RETRATOS DE CIBELES

LOS RETRATOS DEL FOTÓGRAFO MARKUS RICO EN CIBELES Y LA DISTANCIA

Sin la necesidad de la inmediatez de un mal coito, hoy os presentamos algunos de los retratos que el fotógrafo Markus Rico hizo en Cibeles de la mano del periodista Alex Carrasco. Tres diseñadores: Amaya Arzuaga, José Miró y Miriam Ocáriz. Los tres curiosamente dan la impresión al observador cibelino en la distancia, yo en este caso, que se mueven al margen de las bajas pasiones promovidas por la semana de la moda madrileña. Un distanciamiento mental que en el caso de José Miró y Miriam Ocáriz pueda explicarse por razones geográficas, uno trabaja en Mallorca y la otra en Bilbao, ambos a muchos kilómetros de la Corte. La independencia de Amaya de Arzuaga probablemente se deba sencillamente a eso, a la menor dependencia, a la autosuficiencia. Ella ya desfiló en el calendario de Milán y Londres cuando pocos diseñadores españoles pensaban en la internacionalización de sus marcas. Ahora todos quieren hacerlo, todos quieren salir de Madrid y aterrizar en Nueva York o París, aunque sea extraoficialmente, y supongo que querrán hacerlo con cuantos más logotipos posibles a sus espaldas: Ifema, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, Cibeles Fashion Week… Al menos así llegará a ser la pasarela más larga, en kilómetros de distancia respecto al punto de origen, Madrid (es como si Cibeles también quisiera distanciarse de sí misma).

RETRATOS DE CIBELES

Hasta ahora, casi siempre se culpaba a la moqueta de Cibeles del malestar general. Pero, ahora que veo la pasarela desde la distancia, realmente creo que la moqueta no tiene nada qué ver. Tampoco las colecciones, ni el evento. Todo muy digno. Lo que realmente provoca malestar en el ambiente son las bajas pasiones de sus protagonistas. Por detrás, muchos de ellos se ponen a parir, profesional y personalmente. Eso en privado, con el deseo de influir en el oyente, me viene bien que el otro te caiga mal. En público, lo contrario, relaciones públicas, me caes fenomenal, necesito que me apoyes: falsas sonrisas, felicitaciones y aplausos (ahí seguramente es a ti al que ponen a parir). Aparte de que ser testigo de eso agota a cualquiera, por mucho que te parezca divertido al principio, es una buena prueba de que intereses públicos y privados no hacen muy buenas migas. Así que no es de extrañar que hasta Cibeles se distancie de sí misma y se quiera ir a Nueva York o a París. Cuánto más lejos, mejor.

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Los zapatos de Amaya Arzuaga por Markus Rico