EL LUJO DE LAS PEQUEÑAS COSAS
Con días como los que estamos teniendo este invierno, tan grises, húmedos y fríos, lo que menos apetece es llegar a casa y ponerte a cocinar, o a limpiar. Pero al mismo tiempo no hay nada más reconfortante que ver esos días grises, húmedos y fríos desde tu cama, con el edredón y tu pijama de franela. Ese tipo de sensaciones no se pueden obtener en cualquier sitio y menos en un hotel, porque la mayoría son tan poco acogedores e impersonales que invitan a dormir en ellos y poco más. Ojo, la mayoría. Este año 2009 ha nacido la marca “Pequeños Grandes Hoteles de Cataluña“, formada por 38 establecimientos independientes -y se espera que cada día sean más- de la comunidad catalana cuyo requisito principal es no tener más de quince habitaciones para garantizar el ambiente familiar así como la calidad de los servicios. Vamos, que la idea es que estés como en casa pero con ciertas comodidades extra propias de un hotel, como la exquisita oferta gastronómica o la belleza del entorno. Yo creo que con el tiempo este asqueroso que está haciendo todos nos hemos ganado una escapadita a un pequeño gran hotel. No es que vaya a dejar de llover, pero yo por lo menos, ya lo vería todo con otros ojos.
7 de febrero de 2009 a las 1:23
Me recuerdan a la casa de mis abuelos