Santos y desamparados: los cócteles de la cripta

Venimos anticipando el renacimiento del barrio de Huertas. La llegada de bares como Salmón Gurú, Baton Rouge o, más recientemente, Decadente, contados todos aquí, hace prever que la noche poco a poco muta de la borrachera low cost y la invasión guiri a la velada serena y recompuesta. Santos y desamparados es otro tipo de bar a los ya mencionados, pero comparte su espíritu: cuidar las cosas para beber mejor.

Santos y desamparados: los cócteles de la cripta

Santos y desamparados: los cócteles de la cripta

Y es que Madrid, aunque parezca mentira, no está sobrado de bares donde se beba bien (nunca agradeceremos bastante a 1862 Dry Bar lo que hace por nosotros). Santos y desamparados acude a este rescate pero se cuida de hacerlo apresuradamente. Alberto Villaroel y el resto de socios de esta nuevecita coctelería quieren ir paso a paso para no dar un traspié. Todavía andan tanteando el terreno y miman cada detalle cuando el bar tiene escasos meses de vida.

Santos y desamparados: los cócteles de la cripta

La zona de Huertas, en el cada vez más vibrante barrio de Las Letras, tiene un nuevo vecino. La sede elegida, la calle de Costanilla de los desamparados, ejerce de perfecta coartada para envolver al bar en un aura de misterio casi místico. Santos y desamparados bien podría pasar por un antro malasañero, solo que aquí no revientan aforo (lo dejan en 60 plazas de asiento más las correspondientes en barra) y te sirven un vaso de agua para que la curda sea conjurada. Los detalles y el servicio son las claves que hacen de un bar algo diferente. Santos y desamparados es una criatura concebida desde dentro del mundo de la coctelería. Bastarda en su evolución conceptual, tal vez, pero aferrada a las raíces clásicas.

Santos y desamparados: los cócteles de la cripta

Ya advertimos, Santos y desamparados no es un bar a uso, más bien un engendro en penumbra que conecta los garitos de la prohibición con el local indie más de los años noventa, cifrado todo en clave gótica. La sucesión de recovecos, la atmósfera de cripta pagana, la obra del tatuador Robert Hernandez, el altar con utilería coctelera diseñada por Andrea Bottesi, la música, la presentación de los cócteles (la copa del London Calling incluye un imperdible punk), el logo con su cruz, la carta ribeteada de dorado a modo de esquela…

Así reza la carta de Santos y desamparados:
“Venid, busquemos vino y embriaguémonos de licor
y mañana será como hoy solo que mucho mejor” Isaías 56:12.

Santos y desamparados: los cócteles de la cripta

Las mezclas del menú de cócteles parten de clásicos para adquirir la personalidad de los bartenders que aquí trabajan. Desde el Hurricane al Margarita o el Old Fashioned. Especial atención merece el apartado dedicado a Jerez, aunque hay que tener en cuenta que la carta rota con asiduidad. Además, suelen programar la participación de colegas invitados (guest bartending), tales como las estrellas internacionales Simone Caporale o Erik Lorincz. Conviene consultar su calendario en su perfil de Facebook. No hay que llevarse a engaño, por tanto: Santos y desamparados apuesta fuerte. Y a nosotros nos pillará dentro brindando con sus pociones.

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Santos y desamparados
Calle Costanilla de los desamparados, 4, Madrid

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