THE MORNING BENDERS

UN LEVE SUSURRO RETUMBA POR TODO EL VALLE

La carpeta del nuevo disco de The Morning Benders reza: “Gritar en un valle. Un gran grito: un gran eco. Un pequeño grito: un pequeño eco”. Seguro que es así en un valle, pero en la música las cosas cambian un poco. En la música puedes conseguir un eco enorme susurrando. Puedes lograr que tu voz se escuche muy lejos no subiendo el volumen, sino arropándola con cariño, rodeándola de sensibilidad y buen gusto. Trasmitiendo tu voz armoniosamente enredada en melodías sencillas y ritmos marcados. Eso es algo que Morning Benders va a comprobar con Big Echo (Rough Trade / Everlasting).

THE MORNING BENDERS

Un disco que produce sensaciones cambiantes. Pese a su inicio decididamente optimista con Excuses y Promises el disco destila un hilo de nostalgia. Chris Chu, cantante, multiinstrumentista y compositor de todos los temas, reconoce que “me fascina el sentimiento de nostalgia. Es al mismo tiempo positivo y negativo. Buscas algo del pasado y mientras tratas de revivir una experiencia, estás viviendo otra”. El problema de mirar atrás es la cantidad de cosas a las que te enfrentas. Chu asegura que sus diversas influencias le han conducido a escribir distintos tipos de canciones que “exigían diferentes arreglos, texturas y sonidos”. Y para eso, nada mejor que la ayuda en la producción de Chris Taylor de Grizzly Bear. Sin embargo, estas texturas a veces parecen ocultar al grupo real en temas como Pleasure Sings o Mason Jar, y no queda claro si eso es producto de la exploración o de la indefinición. Pero son chicos jóvenes (muy jóvenes) y si algo está claro en Big Echo es que pueden ser una de las próximas cosas gordas con sólo un poco de suerte.