Los Brutos, obra teatral con la que debuta Roberto Martín Maiztegui en el Centro Dramático Nacional.
El regreso a las raíces, al barrio y a las primeras veces. Esta es la historia de Los Brutos, una llamada a la perseverancia de la vocación y al caminar las posibilidades que se presentan ante cada uno de nosotros. En el Cdn hasta el 15 de junio.
Un día en un barrio madrileño: historias personales en cada rincón
Es un día como cualquier otro, en un barrio castizo madrileño. La escena que se presenta ante ti resonará muy adentro pasados unos años, cuando parezca que todo es nuevo, pero aún esto no lo sabemos. Casas de ladrillo marrón claro y toldos verdes botella cubren las terrazas y ventanas de las casas del barrio. En cada una de ellas sucede una historia, personal y única. Suena el telefonillo para bajar al banco a fumar un par de cigarrillos mientras se habla de lo que sucede, de lo cotidiano y lo extraordinario.
El paso del tiempo y la importancia de la memoria
Todo pasa tan rápido que solo las palabras pueden conseguir que las cosas permanezcan un poco más en el presente. El tiempo vuela y parece que todo puede durar para siempre cuando uno es pequeño, pero es normal que la vida nos pase por encima, nos zarandee y nos sitúe en otros caminos muy distintos al punto de partida. Un homenaje a todas esas personas con las que crecimos, a los amigos de la infancia, a las experiencias adolescentes y a las primeras veces. El soporte familiar, la escucha, la educación y los sueños cumplidos. Los Brutos, es una radiografía social de la que muchos se sentirán cerca.
La dirección de Roberto Martín y su visión artística de Los Brutos
Con esta historia, Roberto Martín se estrena como director de escena en el teatro Valle-Inclán, en una producción del Centro Dramático Nacional. Anteriormente, ha creado y guionizado La Ruta, proyecto que recibió el premio Ondas y premio Feroz a mejor serie dramática, entre otros reconocimientos. También ha participado en series como La Valla (Netflix) o Nos vemos en otra vida (Disney+). En escena, late el poder transformador que nace con la escucha y la apuesta por la vocación artística del protagonista.
La vuelta de Francesco Carril y la construcción de recuerdos
Francesco Carril vuelve al teatro después de un par de años en rodajes cinematográficos para encarnar a Nito, un chaval del sur de la capital que vive para escribir y contar historias, esto le lleva a estudiar en una escuela de cine y romper con lo conocido hasta el momento. Le acompañan en escena Javier Ballesteros, Ángela Boix, Olivia Delcán y Emilio Tomé. Todos ellos conforman la familia heredada y la que un día elegimos. Sin quererlo, el elenco construye los recuerdos de la adolescencia sobre los que cimentamos nuestros pasados y definen nuestros orígenes. Nito se presenta como un chaval de barrio y se desarrolla como una persona de clase media acomodada. En este arco, él busca narrar sus recuerdos, crear historias muy cerca de la realidad, lejos de la ficción, lo que él no sabe es que bucear en la memoria supone inventar una narrativa que nunca será del todo certera.
Los Brutos: una carta al pasado y a la búsqueda de identidad
Los Brutos es una carta al pasado y al niño que un día fuimos, llenos de sueños, ilusiones, dudas e incertidumbre. Roberto Martín aboga por traer literalmente al presente lo que un día fuimos para poder, hoy, renovarnos, narrarnos desde otro lugar. La profesión de Nito le aleja de su pasado pero paradójicamente le acerca nuevamente en una búsqueda de identidad profesional.
Los Brutos
Centro Dramático Nacional
Teatro Valle-Inclán
Hasta el 15 de junio