Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

Vivir en Madrid tiene eso de vivir en muchas partes. Por eso es una suerte que, ya que no se puede bajar a Jerez de la Frontera a capricho, podamos entrar en un lugar que transmuta el espacio y nos hace sentir igual que en tierras gaditanas. Sin mar, pero con su misma mesa y bodega. Y alguna bulería que otra. Así es Taberna Palo Cortado, un rincón de mucho vino y mucha cocina andaluza en Chamberí.

Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

Antes de mudarse a la calle Espronceda, Paqui Espinosa ya había abierto su particular embajada de generosos en el centro de Madrid. Catalana de nacimiento pero gaditana en espíritu hasta las cachas, esta experta en jereces prosiguió su labor divulgativa y de disfrute hace un par de años inaugurando esta casa de comidas con apenas seis mesitas y cierto ambiente coplero de fondo. A pesar del frío del invierno, que desangela todo. Pero esto es el sur traído a la capital.

Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

La competencia en la órbita de Ponzano es feroz. Sin embargo, frente al ya legendario bar Sylkar —el de las tortillas, sí—, la cocina de Taberna Palocortado no debería perderse entre otras mediocridades vecinas. La gente debería saber que aquí se come un rabo de toro sublime y se bebe… Lo que se pida, sobre todo si obedece a vinos del Marco, aunque se las apaña para que su libro de referencias —llamarlo carta sería una injusticia— incluya todo tipo de intereses, desde algún amarillo del Jura a varios champanes tentadores.

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Pero no olvidemos: su bodega se alicata con esos finos, amontillados y olorosos que viven una segunda juventud, dentro de su vejez trabajada, y que tan armoniosamente abrazan los platos que aquí se dispensan. Platos como unas croquetas de puchero o unas tortillitas de camarones, un bienmesabe con mayonesa de oloroso o unas berenjenas de miel de caña y salmorejo. Así, para empezar, junto con los embutidos de Chiclana, las chacinas de Grazalema, el chicharrón y carne mechá, o el dúo de mojama y maruca.

Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en MadridTaberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

Qué mejor manduca para ser remojada con toda la gama de Bodegas Tradición o con cualquiera de las últimas adquisiciones para su almacén en constante movimiento. Las penúltimas: Añina Palomino y Carrascal PX, de Luis Pérez; Bodegas Poniente de Jerez; o los vinos centenarios de Mar7. Como tienen casi de todo, no está tampoco nada mal empezar de aperitivo con un vermú Barquero de Montilla, pura golosina.

Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

Fino a fino, hasta el PX final, en Taberna Palo Cortado se practica el noble arte de la media ración. De su diminuta cocina apetece probarlo todo. Las albóndigas de choco, el escabeche de verduras y, nos ponemos en pie, el rabo de toro con puré de patatas y puerro, un plato de excepción que arrasaría en cualquier lista de hits. Pueden también aparecer por ahí unos salmonetes, unos cardos con rape y langostinos, o una lasaña de txangurro. Para cerrar la comanda con unos quesos de Cádiz, unos piononos de Santa Fe, su arroz con leche y, olé con olé, su mágica torrija de leche. Esmero casero, embrujo flamenco y todo el Jerez que cabe en Madrid.

Taberna Palo Cortado: todo el Jerez que cabe en Madrid

Puedes consultar la carta aquí.

Fotos: Taberna Palo Cortado y Miguel Á. Palomo

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Taberna Palo Cortado
Calle Unión, 5, Madrid
Tel. 915 472 500
tabernapalocortado.es

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