Pieter Vermeersch es ante todo un pintor. Mediante su trabajo sobre el color y el degradado, el artista belga intenta poner de manifiesto las condiciones de aparición del tiempo y el espacio, eso que llama el “grado cero de las imágenes”. Una mezcla de técnica y sensación, abstracción y figuración. Quizás la pintura nunca haya sido tan sensual, intelectual y existencial a la vez.
Inicios: “No creo que ser artista sea algo que se decida. Es algo que aparece de repente, decides de golpe que esa es tu cosa, esa es tu misión. En mi caso, ocurrió cuando estaba sentado en un banco en los jardines de mi universidad. Tenía 15 años y tuve ese momento de claridad. A partir de entonces, supe que mi vida estaría dedicada a la misión de ser pintor”.
Fotografía: “En mi trabajo, cada pintura tiene una fuente fotográfica. Eso permite incorporar un elemento de representación frente al de la abstracción. Pintar a partir de la fotografía también lleva la imagen a otro nivel de experiencia. La existencia de la imagen cambia. De alguna manera, el objeto también se convierte en sujeto”.
Abstracción vs Figuración: “De alguna manera se ha convertido en una necesidad. Cuando pones estos dos elementos en confrontación, empieza una comunicación, una discusión en la que cada elemento carga con su realidad y existencia particular. Eso lleva a interpretar los dos elementos de manera más aguda y profunda y esa es la manera en la que, en general, leemos y sentimos la realidad. Una cosa nunca existe sin la otra”.
‘Untitled’, 2016. Colección privada.
Degradado: “El degradado es, para mí, la imagen que incorpora a la vez la abstracción y la representación. Lo puedes ver cómo una abstracción analítica del color o lo puedes ver como una representación de un espacio indefinido (una ilusión). Yo lo veo como un instrumento para manipular la fisicalidad concreta hacía una fisicalidad más efímera. Por ejemplo, como mural en un contexto arquitectónico, el degradado deforma la materialidad y da la sensación (ilusoria) de espacio.
También veo paralelos con el concepto de tiempo y la fotografía analógica. Me gusta decir que el degradado es un polaroid en revelado en el que cada momento de este revelado ha sido pintado de izquierda a derecha o viceversa. En lugar de ser una imagen la que al final aparece es un color, es decir una abstracción. Y esa también es la manera en la que veo el color: es una abstracción más allá de las capacidades lingüísticas. Tiene algo de místico”.
“Grado cero de la imagen”: “Lo veo como la zona en la que la narrativa de la imagen ha sido eliminada hasta conseguir una imagen que únicamente representa el sentido primario del espacio. Una imagen que aún podemos leer como una representación de un cierto contexto espacial indefinido”.
Tiempo y espacio: “Estos dos conceptos me interesan por ser tan fundamentales y profundos. La idea de estos dos elementos juntos, con la materia, son las condiciones de producción de algo llamado ‘existencia’”.
‘Untitled’, 2013. Cortesía ProjecteSD, Barcelona.
Técnica y sencillez: “La complejidad y el tiempo que consumo en el método de mezcla para preparar el degradado de los murales es la única manera que me permite llegar a este resultado. Por lo que la propia imagen me ha forzado, de alguna manera, a desarrollar esta pintura técnica. Pasa lo mismo con mis cuadros. La técnica me obliga a hacerlos en una sola ‘tirada’ hasta que esté terminado. Es como correr un maratón. Pero la preparación, la mezcla, etc., se han convertido en algo más que una simple técnica. Están incorporadas en una actitud filosófica o en una cierta mentalidad que tiene que ver con las cosas que me fascinan”.
Arquitectura Primaria: “Puede ser vista como un amparo pero yo me lo tomo de una manera diferente. Lo veo más en términos de espacio. Es básicamente una arquitectura, a la que le arranco su funcionalidad y su utilidad, en la que un muro o un elemento arquitectónico dividen, manipulan u organizan el espacio. Quizás esto me interesa porque no soy un story teller”.
Rothko: “Existe una diferencia fundamental. Rothko utiliza el color en sí mientras que yo, de alguna manera, represento el color. La noción de fotografía, por ejemplo, nunca aparece en el trabajo de Rothko”.
Marcas: “Estas marcas que hago en mi última serie de cuadros tienen que ver con la intención de traer esa imagen efímera en la que sentimos la idea de tiempo/espacio a un momento determinable. Un momento particular del tiempo. Un momento que podemos leer, interpretar como un momento. Una huella”.