La Movida. Crónica de una agitación

Foto Colectania reúne en una ambiciosa exposición la obra de cuatro fotógrafos clave de La Movida: Alberto García-Alix, Ouka Leele, Pablo Pérez-Mínguez y Miguel Trillo.

Imagen superior: Miguel Trillo, Madrid 1982

La Fundación Foto Colectania, gracias a la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, inaugurará el próximo 17 de octubre la exposición La Movida. Crónica de una agitación. 1978-1988’, comisariada por Antoine de Beaupré, Pepe Font de Mora e Irene de Mendoza y coproducida por Foto Colectania y Les Rencontres d’ Arles.

La Movida. Crónica de una agitaciónImagen superior: Miguel Trillo, Madrid 1982

La exposición presenta una multifacética mirada sobre La Movida, en la que se podrán contemplar extraordinarias fotografías de época de todos los autores, auténticas joyas como las copias de época de García-Alix, los originales coloreados de Ouka Leele, o los cibachromes de Pérez-Mínguez y Miguel Trillo.

La muestra incluye además una selección de materiales como vinilos, fanzines o carteles, así como una proyección de actuaciones musicales, que complementan los universos fotográficos de los fotógrafos, con otros ámbitos a los que estuvieron vinculados, como la música o el cine.

Las obras de La Movida. Crónica de una agitación. 1978-1988’ pertenecen a los propios fotógrafos y a la Colección Adolfo Autric.

La Movida. Crónica de una agitaciónAlberto García Alix , Ana Curra esperando mis besos, 1984

La Movida está considerada una de las épocas más singulares y espontáneas de la cultura contemporánea española, que tuvo lugar fundamentalmente en Madrid en los primeros años ochenta, coincidiendo con la alcaldía de Enrique Tierno Galván. Tras varias décadas de dictadura y ostracismo, la transición española vio aparecer una nueva generación fascinada por la modernidad, y la idea de lo nuevo, que cristalizaría en creadores procedentes de diferentes campos como la música, la moda, el cine, la pintura o la fotografía. Este apogeo cultural se distinguió de otras ciudades europeas por ser un fenómeno, que conectaba directamente con la vida cotidiana del momento. El arte era la vida, y La Movida, según uno de sus protagonistas, Pablo Pérez-Mínguez, “tenía la magia de la sorpresa”.

La Movida. Crónica de una agitaciónAlberto García Alix, Eduardo y Lirio 1980

Madrid cambia y en las calles empieza a haber más gente por la noche que por el día. Salas de concierto como El Pentagrama o la mítica Rock-ola, se convierten en espacios neurálgicos del ambiente underground.

Multitud de fanzines y revistas, ahora consideradas de culto, como La Luna de Madrid y Madrid me mata, vehiculan ideas y posicionamientos

Miles de jóvenes de todo el país, siguen semanalmente programas de televisión que estaban a la vanguardia de Europa, como La edad de oro, por la que desfilaron en directo artistas y grupos musicales tanto nacionales como internacionales, o La bola de cristal, un programa dirigido al público infantil que protagonizó la polifacética Alaska, y que incorporaba actuaciones musicales de líderes del momento como Santiago Auserón de Radio Futura. Es también la época donde salen a la luz las primeras películas de Pedro Almodóvar como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, rodadas en cualquier sitio, con diálogos desenfadados y llenas de situaciones disparatadas.

La Movida. Crónica de una agitaciónPablo Pérez Mínguez, Alaska, Pedro y Fabio 1979-1985

La Movida. Crónica de una agitaciónPablo Pérez Mínguez, Divina may 1979-1985

La Movida se convirtió, ya en su momento, en un fenómeno enormemente publicitado y mitificado.

Periódicos y televisiones de todo el mundo fueron a Madrid para hacer reportajes de lo que allí estaba pasando.

Pero más allá de ser un movimiento generacional o de compartir una sola ideología, La Movida fue un momento histórico de gran efervescencia, optimista y con un eclecticismo acusado en muchas ocasiones, de un exceso de narcisismo y frivolidad. Quizás por eso algunos han renegado de este movimiento, al que sería interesante aproximarse desde una óptica distinta: la de la búsqueda de la libertad y la reivindicación de ser uno mismo tras un largo periodo de estancamiento.

La Movida. Crónica de una agitaciónOuka Leele, Peluqueria 16. 1979

La Movida. Crónica de una agitaciónOuka Leele, Madrid. 1984

Tal vez, como afirman muchos de sus protagonistas, el secreto de La Movida se reduce a que ha habido épocas en las que la gente, simplemente, se ha ‘encontrado’. O como dijo Pérez-Mínguez, “donde haya tres personas con ganas de hacer algo juntos, hay una movida”.

Texto extraído de la nota de prensa

La Movida. Crónica de una agitación, 1978-1988
Del 18 de octubre al 16 de febrero de 2020
Fundación Foto Colectania
Passeig Picasso 14
08003 Barcelona