
Disfrutar de un granizado sin hielo ni escapadas al chiringuito ya no es privilegio del verano costero. La SharkNinja Slushi convierte cualquier líquido en un refresco granulado en menos de una hora.
¿Y en qué radica el misterio? SharkNinja Slushi recurre a un sistema propio, bautizado como RapidChill, que solidifica el contenido directamente en el interior del recipiente. El resultado: bebidas con consistencia de smoothie, listas en 15 a 60 minutos, según el líquido, la cantidad o la temperatura inicial. “Ofrece innumerables posibilidades para crear granizados, daiquiris helados, batidos y mucho más sin complicaciones, durante todo el año y con sólo pulsar un botón”, afirma Neil Shah, Chief Commercial Officer en SharkNinja.

El equipo de ingenieros responsable del desarrollo invirtió dieciséis meses en replicar el rendimiento de los dispositivos industriales habituales en hoteles, salas de cine o puntos de venta automatizados. Durante ese proceso, el prototipo atravesó ocho iteraciones antes de alcanzar su configuración definitiva, apta para su distribución comercial.

¿Qué otros encantos esconde la SharkNinja Slushi?
SharkNinja Slushi cuenta con cinco programas automáticos y un recipiente de fácil recarga, lo que permite desde preparaciones individuales hasta volúmenes más amplios con la misma eficacia.


Su sistema de autolimpieza mediante enjuague, junto con piezas aptas para lavavajillas, simplifica el mantenimiento tras cada uso. Además, su versatilidad no se restringe al tipo de mezcla: admite fórmulas con azúcar o edulcorantes, y puede producir desde frappés para el desayuno hasta margaritas destinados a una velada estival.

Según la marca, las preparaciones pueden conservarse frías hasta 12 horas si no contienen derivados lácteos, lo que convierte al dispositivo en una solución funcional también para reuniones y celebraciones.
Ya disponible en España a través de la página web de la marca, SharkNinja Slushi tiene un precio de 349,99 €.