Solimán López, visiones celestes

Solimán López presenta su nuevo trabajo digital, Celeste. Una exposición desarrollada en ESAT LAB que se presenta por primera vez en el espacio Amstel Art, inaugurado en la capital valenciana. En Celeste el artista irá registrando pautadamente imágenes digitales del cielo y procesándolas para formar paisajes y datos relativos al tiempo o latitud que los visitantes podrán disfrutar y descargarse. Azules místicos, azules valencia, modernos, relajantes y binarios. Una gama de pantones para una refinada melé celestial.

Imagen superior: Celeste, Solimán López, 2o17

La exposición puede verse desde el 31 de Marzo hasta finales de Abril 2017 y también se puede visitar a tiempo real en http://celeste.solimanlopez.com. Aprovechando la ocasión charlo digitalmente de tecnología con el autor.

El progreso: Sin sostenibilidad creo que no existe la definición. Progresar a toda costa no es progreso sino retroceso. Creo más en el progreso mental que en el objetual, eso requiere analizar el entorno y ponerlo en relación con uno mismo. Aprender, vaya, progresar, es aprender y para ello la educación es fundamental, ahí está la verdadera tecnología del progreso.

Solimán López, visiones celestes

FramedMemoryCard V.01, Solimán López, 2015

La memoria digital: Se está convirtiendo en la única. Los dispositivos de captura de imagen se están convirtiendo en los asistentes de la otra memoria, la que queda bloqueada por la seguridad de la disponibilidad de una digital. Una es a corto plazo (la de toda la vida) y la digital es a plazo fijo, en la cuenta de Google.

La presencia online del artista: Una puerta de escape al ego creativo. Habría que analizar qué significa tener presencia, entenderla desde el punto de vista del otro, no del que la pretende. En ese sentido yo siento poco la presencia de los artistas en la red. Siento su necesidad de compartir, pero no siento la presencia de su verdad. Esta crítica va por supuesto también dirigida a mí mismo.

Solimán López, visiones celestes

Harddiskmuseum en Santa Mónica, Solimán López.

Tu ordenador: Estresado.

La montaña hoy: Una utopía. Un paisaje en las pantallas de otros. Una imagen en el Whatsapp. Una pena. Un lugar extraño con el que sueño a diario pero del que tengo miedo a disfrutar. Se ha convertido en aquel espacio que veo desde lejos en el tren, avión o coche, no lo siento a través de mis pies, y no es algo de lo que me jacte ni mucho menos, sino algo que necesito. No es que lo digital me aleje de la montaña, si no que la montaña se aleja de lo digital.

La tecnología: La gran respuesta y la gran pregunta a todo. En ella radica la explicación a todo lo que nos rodea. Nuestra morfología y la que nos viene. Nos condiciona e identifica. La prueba irrefutable de que somos los más tontos del planeta y los más inteligentes a la vez. Para mí además una fuente inagotable de intenciones personales y de lecturas de lo que me rodea, una herramienta para darle la vuelta. Como coger una llave inglesa para utilizarla como martillo.

Face Swap con: conmigo de viejo.

Solimán López, visiones celestes

File Genesis, memory. Solimán López, 2016-2017

Internet: Una plataforma infinita para compartir arte y creatividad, pero todavía no ha localizado sus códigos propios. Todavía no se ha sacralizado como el espacio museístico. No es que sea necesaria esta circunstancia pero todavía no se toma en serio que internet sea una plataforma de arte tan potente como un museo en el mundo real.

Peor proyecto: Todo aquel que está orientado a lo minucioso. Me he obligado en ocasiones a ser meticuloso y tener paciencia pero definitivamente es algo que no va conmigo. Recuerdo uno que fue un gran desastre y en directo. Se trataba de una acción performativa, un amigo de confianza tonteó con el sistema y le encontró en directo la puerta de atrás sin querer, nadie estaba preparado y el sistema colapsó. El típico proyecto que borras de tu archivo.

¿Seguimos sorprendidos con el soporte?:  En lo digital pienso que sí, seguimos en esa etapa del metalenguaje como ya pasó en los ismos y fue superado en 10 años. En lo digital seguimos ya más de 10 y nos quedan unos pocos. La tecnología está en continua evolución y es imparable, y cuando lleguemos a la singularidad será ya la revolución absoluta. El metalenguaje deja de existir cuando se ha superado el soporte y se ha convertido en eso, en estructura y no en ladrillo y de momento este soporte nos supera a nosotros.

Solimán López, visiones celestes

File Genesis. Solimán López, 2016-2017

Exposición Celeste
31 de Marzo – finales de Abril 2017
Veles e Vents. Amstel Art
celeste.solimanlopez.com