LA MADUREZ DE FINKFoto: Brahm Vanderhoeven

ENTREVISTAMOS A FINK CON MOTIVO DE SU VISITA A NUESTRO PAÍS PARA PRESENTAR SU ÚLTIMO DISCO, HARD BELIEVER

Dicen que los 40 son los nuevos 20, sólo que con mayor estabilidad, no sólo material, sino también emocional. Y el músico Fin Greenall, también conocido como Fink, da muestra de ello. Lleva en la industria de la música prácticamente toda su vida, comenzó de lleno como Dj. Tras una crisis existencial, se aventuró a componer y dió el salto a un folk más melódico. Varios años después y cinco discos a sus espaldas – Fresh Produce, Biscuit For Breakfast, Distance And Time, Sort Of Revolution y Perfect Darkness- presenta Hard Believer, un álbum que muestra toda la madurez mental y musical de su intrépida vida. Grabado en 17 días en los estudios Sounf Factory de Hollywood, ha sido producido por Billy Bush, que ha trabajado con grupos como Garbage, Beck o Foster The People. Aunque todos sus discos hasta la fecha han sido publicados con la discográfica Ninja Tune, al dar el cambio a un sonido más folk con Hard Believer, fundó su propio sello, R’COUP’D, con el que ha publicado este sexto trabajo, pero sigue directamente vinculado a Ninja Tune. Además de esto, ha colaborado con artistas de la talla de Amy Winehouse, Michael Pitt, John Legend, Banks e incluso la Royal Concertgebourow Orchestra, con la que grabó el disco Queen´s Night. Su música ha aparecido en series como CSI: New York, Friday Night Lights y numerosas películas. Con todos estos datos en la cabeza, hemos tenido la oportunidad de hablar con Fin Greenall sobre su música, su carrera y la industria musical, para intentar aprender y captar todo ese conocimiento que se palpa en cada una de sus letras y melodías. Si no te convence toda nuestra introducción, quizá lo haga esta entrevista o, mejor aún, si te gustan grupos como Bonobo, Hexstatic, The Cinematic Orchestra, Mr. Scruff, o Up, Buste & Out, entonces Fink te encantará.

¿De dónde viene el nombre de Fink? Cuando era dj hacia samplers de muchos discos, lo que era ilegal en su momento, pero también muy guay, y Fink significa en América algo así como “alguien en el que no puedes confiar”, casi ilegal, y creo que tenía sentido. Cuando hice el cambio de dirección y tenía este álbum folk, el sello con el que estaba trabajando me comentó que si quería cambiar de nombre podía hacerlo, aunque creo que en realidad no importa cuál sea tu nombre, no importa para nada. Radiohead es un nombre bastante raro para una banda y sin embargo ellos son geniales. Creo que el nombre en realidad no significa nada en sí, al menos no para mí.

¿Cómo te convertiste en músico? Bueno, siempre he estado unido a la música, mi familia está llena de músicos. Entré en este mundo cuando era un niño, me encantaba escuchar la radio, ver programas en la televisión sobre videoclips… Algunos niños están interesados en el deporte o en las películas, para mí lo natural era la música, era todo lo que quería hacer. Después, cuando crecí y me metí en el mundo del skate, eso también tenía una banda sonora: metal, trash metal, speed metal… de pequeño estaba super metido en estos tres géneros que eran los que predominaban en esa época. Más de adolescente me metí en el hip hop, dance, música electrónica de mitad de los 80… Soy muy afortunado por haber formado parte de esa generación de jóvenes que presenciamos la revolución y la forma de ver todo, la cultura hip-hop, la música rap era totalmente distinta, la música electrónica era totalmente distinta. Obviamente no me iba a hacer rapero porque soy de Bristol, tampoco me iba a hacer heavy-metal porque no era mi rollo, pero la electrónica sí que me llamaba la atención. Fui a la universidad y también comencé a viajar al estilo mochilero por un año y medio. Después volví de nuevo a la universidad y un amigo mío me dijo que con un ordenador podríamos hacer música trance, y eso era algo asombroso, así que nos pusimos a grabar cosas y nos creíamos los más guays (risas). Sí que era muy divertido por la cantidad de información que podías sacar de ahí y todo lo que podías hacer. Y desde entonces me hice adicto. Cuando me mudé a Londres y empecé a trabajar como DJ, a mezclar y producir, me metí en una discográfica, empecé desde abajo y así pude empaparme de todo y aprender. Sé cómo funciona mi negocio musical: grabas un disco, lo publicas y lo pones a la venta, tal cual. Un par de miles de copias y ¡bien! ¡adelante! Pero yo quería saber cómo se hace un álbum a lo Michael Jackson, cómo se trabaja eso, porque no es el mismo trabajo que el mío. Así que estuve siete años trabajando en la industria musical, en una discográfica, para aprender cómo funcionaba el negocio. Lo que importa es siempre la música, por eso ser una banda que ya lleva su sexto álbum de estudio es algo genial. Llevar ocho años con esto es algo increíble, nos hace felices estar en el negocio. Muchas gente está dentro de la música y se queja mucho porque su música no tiene éxito. Sinceramente, si quieres hacer un álbum, hazlo, no te quejes porque no lo ponen en la radio y sólo hazlo. Mis discos no se venden a millones y eso da igual, es retorcido querer hacer música sólo para vender mucho. No he vendido ocho millones de copias y nunca me ha importado.

¿Crees que algún día harás un álbum icónico tipo OK Computer o Nevermind? Eso espero (risas)… Siempre intentamos ser originales, lo que no significa que lo seamos en absoluto, pero cada álbum requiere una gira, una promoción, ir a la radio, hacer dinero… así todo el mundo estará contento con lo que haces. Son todo compromisos. Pero ahora que ya estamos en una posición en la que podemos hacer todo lo que queramos no paro de pensar y esforzarme para llegar a eso tan bueno y original. El otro día estaba tumbado descansado en mi sofá, pensando, y me puse a mirar todos los discos de Radiohead, y no han envejecido para nada. Siguen sonando tan increíbles, nuevos, frescos y relevantes como el primer día, incluso después de tantos años. Amnesia, Kid A… son todos increíbles y me pregunto exactamente por qué es esto, cómo es esto. No es algo lógico, ellos hicieron lo que quisieron y ahí está y ahí es donde está mi cabeza ahora mismo. Hard Believer es el final de todo este larguísimo viaje desde la habitación hasta el sold out en los conciertos. Es un gran viaje que ha sido increíble. Mi objetivo de aquí a 400 años es ser considerado un Aphex Twin o algo así. Sólo eres tan bueno como tu último disco.

LA MADUREZ DE FINKFoto: Tommy Lance

¿Por qué decidiste cambiar la música electrónica por algo más folk/melódico? Después de 10 años de ser DJ, es como que ya estaba cansando, me lo pasé muy bien siendo DJ, pero cuando no tienes 25 años tu cuerpo se empieza a cansar, tu cuerpo empieza a agotarse al tocar a las 4 de la mañana durante 3 horas. Ya no estás en ese mood, ya no es prioritario conseguir una chica o lo que sea. Y en 2011/2012 la música dance dio un cambio raro… Todos los jóvenes que venían detrás de mí tenían otro rollo muy distinto al que tenía yo, pinchaban de una forma más masiva. Todo era muy guay pero no era mi rollo, todo cambiaba. Y como DJ no pinchaba casi nada de lo que era mío, de hecho casi ningún DJ pincha nada que sea suyo, ellos hacen música pero no la tocan. Estaba muy cansado de hacer música y no poder tocarla, y no sé, de repente un día terminé una sesión, me fui a un hotel muy guay, muy lujoso, estupendo, con un nuevo amigo y después me levanté en plan, lo dejo, se acabó todo. Así que tuve que cambiar todo completamente. Cambié mi vida, me mudé a Brighton, cerca del mar, desaparecí, me dejé la barba. Tuve que romper con toda mi vida pasada y con todo para poder entender cuál iba a ser mi nuevo lugar. Y pasaron como unos seis años. Me di cuenta de que retirarme de ser DJ no era una cuestión solo musical, implicaba también cambiar el tren de vida que ello suponía, el decir adiós a cobrar 2.000 libras a la semana. Londres se llevó ese dinero de una forma súper rápida, no tenía suficiente dinero para vivir, así que 6 meses después, sin trabajo, fue como ¿dónde se ha ido todo mi dinero? Y pasé de ser un DJ a un compositor con una guitarra pobre, y lo más fuerte de todo esto, lo más raro, es que fui más feliz que nunca. Estaba completamente arruinado, no sabía qué es lo que estaba haciendo, ni cuál iba a ser el próximo paso, ni en la música, ni en mi vida, y sin embargo fui más feliz que nunca. La música de Javier González en ese momento me ayudó mucho porque vi que podía ser guay ser un compositor, que no había nada malo en ello, y fue como, venga, puedo hacer eso. Puedo hacerlo.

¿Cómo te sientes tras tantos años en la industria de la música? He sido productor, DJ, el chico de esto y aquello, becario, marketing, he hecho de todo… Y creo que es una industria honesta. Es una de esas industrias que es una meritocracia, es decir, tú recibes un premio directamente de tu talento. Alguien como Chris Martin de Coldplay, es un gran compositor, sus primeros discos son así, él compone genial y ahora es millonario y conocido en todo el mundo. En el mundo del pop es diferente, consiste en cogerle el dinero a una niña de 14 años, como sea, por eso existe One Direction. Es como KFC, si tú coges un pack de alitas de pollo, con ese dinero en realidad podrías comprar dos pollos enteros y tener para dos semanas, pues lo mismo pasa con One Direction. No lo digo a mal ni quiero faltarles al respeto, en absoluto, sólo digo que es algo masticado, pensado y producido para las masas. Esos chicos son sólo negocio, no música. Lo mismo con Will.I.Am, o el rollo Rihanna, es todo negocio. Sin embargo, esos acordes, todo eso es muy bueno. Tu escuchas Diamonds de Rihanna en la radio y piensas, vaya basura, sin embargo, a los diez minutos te encanta y te parece increíble. Está perfectamente producido, modificado, para que a la gente le atrape en el momento. Por ejemplo, J.Lo con la canción de Pit Bull. Está diseñada para que sea número uno en Indonesia, Japón, en todo el mundo… Estuve en esa industria cuando trabajaba en la discográfica y es un juego total, es fascinante. Voy a poner un millón de dólares en esto y de repente ganas 20 millones. No pierdes nada. Una de las cosas de ahora es Youtube, Spotify… Hay dinero en el streaming, es pequeño pero está ahí. Si pones tu vídeo en Youtube y recibes un millón de visitas, ganas 100.000 dólares, que no parece mucho, pero si tú has invertido en un videoclip y es un vídeo de Beyoncé, ya has rentabilizado el dinero porque ya lo has ganado e incluso triplicado sólo con las visitas. Esto es nuevo en la industria de la música. En el pasado, antes, tú hacías un vídeo lo enviabas a todos los MTV del mundo y no podías hacer dinero de eso, sólo buena promoción. Ahora puedes hacer dinero. Antes escuchabas un hit en la radio y si te gustaba te comprabas el disco, te gustase o no. Ahora no, ahora a lo mejor puedes escucharlo en Spotify y si te gusta de verdad lo compras, y si no te gusta no lo haces. Creo que es genial. Me encanta.

¿Cuál es tu instrumento favorito? Ahora estoy muy metido en la guitarra acústica. Todo lo que tenga que ver con la guitarra acústica me encanta. De hecho mi pieza favorita es una guitarra flamenca que tengo de Madrid, que ha estado conmigo desde el año 2005 y aunque se cae a pedazos está genial. Me gusta mucho la música ahora del medio-este en estos momentos, todo ese rollo un poco gipsy y tal. Y en realidad lo que más me gusta es la guitarra flamenca, no sé por qué tengo mucha conexión con eso, quizá porque mi familia la tocaba cuando yo era pequeño. El flamenco y el blues están muy conectados, el flamenco y la guitarra es como la puerta a toda la pasión, lo intenso, con ese toque arábico, es increíble. El buen flamenco es una cosa que engancha. Hubo un tiempo en el que estaba tan metido en el mundo del flamenco que pensé que a lo mejor podía tocar Paco de Lucía, y después me di cuenta de que quizá me llevaría una vida entera tocar como Paco de Lucía, no ser cómo él, sólo ser capaz de tocar así. Y con quince años me di cuenta de que estaría toda mi vida intentando ser como alguien que ya ha nacido con ese genio, por eso decidí centrarme en hacer lo mío y centrarme en mi talento. En ello estoy y todavía sigo en ese viaje.

Es bueno que sepas que todavía estás en ese proceso… También tengo un dedo meñique muy pequeño, pero muy pequeño y claro, no se puede tocar bien la guitarra de flamenco con este dedo así. Para poder tocar flamenco tienes que tener el meñique tan largo como anular, y sin embargo el mío es enano.

¿Por qué comenzaste con tu propia discográfica R’COUP’D? Siempre he tenido sellos, en el pasado he tenido de música dance, es divertido. Pues cuando enseñé Hard Believer a Ninja Tune, me dijeron que no era muy Ninja Tune. Les encantaba pero no encajaba. Ellos estaban acostumbrados a algo más electrónico ambiental y este disco es más folktrónico, más rock. Entonces no encajaba. No queríamos perder la amistad, porque hemos sido amigos durante 15 años. Cosa que es muy rara en la industria musical. Y claro, tras tantos años de amistad y trabajo no queríamos echar a perder eso, no nos importa el dinero, nos importa la conexión. Así que dijimos, por qué no montamos una discográfica, anexa a Ninja Tune, pero que publique otro tipo de cosas. Así que mi sello publica las cosas que no tienen que preocuparse por no ser demasiado Ninja Tune, lo que significa que si encuentro músicos que me gustan significa que puedo publicarlos ahí, lo que también significa que si Ninja Tune descubre músicos que le gustan pero no encajan en su concepto, pues pueden contar con ellos. Tenemos algunos artistas que nos gustan. Es diversión pura el tener tu propio sello. Además R´COUP´D es el nombre de mi firma de ropa y así se hacen publicidad mutuamente.

¿Tienes una marca de ropa? Sí, tengo una línea de ropa. De hecho estoy muy metido en todo lo que es el mundo de la moda. Me encanta la ropa. Nuestra ropa está enfocada en la moda masculina. Ya sabes, cuando vas a comprar ropa de hombre a una tienda es completamente deprimente, porque ves todo lo que no tenemos. Si vas a la zona de mujer existen miles de opciones, falda larga, corta, midi, igual con los zapatos o los pantalones. En cambio nosotros si vamos y miramos algo no es el corte sino el color, y si quieres comprar algo distinto o especial no hay mucho más. Es como, ¿de verdad sólo tenemos esto? ¿en serio? Quise encontrar el equilibrio entre lo couture y la ropa de hombre. Claro, lo malo es que sólo hay ropa de mi talla. Si vas a comprar en nuestra página web sólo hay talla única y es la mía.

¿Viste el desfile de Galliano para Margiela? Es verdad que Galliano está de vuelta, ¡es genial! Galliano es uno de mis diseñadores favoritos. De hecho estuve viviendo unos años en París y conozco el bar donde pasó todo lo que pasó. Y cuando lo ves piensas ah, ¿por qué fuiste tan tonto? Porque sus obras son increíbles. Y me encanta Margiela, todo lo relacionado con esa casa me fascina. De hecho tengo muchas cosas de Margiela que compré sin saber que eran de Margiela. A mí todo el rollo nuevo de etiquetas y logos no me gusta, no me convence que Margiela sea el nuevo Gucci la verdad. Me gusta mucho lo anónimo. Una vez me estaba probando unos pantalones en una tienda muy trendy de París y me preguntaba de quién eran esos pantalones tan increíbles, que sólo tenían números en la etiqueta, pensé que era una firma parisina underground. Siempre que puedo me compro cosas de Margiela. Me encanta su colaboración con H&M, y me encanta que puedas comprar una bufanda de 600 euros por sólo 20. Llevo un Margiela por 20 euros. Soy super fan de esa casa y ojalá no cambie ni se vuelva comercial.

¿Cómo definirías tu estilo musical? Es como folk/rock/psych pero con un toque clásico de composición musical. Es como un poco indie ahora mismo, es muy difícil para el artista describir o encuadrar lo que hace.

¿Cómo te sientes más cómodo? ¿Siendo músico, productor o DJ? ¿Qué te gusta más? Ahora mismo me siento más cómodo siendo músico, la verdad. A veces hago de DJ en Berlín con un amigo, sólo por diversión. Ponemos cosas tipo 90 y techno. Creo que lo que más me gusta es ser músico y componer, y ese sentimiento de saber que eres bueno en algo, es genial. Me encanta componer y cuando voy de gira me encanta ponerme en forma y seguir componiendo, y creo que soy mejor en eso que en otras cosas, la verdad.

¿Cuál es el disco favorito de toda tu carrera? Bueno, realmente no escucho mi música una vez la he grabado. Así que no sabría decirte. Ahora que estoy en medio de la gira de Hard Believer, tengo una relación muy complicada con este disco. Pero si tuviera que decir uno te diría Perfect Darkness, porque es increíble, al menos para mi. Publicamos ese disco y todo cambió, todas las entradas de esa gira se agotaron, algunas canciones aparecieron en películas. También podría decir que Hard Believer es el mejor disco que hemos hecho, saldremos de gira y estaremos por España una semana, por eso creo que Hard Believer es uno de mis favoritos también, pero no lo sé porque estoy en mitad de todo con él, así que quizá en el próximo mi favorito será este.

Si tuvieras que decir una cosa de cada álbum, Fresh Produce, Biscuit For Breakfast, Distance And Time, Sort Of Revolution y Perfect Darkness, ¿qué dirías de cada uno de ellos? Sí podría decir de Fresh Produce que fue en ese momento en los años 90, que sólo toqué un track de esa canción, todo eran samples, de otra gente, que fue genial, era muy de su tiempo. Biscuit For Breakfast cambió todo porque empecé a hacer gira por Europa con él, lo que era genial, pero también es un poco naïve, mono. Distance And Time fue el primer disco propio producido por otra persona, y quizá es el peor, no para nosotros, sino porque fue el que peor ventas tuvo, aunque para nosotros es uno de los mejores, tiene grandes temas, nos cabreamos mucho por esto y también perdimos bastante dinero. Sort Of Revolution contiene algunas de mis producciones favoritas, estoy muy orgulloso de ese disco. Perfect Darkness tiene canciones que me encantan y Perfect Darkness me gusta también. También tocamos con una orquesta sinfónica y Hard Believer es el más ambicioso, más grande, más ruidoso, más intenso, más libre. Sólo queremos ser más grandes y mejores. Cuando pienso en todos los discos veo que todos son diferentes entre sí y eso es muy guay, veo que en cada disco hemos tomado una dirección muy distinta a la anterior y esto está muy bien. Si te gusta una banda y de ese grupo algunos discos te gustan más que otros eso es una buena señal, eso significa que el grupo ha hecho álbumes distintos, que no se ha repetido, no te tienen que gustar todos los discos que han hecho. Si un grupo ha hecho el mismo disco seis veces, es decir, que ha seguido la línea del primero, es que no ha evolucionado, por eso intentamos hacer cosas distintas.

LA MADUREZ DE FINKFoto: Brahm Vanderhoeven

¿Cómo conociste a Guy Whittaker y Tim Thornton? Porque ellos tocan contigo en la banda, sois los tres. Sí, básicamente somos amigos. Durante mucho tiempo salí con la hermana de Guy y somos amigos desde entonces y Guy estaba en un grupo de punk con Tim, asi que cuando necesité un bajista y un batería, a la primera persona que llamé fue fue a Guy porque le conocía de años, es como un hermano, y sabía que Guy y Tim han estado en bandas durante años. Y desde entonces ha sido un no parar, me siento muy unido a ellos. Es genial estar en una banda con tus amigos.

¿Y después de tantos años? Compartir esos momentos con amigos es genial. Porque no puedes compartirlo con tu pareja porque no está ahí, pero sí con tu banda que al mismo tiempo son tus amigos. Es genial compartir la experiencia, compartir el dinero, compartir todo con tus amigos, porque si en algún momento se vuelve aburrido hacer lo que haces, no es aburrido salir con tus amigos, nos ayudamos los unos a los otros cuando estamos en momentos bajos, así que es genial. No me imagino haciéndolo sin ellos.

¿Cómo explicarías la evolución musical desde Fresh Produce to Hard Believer? Creo que se podría explicar o más bien ver en las giras, es decir, todo el viaje que hemos pasado desde un disco a otro, que ha ido creciendo en las localizaciones, los espacio han ido creciendo y han sido más grandes, entonces en algunos sitios, cuando grabábamos el disco, ya sabíamos que ibamos a llenarlo completamente, por la historia de cada álbum. Por eso cada vez que escribimos un álbum sabemos que tenemos que escribir un disco que se adecúe a esos espacios y que encaje perfectamente, que lo hagamos genial en ese escenario. Tenemos que reescribir las canciones para cada escenario para estar a la altura, creo que esa es la mayor diferencia entre cada uno de ellos. Que sabemos que vamos a tocar en sitios más grandes, en sitios mejores. Por eso creo que la evolución es una cosa viva, que está pasando constantemente, está siendo genial.

Has colaborado con mucha gente como Amy Winehouse, Michael Pitt, John Legend, Banks y con la Royal Concertgebourow Orchestra grabaste el disco Queen´s Night. ¿Cuál ha sido tu colaboración favorita? La colaboración con Amy Winehouse fue épica, pero creo que me quedo con la de John Legend, trabajar con él fue genial. Tiene mucho talento, un talento real que funciona, que sirve, está muy centrado. Fue genial trabajar con él, su voz define hacia dónde va a ir, tiene mucho bagaje musical, toca soul, blues, gospel. Es genial el poder ir a América y trabajar con gente así que tiene tanto talento, que conoce y que sabe, es genial ir ahí. Sabes por qué estás ahí y para qué. No se guarda nada para él, sino que muestra todo lo que tiene, todo su talento, para hacer algo mejor. Empezamos a colaborar en el 2007 y todavía lo seguimos haciendo, es genial cómo pasan los años y que sigamos con ello. Es genial.

¿Cuáles son tus planes para el futuro? Pues estaré de gira a partir de esta semana durante dos meses por el Sur de Europa y el Este. Después volveré a Berlín en Primavera. Terminé la semana pasada el nuevo disco que saldrá a la luz en abril, una versión de remixes electrónicos de Hard Believer, también publicaré un disco de blues que he estado escribiendo estas Navidades. Y después quizá tengamos una gira por América, Latinoamérica, la época de los festivales… y después vacaciones, creo.

Fink en directo: 22 de enero, Madrid, Sala Arena + 23 de enero, Barcelona, Sala Bikini + 13 de marzo, Bilbao, Sala Antzokia

LA MADUREZ DE FINKFoto: Christine Van Der Merwe