El Palacio de Camarena de Cáceres, sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, acoge hasta el 10 de noviembre la exposición de maquetas titulada Tuñón Albornoz Estructuras. Una selección de piezas que invita a conocer desde la síntesis los proyectos de este estudio, autor de cuatro obras en la ciudad de Cáceres.
Visitar el casco antiguo de Cáceres es disfrutar de un cóctel histórico-artístico. Su arquitectura bebe de la riqueza cultural de las religiones cristiana, musulmana y judía. El origen de la ciudad extremeña se remonta a la colonia romana Norba Caesarina, fundada en el siglo I a.C. De esta época todavía sigue en pie su puerta más antigua, el Arco del Cristo, que señala la entrada al barrio de intramuros. Conocida por transportarnos en el tiempo con uno de los conjuntos medievales mejor conservados de toda Europa: declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (1986) y telón de fondo de famosas producciones de la gran pantalla. Desde el filme francés protagonizado por Alain Delon, El tulipán negro, hasta el éxito mundial de la serie Juego de tronos.
El Palacio de Camarena
El Palacio de Camarena es una casa-fortaleza del siglo XV ubicada a las puertas del casco antiguo, en una de las calles que nacen de la plaza Mayor. Hasta el 10 de noviembre, se puede visitar en su claustro la exposición de maquetas titulada Tuñón Albornoz Estructuras, que incluye también una selección de reproducciones en papel de los edificios en 3D. Una gran oportunidad para conocer, desde la síntesis, los proyectos de este estudio autor de cuatro obras en Cáceres. Y es que el arquitecto Emilio Tuñón (Premio Nacional de Arquitectura 2022) lleva casi una veintena de años vinculado a la ciudad. Primero trabajando con su socio Luis Moreno Mansilla, ya fallecido, y en los últimos años junto a Carlos Martínez de Albornoz.
Hotel y restaurante Atrio (2010)
El primer proyecto de Emilio Tuñón en Cáceres fue El Hotel y restaurante Atrio, firmado por Mansilla + Tuñón en el corazón del casco antiguo. En la plaza de San Mateo, junto a la iglesia homónima y el convento de San Pablo (donde hay que ir a probar los exquisitos dulces artesanales). El estudio realizó la rehabilitación de dos antiguos edificios para crear un complejo boutique, integrado por un restaurante de tres estrellas Michelin y un hotel de catorce habitaciones con privilegiadas vistas a la Ciudad Monumental. “Atrio es una máquina de mirar, hacia los fragmentos del casco histórico enmarcados por esas ventanas. Un objeto que permite ver y entender la ciudad de otra manera”, dijo Tuñón en la conferencia inaugural de la exposición Tuñón Albornoz Estructuras en el Palacio de Camarena.
El diseño de este proyecto se desmarca de lo convencional, resultando en un volumen de líneas limpias. Las antiguas fachadas de mampostería del exterior conviven con las nuevas de hormigón blanco en el patio interior: construidas ad hoc a partir de una sucesión de pilares, como si de un muro perforado se tratase. Unos pilares que adquieren textura de madera de roble en el interior, creando un cálido juego de luces y sombras en los corredores del hotel y en el comedor del restaurante. Este tipo de fachada es hoy uno de los elementos más distintivos de la producción arquitectónica del estudio en la ciudad, replicado en sus otras dos obras en el casco histórico.
Casa Palacio Paredes-Saavedra (2022): Última obra completada por Tuñón y Albornoz en Cáceres
La Casa Palacio Paredes-Saavedra se encuentra a pocos metros de Atrio. Fue elegida para alojar las once habitaciones más que completan la oferta de este lujoso hotel de carácter familiar. Un ejemplo de arquitectura fortificada del siglo XV, con varias ampliaciones en los siglos posteriores. La reforma de Tuñón y Albornoz sigue la misma narrativa de diseño que Atrio, incorporando fachadas interiores de pilares de hormigón blanco. La distribución de los dormitorios ensalza la identidad de los espacios de épocas diferentes “en esta estructura tan económica de casa palacio (el claustro ni siquiera tiene cuatro columnas, solo dos), donde las ampliaciones de cada siglo tienen prácticamente el tamaño de una habitación”. Y enfatiza la singularidad de sus ventanas traídas de distintos lugares, que hacen “difícil descifrar este extraño montaje a lo largo de la historia. No solo por el crecimiento, sino por la superposición de estructuras”, relata Tuñón.
Casa de Piedra (2018)
La Casa de Piedra es la única obra de Tuñón y Albornoz en Cáceres que no se encuentra en la parte antigua, pero dialoga con ella. Y es que esta vivienda con jardín, asentada sobre una colina a las afueras de la ciudad, presume de una envidiable panorámica al casco antiguo. Una conexión visual, que el estudio convirtió también en material usando cuarcita local: “Queríamos utilizar la piedra histórica de Cáceres mirando a la ciudad”, comenta Tuñón. Su diseño es una reinterpretación de los antiguos chozos de pastor de la región de Extremadura. El resultado es una casa formada por nueve células de la misma dimensión (de 4,20 m x 4,20 m), distribuidas en tres filas de tres. La pieza central funciona como patio interior y el resto como estancias pasantes, conectadas entre sí y abiertas al bello encinar del entorno.
Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear (2021)
Hace ya más de quince años que el estudio dibujó el primer boceto del Museo Helga de Alvear, todavía en la época de Mansilla. Una obra que se ha convertido en todo un lugar de interés en Cáceres, al exhibir una de las colecciones privadas de arte más importantes de Europa. El proyecto cobró vida con la rehabilitación de una casa de principios del siglo XX, ubicada al borde de la almendra medieval y popularmente conocida como Casa Grande por sus 1500 m². La segunda fase consistió en la ampliación del espacio del museo, con la anexión de un edificio de nueva planta, oficialmente inaugurado en 2021. Y en proceso se encuentra la tercera y última fase: la construcción del almacén que acogerá la colección de Helga de Alvear al completo, con sus más de 3.000 piezas.
“Creo que es lo más exitoso que tiene este proyecto es la comunicación que se produce desde la calle Pizarro en el casco histórico hasta Camino Llano”, comenta Tuñón. Y es que el estudio ha conectado ambas calles a través del museo, y su jardín, donde se puede pasear entre obras expuestas al aire libre, como la escultura con forma de olivo de Ugo Rondinone. En el interior, los visitantes inician el recorrido con Descending Light, pieza del artista chino Ai Weiwei. Una gigantesca lámpara de 60.000 cristales rojos, que yace sobre el suelo de la sala como si hubiese caído del techo. En el exterior, las fachadas del museo y el almacén mantienen la misma estética blanca que las del hotel Atrio y la Casa Palacio Paredes-Saavedra. Ese característico muro perforado de hormigón que ya ha pasado a formar parte de la identidad contemporánea de la Ciudad Monumental.
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Exposición ‘Tuñón Albornoz Estructuras’ en el claustro del Palacio de Camarena. Hasta el 10 de noviembre.
Horario: de lunes a viernes de 10 a 14 h. y de 18 a 21 h.
Créditos de las imágenes:
Exposición ‘Tuñón Albornoz Estructuras’: Jorge Rey
Hotel y restaurante Atrio, Casa Palacio Paredes-Saavedra y Casa de Piedra: Luis Asín
Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear: Amores Pictures y Joaquín Cortés
