Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo

“PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo” se presenta en el MACBA el día 12 de mayo.

La exposición es una coproducción de CA2M (Madrid) y ARTIUM (Vitoria) comisariada por David G. Torres (Barcelona, 1967). La muestra rastrea las huellas de inconformismo e incomodidad frente al sistema económico, político, social y cultural en el arte contemporáneo, desde 1978 a la actualidad, a partir de los trabajos de más de sesenta artistas, nacionales e internacionales.

Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo

João Onofre, Box sized DIE featuring…, 2007- 2015, Instalación, caja 183x183x183 cm y performance. Cortesía de Fundação de Serralves-Museu, Oporto. Foto Cristina Guerra Contemporary Art, Lisboa.

El show toma como referente al crítico y periodista musical Greil Marcus y su texto Rastros de carmín. Una historia secreta del siglo XX (1989). Marcus, en palabras de G. Torres, es el primero en darse cuenta del ruido secreto que une a dadaístas con punk, situacionistas con provos y a todos en una rabia que recorre el siglo XX”. El comisario ha aportado esa metodología de búsqueda de rastros como una arqueología hacia el presente y la idea de ese ruido común, proveniente del punk, en el arte contemporáneo y en sus creadores.

Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo

Antoni Hervàs, Higos débiles, 2014. Instalación. Cortesía del artista.

La muestra se estructura en bloques temáticos: ruido, violencia, nihilismo, anarquía, sexualidad, destrucción/terrorismo o alienación, temas en los que incidía el punk. El display se compone de instalaciones, rastros documentales, múltiples, fotografías, vídeos y pintura. Las secciones explican a través de las obras el contexto punk del que son herederas. Hay obras que funcionan como iconos en cada ámbito, como es el caso de João Onofre y Pepo Salazar, artistas que recogen de manera literal la influencia ruidista del punk; Paul McCarthy es un ejemplo idóneo de la cuestión alienada y la relación entre escena punk y arte; sobre la cuestión de la violencia tenemos a Basquiat, Nan Goldin y Chris Burden; la referencia al terrorismo está clara en la pieza de Chiara Fumai y en Mabel Palacín y sobre la cuestión de género y la sexualidad destacan Antoni Hervás y la brutalidad escatológica de la joven Maria Pratts. También hay obras de artistas anteriores a la explosión punk: Ant Farm, Valie Export o el ya mencionado Burden, que funcionan en el contexto del proyecto como anticipatorias. Además, la exhibición incluye una sección documental sobre los orígenes del punk y sus rastros hasta la actualidad.

Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo

Carlos Aires, Desastre XLIX-Series, 2013. Impresión digital en papel. Cortesía de ADN Galería, Barcelona.

Para concluir, decir que muchos artistas usan elementos que hacen referencia explícita al punk como el ruido, la tipografía de recortes, el antidiseño y el feísmo o la música. Otros artistas muestran el rastro del punk como actitud: la negación, la oposición y la destrucción; el hazlo tú mismo; la alusión al miedo y el terror en una sociedad que enajena al individuo; la propia alienación que provoca estados psicóticos; la valoración de lo que se sale de la norma; el nihilismo; la crítica al sistema económico y la anarquía; o la reivindicación de la propia libertad sexual, del cuerpo como lugar de batalla. “PUNK” se puede visitar hasta el 25 de septiembre.

Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo

Izq. Guerrilla Girls, The birth of feminism, 2001. Póster. Cortesía de las artistas. Dcha. Pepo Salazar, Hijo de la fatalidad 05, 2010. Collage. Cortesía del artista.

“PUNK. Sus rastros en el arte contemporáneo”

MACBA, del 13 mayo al 25 septiembre 2016

Imágenes: Cortesía de MACBA.