Seleccionamos 5 Paradores en emplazamientos únicos, para aquellos que vivís en las grandes ciudades y necesitáis momentos de desconexión y contacto directo con la naturaleza y la montaña
Recorremos cuatro comunidades de España para seleccionar los Paradores que tienen una relación especial con la naturaleza. Son lugares perfectos para ir en pareja o con la familia. Hemos recorrido las comunidades de Castilla y León, Cataluña, Galicia y Cáceres. Algunos de los lugares que te proponemos son ideales para esquiar, recorrer calzadas romanas, observar águilas imperiales o visitar lagunas. Todos perfectos para disfrutar de la naturaleza, la gastronomía y la historia de España.
Estos son los Paradores perfectos para disfrutar de la naturaleza y la montaña
Imágenes superiores: Parador de Vielha
1) Parador de Vielha (Lleida)
Vielha es la capital del Val d’Arán. En ella se combina el aire sereno de las montañas con la animación que le otorga ser un referente turístico. Vielha es famosa, además de por sus paisajes, por sus rutas románicas, su arquitectura y su historia. El Val d’Arán tiene la mayor concentración de iglesias y santuarios, destacando la iglesia de Sant Miquéu de Vielha, en el casco histórico de la ciudad; donde también encontrarás el Museo Etnológico Val d’Arán y el Museo de la Lana.
El Parador de Vielha es el lugar ideal para disfrutar de la naturaleza del Val d’Arán y de la nieve en las cercanas pistas de esquí de Baqueira-Beret. Cuenta con servicio de masajes, spa, piscina interior, solárium, jacuzzi y sauna. Y desde algunas de sus habitaciones de contempla el espectacular paisaje del valle.
Para no perder de vista las impresionantes vistas, el Parador dispone de un comedor circular acristalado donde seguir disfrutando del paisaje mientras degustas las especialidades de la carta.
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2) Parador de Cambados (Pontevedra)
Cambados es la capital del Albariño, uno de los mejores vinos blancos del mundo. Es un destino perfecto para la práctica del turismo enológico y el mejor escaparate de pazos y casa señoriales más impresionantes de Galicia. Uno de esos pazos, el antiguo Pazo de Bazán, es hoy el Parador de Cambados; una elegante mansión solariega de confortables y luminosas habitaciones, que conserva su patio interior y la galería, y está rodeado de un extenso jardín.
Cambados tiene el tamaño perfecto para recorrerlo a pie. Su casco histórico declarado Bien de Interés Cultural, ofrece historia, cultura y patrimonio. Desde el Parador puedes recorrer la Ría de Arousa y, si dispones de tiempo, adentrarte en las Rías Baixas.
Puedes visitar el Museo del Vino ubicado junto a las emblemáticas ruinas de Santa Mariña Dozo y realizar rutas por bodejas, viñedos y salas de cata. En el restaurante del Parador se ofrecen los mejores vinos, además de una selección de los mejores productos de la zona como el pescado, el marisco y los pimientos de Padrón.
+ info del Parador de Cambados
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3) Parador de Artíes (Lleida)
Si eres un amante del esquí, Artíes es la opción perfecta para una escapada a una de las mejores estaciones de España: Baqueira Beret. El Parador se encuentra a tan solo 7km, dentro del Pirineo Catalán. Esta joya de la arquitectura aranesa de los siglos XIV y XV está dotada con estancias cálidas y acogedoras, techos abuhardillados y vigas de madera, y te ofrece unas fantásticas vistas de las casitas del pueblo o las cumbres de la montaña.
Además de ser la primera localidad catalana en recibir el sello de Destino de Turismo Deportivo, el Val d’Arán esconde increíbles tesoros del románico catalán integrados en una ruta de quince iglesias. Un plan ideal para cualquier momento del año y que se puede combinar con la excelente gastronomía local, actividades en la naturaleza y, por supuesto, un plan de esquí.
Si te decides a visitar la Val d’Arán, no olvides reservar con tiempo tu mesa en el espacio Restaurante-Cocktail Bar del Parador de Artíes. Un lugar perfecto para el après ski donde quedar con amigos, ir en pareja o en familia, y disfrutar de una selecta carta de cócteles junto a la chimenea tras un largo día en la nieve.
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4) Parador de Gredos (Ávila)
El centro peninsular cuenta con su paraíso natural particular. La Sierra de Gredos es uno de los conjuntos glaciares mejor conservados del sur de Europa y él pueden observarse lagunas, circos y gargantas. A solo dos horas de Madrid, en la localidad de Navarredonda de Gredos, se encuentra el Parador de Gredos. Un edificio con historia, ya que este alojamiento fue el primero de la red y fue inaugurado por el rey Alfonso XIII.
La Sierra de Gredos es el lugar perfecto para desconectar, relajarse y disfrutar del turismo activo a un paso de Madrid. Si lo tuyo es el senderismo, hay una enorme variedad de rutas para recorrer a pie todos sus rincones: la senda de la Laguna Grande, la senda del Pinar de Navarredonda… Además, en el cercano Puerto del Pico puedes caminar por una de las calzadas romanas mejor conservadas de España.
También es ideal para la práctica del turismo rural, ya que en su entorno pueden visitarse localidades con encanto como El Barco de Ávila o Arenas de San Pedro, donde se ubican las Cuevas del Águila, una de las maravillas del Valle del Tiétar. Y no olvidamos su gastronomía. En el restaurante del Parador de Gredos puedes disfrutar de la calidad de las carnes y legumbres de la tierra, como las afamadas Judías del Barco, que surten a una cocina rica en asados y reconfortantes platos de cuchara.
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5) Parador de Plasencia (Cáceres)
El Parador de Plasencia se encuentra en el convento de Santo Domingo, en pleno casco histórico de esta localidad de la provincia de Cáceres. Fue construido en el siglo XV y reformado casi por completo en el siglo XVI. Conserva los techos abovedados y sus gruesos muros, y su decoración de estilo gótico te hará viajar a otras épocas. Además, cuenta con un bar de noche en la antigua bodega del convento, que fue construida en el siglo XV. Es el lugar perfecto para relajarte después de una jornada de turismo.
Plasencia está en un lugar estratégico de la Ruta de la Plata. También es el perfecto punto de partida para visitar el Monasterio de Yuste o los paisajes naturales que lo rodean: el Valle del río Jerte, Las Hurdes, la Sierra de Gata y la comarca de La Vera. A solo 17 minutos en automóvil tenemos el Parque Nacional de Monfragüe, un espacio natural rico en flora con dehesas de encinas, alcornoques y quejigos, al igual que es conocido por ser un lugar rico en aves con sus buitres negros, águila imperial o cigüeña negra entre otros.
En Plasencia tiene uno es uno de los conjuntos monumentales más representativos de la zona, formado por la Catedral Vieja de estilo románico, y la Catedral Nueva, con elementos góticos y renacentistas.
La gastronomía extremeña es otro de los encantos de la zona, dependiendo de la época en la que viajes, deberías probar el Jamón Ibérico de la Dehesa de Extremadura DOP, la torta del Casar DOP, las cerezas del Jerte, las migas extremeña, la caldereta de cordero o sus perrunillas que son unas galletas que se elaboran con manteca de cerdo.
El parador de Plasencia es el destino perfecto para conocer Extremadura, una comunidad ignorada muchas veces de manera injusta, que esconde fabulosos paisajes, historia, patrimonio y un ecosistema natural inigualable.
