NOCILLA LAB

EL FIN DE LA TRILOGÍA

Han pasado tres años desde que Agustín Fernández Mallo comenzara el Proyecto Nocilla y la verdad es que ha dado mucho de qué hablar. Lo que es indiscutible es que esta trilogía ha supuesto una revolución en el mundo de las letras españolas y la creación de una nueva generación de autores españoles conocidos como la Generación Nocilla. Con Nocilla Dream primero, Nocilla Experience después y Nocilla Lab ahora, que es la que cierra esta trilogía, el autor gallego profundiza en el tema de la soledad. En Nocilla Lab, Fernández Mallo ha dividido el libro en cuatro partes en las que hay un poco de todo. Desde texto con palabras que desarrollan la trama a modo de road movie, o una breve historia en formato de cómic, dibujada por Pere Joan. En esta novela, una pareja, en la que uno de los personajes se llama como el autor del libro, planea poner en marcha un proyecto, mientras hablan de sus sueños, recuerdan su pasado y su propia relación.

Entrevista a Agustín Fernández Mallo

Con Nocilla Lab das por terminada una trilogía… ¿por qué tres? ¿cómo sabes que has terminado una serie? Pues eso es como un misterio, ¿no? No lo sé. De repente ves que no tienes nada más que decir sobre ese asunto. O más bien, que si dices más meterías la pata, por redundante. Y te paras. Sin embargo, cuando iba por la mitad de la primera, Nocilla Dream, ya vi que tenían que ser tres. Supongo que uno, con la experiencia, está acostumbrado a calcular los trayectos y las fuerzas necesarias para acometerlos. Por otra parte, es bueno poner coto a las cosas desde un principio, cierto límite, sino terminas diluyéndote. La poesía siempre trabaja contra algo.

También cierras una etapa de tu vida de tres años durante la que has dado mucho de qué hablar. ¿Qué van a decir de ti ahora con este tercer libro? ¡Ja!, buena pregunta, pues no lo sé. Ojalá se supiera. Yo creo que es un libro diferente, tanto a Nocilla Dream como a Nocilla Experience, muy diferente, para empezar es casi un monólogo y hay fotografías y cómic a cargo de Pere Joan, y eso abre otros registros en mi trayectoria y en las expectativas que se puedan tener de ella. Este libro entronca más con ciertos libros de poesía anteriores, míos, como por ejemplo, Carne de Píxel.

Hablas de la soledad del ser humano contemporáneo… ¿no te parece un poco chocante hablar de soledad cuando estamos viviendo una época en la que precisamente estamos más conectados que nunca con el resto del planeta a través de internet? Sí, claro, es que cuando hablo de la soledad no hablo de la típica soledad no querida y amarga, sino de cómo estamos conectados y comunicados pero en islas. Cosa que no me parece mal, dicho sea de paso. Pero en Nocilla Lab ya no hablo tanto de eso como sí de la disolución del autor, de cómo el autor se va diluyendo en su propia ficción por intentar alcanzar un sueño absurdo.

¿Hay algo autobiográfico en Nocilla? ¿se parecen a ti los personajes? ¿hay un personaje que se llama como tú en la novela o tú te llamas como él? Siempre hay algo biográfico en todo, porque es imposible narrar sobre algo que no está de alguna manera en ti. En Nocilla Lab el personaje se llama como yo, y cuenta cómo escribió las dos primeras novelas, Nocilla Dream y Nocilla Experience, y eso es bastante real, pero el resto es ficción. Bueno, más o menos ficción.

¿Y ahora qué? ¿Hay vida después de Nocilla? Vida sí, y mucha. Pero ya veremos cuál. No me gusta planear estas cosas, ya que han de ser lúdicas. Lo único que planeo es cómo pagar la hipoteca mañana, cómo comer, etc. La literatura para mí es muy importante, me constituye, pero también tengo claro que, vista desde lejos, es un lujo superfluo que es mejor no programar. Pierde la gracia.

Por cierto, ¿nos vas a contar en qué consiste el Proyecto Nocilla finalmente? Bueno, creo que está con esta novela y con la película que he hecho del Proyecto (dura 60 minutos y se podrá descargar en mi blog a partir del 14 de octubre) queda bastante explicado. Pero no explícitamente. Es algo más alusivo. Lo que importa, creo, es disfrutar con las novelas, no tanto de la explicación de las mismas. La presunción de inteligencia del lector me impide darle algo cerrado, que cada cual interprete.

Con la trilogía Nocilla has creado una nueva generación de autores experimentales. ¿Cómo te defines como escritor? ¿Qué tipo de escritor eres? Bueno, es que para mí no es experimental, porque es como vivimos hoy en día. Lo experimental hoy es hacer una novela como de hace 40 años, porque el mundo ya no es así, ni nadie escribe así.

La trilogía Nocilla es una de las apuestas literarias más innovadoras de los últimos años en la literatura en español. ¿Siempre te arriesgas tanto? No, no siempre. Como te decía, sólo arriesgo en aquello que es un juguete, aquello que, en realidad, no tiene mucha importancia. Para mí la literatura no es lo más importante que existe. En las cosas importantes soy bastante conservador. Me gusta tenerlas atadas para después poder jugar sin preocuparme.

¿Qué es lo mejor y lo peor que han dicho de ti? Lo mejor, que he abierto puertas para que otros sigan buscando, eso me llena de ilusión, un trabajo que ya había comenzado hacía unos años en poesía, porque, en realidad, toda mi narrativa viene de mi poesía. Lo peor, pues no sé, no lo recuerdo, pero casi siempre eran opiniones de gente estéticamente conservadora, que ni comen ni dejan comer. Verás a mí me encanta que haya todo tipo de literatura, no soy fundamentalista. Pero no todo el mundo piensa igual.

Un deseo para el 2.010… Tu pregunta tiene trampa, me lo pones a huevo: vender muchos libros, claro.