Víctor Moreno nos habla de La ciudad ocultaLlega a los cines La ciudad oculta, un viaje experimental por el subsuelo de Madrid en formato documental. Hablamos con su director, Víctor Moreno.

La ciudad oculta llega a los cines este viernes, 31 de mayo de la mano de Márgenes Distribución. Un documental experimental que recorre vías y estaciones de Metro, alcantarillas, túneles y, en general, el entramado subterráneo de la ciudad de Madrid. Esto es lo que nos cuenta su creador, Víctor Moreno.

La ciudad oculta se aleja de los convencionalismos: un documental sobre el mundo subterráneo de Madrid, en el que la narrativa le cede el protagonismo a la experiencia sensorial. ¿Cuál fue su génesis?

Víctor Moreno: La película surge de mis viajes en Metro, cuando veía el negro que había entre dos estaciones a través del cristal. Siempre me planteaba qué había detrás de ese negro, no podía ser simplemente oscuridad. Me pasaba también caminando por la calle cuando veía las alcantarillas, con un negro casi abismal. Detrás de eso no podía haber un vacío, tenía que haber algo. Fueron las primeras intuiciones que tuve, y a partir de ahí fui reflexionando sobre el sentido que tenía ese espacio que hemos arrebatado a la naturaleza. Poco a poco fui dándole el marco conceptual, que tiene que ver con el hábitat que nos hemos dado a nosotros mismos como seres humanos.

Víctor Moreno nos habla de La ciudad oculta

Víctor Moreno: sinfonía urbana

Los pocos diálogos y la banda sonora los pone el propio sonido ambiente. ¿Con qué intención se ha hecho?

Desde la concepción original de la película teníamos claro que esta película era una experiencia audiovisual. Para ello queríamos poner al mismo nivel tanto el sonido como la imagen. Invertimos muchísimo tiempo y dinero en grabar sonidos ambiente. Yo entendía la película, más que una película narrativa, o de personajes, como una sinfonía urbana. Ese género tan de los orígenes del cine. Y eso me hacía pensar que todo ese sonido ambiental debía ir conformando la película en sí, haciendo que se pareciera más a una pieza musical. Trabajamos mucho con músicos experimentales, de tal forma que nunca supiésemos dónde empieza el ambiente, dónde empieza el sonido. Me gusta definirlo como sonido líquido, se van mezclando las diferentes pistas y componiendo esta banda sonora.

Víctor Moreno nos habla de La ciudad oculta

¿Habéis tenido algún problema a la hora de conseguir los permisos para rodar en los espacios que vemos?

El tema de los permisos supuso un año de trabajo. De muchas reuniones con las diferentes distribuciones que participan en la película. Fue una fase complicada, pero afortunadamente lo conseguimos. Tuvimos que explicar evidentemente la película que estábamos haciendo. Y después tuvimos la colaboración muy estrecha de Filmadrid. Fuimos el proyecto número uno de esta oficina, que ayuda en los rodajes de la ciudad. Fue fundamental, nos ayudó muchísimo.

Víctor Moreno nos habla de La ciudad oculta

Víctor Moreno: afán exploratorio

Hay planos como el de la cámara colocada bajo el vagón de metro… ¿Qué ha sido lo más difícil a nivel técnico?

La película es un reto a todos los niveles técnicos. Tanto José Alayón, el director de fotografía y productor, como yo, teníamos muy claro que queríamos convertir todo ese universo que íbamos a retratar en una experiencia audiovisual. Eso nos exigía, evidentemente, trabajar visualmente la película desde posiciones de cámara a las que quizá no estamos muy habituados. En general fue todo bastante complicado, pero trabajamos con gente muy profesional que hizo su trabajo estupendamente. Y para eso nos preparamos mucho.

A nivel de complicación no sentí nada más allá de lo habitual en un rodaje. Sin embargo para mí siempre era un reto, rodar en túneles muy estrechos, con mucho equipo, cámaras pesadas, seis personas. Tener que meternos en sitios estrechos, en los que casi no nos podíamos mover, más que una complicación fue una aventura muy satisfactoria. Tengo un afán exploratorio que me encanta. Y si encima puedo estar haciendo una película pues me fascina.

Víctor Moreno nos habla de La ciudad oculta

Muchas escenas parecen sacadas de un filme de ciencia-ficción espacial, algunas incluso recuerdan a 2001, una odisea del espacio. ¿Ha sido algo intencionado?

La mayoría de los referentes que tienen que ver con la ciencia-ficción viven en mí. No es que sea algo que copio, sino que directamente me sale de dentro. Ya desde el inicio del proyecto encontré un paralelismo entre el subsuelo y el espacio exterior. De alguna forma ambos lugares son territorios que los humanos hemos conquistado a la naturaleza. Necesitamos esas construcciones para poder estar en ellos. Eso ya me estableció cierta relación entre los dos mundos. Aparte que, claro está, existía el propio origen de la ciencia-ficción, Viaje al centro de la Tierra, que también es un viaje al subsuelo.

A partir de ahí fue muy fácil relacionar ambos mundos. Por no hablar de las instalaciones, que pueden recordar a una suerte de estación espacial en otro planeta. Con respecto a 2001, que es mi película favorita de todos los tiempos, sí que había un aspecto muy importante que es el aspecto musical, sobre todo en la última parte. De hecho Kubrick la definía como una película musical. Me interesaba que la película fuera inmersiva y se entendiera menos en un plano lógico. Más de dejarse llevar.

Víctor Moreno nos habla de La ciudad oculta

Víctor Moreno: descubrir nuevos mundos

Tu anterior película, Edificio España, ya era una oda urbana ubicada en Madrid. ¿Con qué ojos ves esta ciudad, como cineasta procedente de Tenerife?

Habito en Madrid desde hace veinte años. De hecho llevo más tiempo en Madrid que en Tenerife. Para mí es un lugar en el que transito, habito y paso gran parte de mi tiempo. Tengo una inquietud, que es explorar más allá de donde estoy habitualmente. Me gusta pensar que la ciudad en la que estoy tiene múltiples secretos, y que traspasando ciertas puertas o ventanas o yendo a ciertos rincones mi percepción de la ciudad va a transformarse. Y evidentemente va a ampliarse, porque normalmente en las ciudades siempre tenemos el mismo recorrido. Transitamos los mismos lugares. Y me gusta pensar que no hace falta irse a la Antártida o a la selva del Amazonas, que evidentemente es fabuloso ir allí, para explorar y descubrir nuevos mundos. Tanto Madrid como cualquier ciudad en la que uno viva están plagadas de estos secretos.

Víctor Moreno nos habla de La ciudad oculta

Víctor Moreno: experimentador audiovisual

La película lleva un año girando por festivales nacionales e internacionales con buena acogida. ¿Cuál es la reacción del público al verla en la gran pantalla?

La película es, sobre todo, una experiencia audiovisual para verse en pantalla de cine. Se produce un efecto muy interesante, es como que la pantalla se expande. Al ser tan oscura parece que la pantalla no tuviese fin, y nos absorbiera y nos atrapara. Esa sensación es muy apreciada por mucho público, volver a que el cine tenga esa especie de desvelamiento, de experiencia inmersiva. Allá donde ha estado la gente lo ha disfrutado mucho y se ha mostrado muy agradecida. Por ejemplo en EE.UU., pensaba que iba a ser una película que no podría tener a priori mucho recorrido, pero la verdad es que lo está teniendo muchísimo y el público se ha mostrado muy entusiasta con la propuesta. O justo ahora estoy en Corea, y en Seúl ha sido maravillosa la respuesta.

Ahora se estrena en cines de la mano de Márgenes. ¿Qué tipo de distribución va a tener?

La distribución más amplia que se puede tener para este tipo de película. Según la distribuidora va a tener diferentes etapas. Una primera etapa con una serie de salas. Después otra con más salas. Y así paulatinamente. Me gustaría estar evidentemente en todas las salas de Madrid y de España, pero sabemos que es complicada la distribución de cierto tipo de películas en nuestro país. No existe un circuito lo suficientemente amplio para que haya nuevos públicos que están acostumbrados a otro tipo de películas. Estas propuestas están en los orígenes del cine, no son nada nuevo. Espero que sea un recorrido amplio, para que la experiencia inmersiva de ver la película en salas dure.