Un lujo informalRonda 14 es la apuesta madrileña del chef peruano Mario Céspedes junto a su mujer, la asturiana Conchi Alvárez

Se podría decir que en el recientemente inaugurado Ronda 14 de Madrid hay mucho amor. El que se profesan Mario y su mujer, y el que ambos le ponen a su gastronomía. Una gastronomía muy peculiar porque fusiona sus dos mundos: el peruano y el asturiano. De hecho, este Ronda 14 es la extensión del Ronda 14 de Avilés que abrieron Mario y Conchi hace ya cinco años con un éxito apabullante, a pesar de lo inicialmente difícil que parecía introducir platos como el ceviche o el tiradito en la más clásica y tradicional gastronomía asturiana. Su segunda criatura, situada en el madrileño barrio de Salamanca sigue con la misma filosofía, es decir, fusionar los sabores de las cocinas peruana, nikkei, chifa y asturiana en un entorno acogedor e informal adaptado a eso que tanto nos gusta: el picoteo. El local, distribuido en dos plantas, tiene una capacidad para unas 100 personas. Cuenta con barra donde disfrutar de una buena copa de vino (tienen más de 70 referencias), zona de comedor, zona con mesas altas y hasta una barra de fríos donde puede verse a los cocineros en acción. El acertado interiorismo ha recuperado elementos originales del local, como las paredes de ladrillo visto o los suelos hidráulicos.

Un lujo informalMario Céspedes

Sobre Mario Céspedes hay que decir que es limeño, aunque lleva ya mucho tiempo en España, donde ha trabajado en restaurantes como El Celler de Can Roca, Kabuki o El Corral del Indiano. Se asentó en Asturias hace más de una década y fue allí donde puso en marcha su personal proyecto, en el que pudo poner en práctica todo lo aprendido, pero sin olvidar nunca sus orígenes y aprovechando además las maravillas de la cocina asturiana.

Un lujo informalRoll Mar y Montaña

Una visita al madrileño Ronda 14 supone toda una experiencia para el paladar, a la que hay que añadir que la atención es exquisita desde el minuto uno, cuando Conchi te recibe como buena anfitriona que es. En la carta, platos tan apetecibles como el ceviche nikkei con puré de boniato, el tiradito a la crema de ají amarillo, las gyozas criollas de ternera y manitas de cerdo o unos suculentos cachopinos de ternera con queso de cabra y setas, por ir abriendo boca. También tienen una buena oferta de sushi: gunkan, nigiris y rolls de combinaciones sorprendentes, como el de mar y montaña con langostino y carne roja. Si vas una vez, fijo que repites. Lo más normal es no parar hasta haberlo probado todo, pero ojo, que su carta va cambiando, así que apunta bien la dirección, porque lo mismo te haces asiduo.

Dirección: General Oráa, 25. Teléfono: 91 411 17 30. Horario: de lunes a domingo de 12:00 a 1:30 h.
Precio medio: 25-30 €

Un lujo informal

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