de refugio en un planeta herido con 37 artistas y colectivos de todo el mundo.
Imagen superior: Geraldine Javier: Witness. Vallisaari Island. Foto: Ham / Helsinki Biennial / Maija Toivanen
Ernesto Neto: SaariBird, 2025. Vallisaari Island. Foto: Ham / Helsinki Biennial / Maija Toivanen
La tercera edición de la Helsinki Biennial llega con una mirada renovada y profundamente comprometida con el presente. Bajo el título, Shelter: Below and Beyond, Becoming and Belonging, esta bienal marca una hoja de ruta hacia nuevas formas de coexistencia. Lo hace desplazando el foco del ser humano para integrar voces, cuerpos y saberes de lo no humano. Blanca de la Torre, reconocida curadora especializada en arte, sostenibilidad y ecologías críticas, recientemente nombrada directora del Ivam, co-comisaría junto a Kati Kivinene esta edición. Aquí nos habla sobre algunas de las claves curatoriales de la Helsinki Biennial.
Nomeda & Gediminas Urbonas: Futurity island, 2018-25. Vallisaari, Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Band of Weeds: The Weep of Trees, 2021-23. Vallisaari, photo: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Una bienal en tres espacios
La bienal se extiende por tres sedes: la isla de Vallisaari, un entorno natural protegido y cargado de simbolismo ecológico; el céntrico parque Esplanade, que abre el evento al corazón urbano y el Ham Helsinki Art Museum, donde se exhiben obras pensadas para los espacios interiores. Esta combinación crea una experiencia múltiple donde naturaleza salvaje, ritmo urbano y contemplación museística se entrelazan para activar todos los sentidos. Uno de los ejes centrales de esta edición es la relación entre arte, ecología y mirada no antropocéntrica. En este sentido, la isla de Vallisaari, antiguamente una zona militar clausurada y hoy uno de los territorios más biodiversos de Finlandia, se convierte en mucho más que una simple localización: es el punto de partida conceptual de toda la propuesta curatorial.
Yayoi Kusama: Flowers that Bloom Tomorrow, 2011. Ham Helsinki Art Museum, photo: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Así lo explica Blanca de la Torre: “Dado que la isla de Vallisaari se encuentra entre las zonas más biodiversas de la región, comenzamos imaginando qué sucedía cuando los humanos se apartan y las entidades no humanas toman el protagonismo. Nuestro concepto curatorial busca así desplazar la mirada antropocéntrica, posicionando solamente entidades no humanas en primer plano, reconociendo sus diferentes formas de inteligencias y sensibilidades. Entendemos que se trata de una decisión curatorial algo radical, pero nos parecía un gesto que tenía un gran valor simbólico a la hora de mostrar que la crisis ecosocial tiene un origen antropocéntrico.”
Laura Põld: Külmking. Tassel of the Dead, Root of the Living, 2025. Ham Helsinki Art Museum. Foto: ©HAM/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
“La idea de storytelling también desempeña un papel vital en esta edición de la bienal, donde el conocimiento científico se entrelaza con relatos extraídos del folclore, las cosmovisiones indígenas, las mitologías y los saberes ancestrales.” Blanca de la Torre
Tamara Henderson: Worm Affair, 2023. Vallisaari. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Ana Teresa Barboza Interwoven Stories, 2025, detail. Vallisaari. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
La idea de refugio como hilo conductor
Bajo el lema Shelter: Below and Beyond, Becoming and Belonging, las comisarias han impulsado una mirada descentrada, ecofeminista y crítica que desplaza al ser humano del centro del relato. Las obras exploran el refugio como una experiencia compartida entre especies, cuerpos y elementos. Desde cerámicas que invitan al descanso hasta esculturas sonoras o instalaciones de biomateriales, la bienal se convierte en un espacio de resistencia poética y cuidado colectivo. Continúa explicando Blanca de la Torre, “El concepto de refugio, con sus múltiples manifestaciones —físicas, emocionales y ecológicas—, sirve como metáfora de los espacios seguros. Algo que debemos crear y mantener en nuestros entornos socioculturales donde se difuminan los límites entre lo vivo y lo no vivo, instándonos a explorar las posibilidades de coexistencia con otras especies.”
Olafur Eliasson, Viewing Machine, 2001/2003. Vallisaari kuva/Foto: ©Ham/Maija Toivanen
Arte público y legado permanente
Más allá de su duración, la bienal deja huella en la ciudad. Varias obras se integrarán de forma permanente en el espacio público de Helsinki, continuando con el compromiso del Ham de ampliar el acceso al arte. Este año se suman Stranding de Sara Bjarland y From the Dark into the Great Blue Yonder, de Gunzi Holmström. También destaca la presencia de Long daylight pavilion, de Olafur Eliasson, inaugurado el 5 de junio en Kruunuvuorenranta.
Ingela Ihrman: The Giant Hogweed, 2020. Ham Helsinki Art Museum. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Artistas del mundo
En esta edición de la Bienal de Helsinki, participan 37 artistas y colectivos procedentes de 30 culturas diferentes, con especial énfasis en las regiones nórdicas, América Latina y Asia. Entre ellos destacan figuras como Olafur Eliasson, Yayoi Kusama, Ernesto Neto, Otobong Nkanga, Giuseppe Penone, Ana Teresa Barboza, nabbteeri o Edgar Calel. Junto a ellos, artistas como Juan Zamora, Regina de Miguel, Laura Põld o Paul Rosero Contreras amplían el marco hacia la interdependencia planetaria.
nabbteeri: a suitable host, 2025, detail. Vallisaari. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
A diferencia de otras bienales que parten de obras ya existentes, la Helsinki Biennial 2025 apuesta decididamente por la creación de nuevas piezas. Muchas de estas son site-specific, concebidas desde procesos abiertos y colaborativos. Una dinámica que, como explica Blanca de la Torre, implica asumir ciertos riesgos: “Se trata de una Bienal con un fuerte compromiso con la producción de obras nuevas, lo cual siempre supone un gran reto. No se trata de seleccionar piezas que encajen en un discurso, sino de continuar construyendo esas investigaciones a partir del proceso de creación. A menudo sin saber cuál va a ser el resultado final o cómo va a funcionar en determinados emplazamientos.”
Marjetica Potrč: The Living World Deliberates the Challenge of Our Time, 2025, detail. Ham Helsinki Art Museum. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Una visión ecofeminista
La Bienal también destaca por su fuerte presencia femenina, tanto en número como en la diversidad de lenguajes y procedencias. Las artistas mujeres —muchas de ellas provenientes del Sur Global, de comunidades indígenas o de contextos rurales— juegan un papel clave en la construcción de esta edición. Señala de la Torre: “hemos conseguido abordar el tema desde todos los ángulos que nos interesaban. Lo hemos hecho a través de propuestas muy diversas y de disciplinas variadas. Participan artistas de Asia, África, América y Europa, con una presencia mayoritaria de mujeres. Este enfoque enriquece el discurso curatorial. Además, permite visibilizar sensibilidades múltiples, prácticas comunitarias y modos de hacer que suelen quedar al margen del relato hegemónico del arte contemporáneo.”
Sissel M Bergh: Hovren Gåetie (Sky Skin), 2022. Ham Helsinki Art Museum. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Theresa Traore Dahlberg: Signals Beyond, 2025. Vallisaari. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Arte transformador
La Helsinki Biennial no solo propone un enfoque artístico comprometido con el presente, sino que también cuida la coherencia entre el contenido y las formas de producción. Según de la Torre, uno de los logros más destacables ha sido la implicación institucional en el desarrollo sostenible del proyecto: “La diferencia fundamental, esta vez, ha sido no tener que convencer a las instituciones. Desde el inicio entendieron la importancia de adoptar medidas de sostenibilidad. Eso permitió que hubiera coherencia entre el discurso y la metodología. Porque, como siempre insisto, la ecología y la sostenibilidad no son un tema.”
Edgar Calel: Pa ru tun che’ (From the Treetop), 2021 and RäxRoj K’ux (Green-Blue spirit), 2025, detail. Ham Helsinki Art Museum. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
“Hemos ideamos también un decálogo de sostenibilidad que articula el espíritu ecológico que subyace a nuestra misión curatorial.” Blanca de la Torre
Laura Põld: Külmking. Resting Within Puddles and Branches, 2025. Vallisaari Island. Foto: Ham / Helsinki Biennial / Maija Toivanen
Una edición más, la Helsinki Biennial se reafirma como un evento comprometido con la sostenibilidad y con una visión ecocéntrica. Algo que resulta clave para afrontar el futuro desde el optimismo y la acción transformadora. Blanca de la Torre destaca la importancia de ir más allá del discurso para implementar medidas concretas. “Hace falta emprender soluciones prácticas que impulsen una transformación sistémica. En este caso, el Ham ya contaba con un plan de sostenibilidad, alineado con el objetivo de la ciudad de alcanzar la neutralidad de carbono para 2030. Así que en ese sentido, todo ha sido muchísimo más fácil. No solo estamos calculando la huella de carbono de la bienal, sino que también hemos priorizado trabajar con materiales y proveedores locales.”
Kristiina Koskentola: Murder of Crows, 2021, detail. Vallisaari. Foto: ©Ham/Helsinki Biennial/Sonja Hyytiäinen
Ética curatorial
En coherencia con este enfoque, la Helsinki Biennial 2025 adopta un marco ético que se traduce en acciones tangibles y en una filosofía profundamente conectada con el presente. Como señala de la Torre, el decálogo curatorial incluye “un compromiso con la justicia ambiental, una visión ecocéntrica del mundo, el concepto de Hyvä elämä y una postura de optimismo climático.” Frente a las narrativas distópicas que paralizan, la bienal apuesta por imaginar posibilidades, despertar sensibilidades y activar transformaciones. Una invitación a repensar el mundo desde otros modos de habitar, cuidar y pertenecer.
Pia Sirén: Under Cover, 2025. Vallisaari Island. Foto: Ham/ Helsinki Biennial / Maija Toivanen
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