Tal y cómo prometió Laura Palmer en la Habitación Roja, Twin Peaks ha vuelto. El fuego vuelve a caminar con nosotros
Si decimos Twin Peaks, sean más fans o menos fans del fenómeno, se nos aparece la misma imagen en la cabeza. La imagen del cuerpo inerte, azulado y envuelto en plástico, de una bella joven llamada Laura Palmer. Palmer, ya elevada icono pop, es quizás el personaje más conocido y carismático de la televisión. Murió joven, dejó un bonito cadáver y cambió la historia de la televisión, tal cual la conocíamos hasta entonces.
Twin Peaks, fue una serie rupturista, creada para emocionar, aterrar y para agitar estándares y conciencias. Corría el año 1990, cuando todo el planeta, se preguntaba, quién estaba detrás del asesinato de Palmer. Pero eso, no era más que el principio. Este pueblo oscuro y lleno de secretos inconfesables, era más que un asesinato a sangre fría. A largo de sus dos temporadas, nos zambullimos de lleno en sus historias, nos encariñamos con sus personajes y caminamos por las desconocidas dimensiones de la psique lynchiana.
Pero tal cual comenzó, nos fue arrebatado demasiado pronto y de manera abrupta. Después de poco más de 20 episodios y una secuencia relacionada con un espejo más que mítica, el Dale Cooper que conocíamos, entraría en la Habitación Roja para nunca más volver a salir. Hasta ahora.
En 2015, supimos que Lynch volvería a Twin Peaks , a ese pueblo y a ese proyecto, que él mismo definía como su casa. El cineasta de Montana y su inseparable partner-in-crime Mark Frost, transitarían de nuevo esos universos oníricos, incomodos y muy queridos, para retomar la historia y cumplir una promesa. La promesa, que le hizo Laura Palmer a Dale Cooper, en el hasta ahora último episodio de la serie: Que se volverían a ver en 25 años. Y por supuesto, lo que se promete se ha de cumplir. Y Lynch y Laura, han cumplido con creces.
Muchos éramos los que estábamos emocionados y aterrados con este regreso. Twin Peaks, es una serie que forma parte del imaginario colectivo y de nuestras vidas. Pero me atrevo a decir sin miedo a equivocarme, que todos nos entregamos de nuevo al fuego, con total confianza y sin mirar atrás.
Esta madrugada, pudimos ver el arranque de esta nueva y larga (por suerte) tercera temporada. Dos capítulos de una hora cada uno, en los que volvíamos a Twin Peaks. En los que volvíamos a casa. Desde que sonó la archiconocida música de inicio hasta los créditos de cierre de los episodios, estuvimos con el corazón en un puño y con los sentimientos a flor de piel. Ver de nuevo a esos personajes que tanto nos han dado, reencontramos con Laura Palmer, Dale Cooper o la Señora del Leño, fueron sensaciones que cuesta describir con palabras. Cuesta creer que sea real y no un sueño más, de los que pueblan las creaciones de David Lynch.
Todo ha crecido y evolucionado en Twin Peaks. Sus actores, sus historias y su factura. Sorprende el increíble despliegue técnico, y también, el lenguaje simbólico y la dirección orquestados por David. Una genialidad, en la que el artista ha puesto todo lo aprendido y sobre todo todo el corazón. Y eso se nota. Se percibe en cada uno de los cuidados planos, en las líneas que salen por la boca de sus personajes y por supuesto, en las nuevas tramas planteadas.
¿Pero qué sería de Twin Peaks sin su música?. El genio Angelo Badalamenti, vuelve a ser el encargado de crear los paisajes sonoros de la serie. Pero como todo, también ha cambiado con los años. En los la serie original, Angelo jugaba con el colchón musical para provocar emoción. Siempre y en todo momento, había una de sus magistrales piezas, completando a la imagen. En esta nueva etapa, Badalamenti, hace todo lo contrario. El silencio y su expresividad, son los verdaderos protagonistas sonoros. La música, sólo está presente en momentos puntuales, y necesarios. La banda Chromatics, son unos de los afortunados que transitarán la banda sonora de este nuevo Twin Peaks.
Twin Peaks, hay que verlo, vivirlo y sentirlo. El regreso de esta serie a nuestras vidas, nos recuerda lo innovadora que fue en su tiempo y lo innovadora que es ahora. David Lynch, nos enseña con estos nuevos episodios, que con talento y pasión, se puede lograr cualquier cosa. Incluso volver a la Habitación Roja y a este universo soñado, casi 30 años después.
