La primera cinta del realizador argentino José Skaf consigue el aprobado
No es muy común que las primeras historias en ser contadas por directores primerizos, capten la atención de un público cada vez más de vuelta de todo. No ocurre así con Vulcania, la puesta de largo del director José Skaf que nos deja con buen sabor de boca y con ganas de más.
Todo comienza cuando la mujer y el hijo de Jonás (Miquel Fernández) y el marido de Marta (Aura Garrido) mueren en extrañas circunstancias en una mina. Todo el mundo en la comunidad pretende hacer borrón y cuenta, mientras que los viudos saben que hay algo que se pretende ocultar. Mientras las dos grandes familias que comparten el gobierno del lugar siguen sirviéndose del pueblo, que vive para trabajar, para seguir haciéndose de oro. Pronto aparecerá un libro que quitará la venda de la mentira vivida.
Una sociedad primitiva que se plantea como un entorno que asfixia y que dirigida por un fascismo atemporal, vuelve a hacer del espíritu sectario y ese afán por salir de la opresión, el argumento de esta película que brilla en lo visual y decae un tanto en el guion firmado por Diego Soto. Una historia fantástica con tintes rurales que encuentra en la ficción distópica su mayor acierto, junto con la elección de un elenco de actores a la altura de lo que se les pide, destacando los trabajos de José Sacristán, Ginés García Millán y Ana Wagener.
Una película interesante que pese a perder fuelle en su fase final, mantiene al borde del misterio al público expectante que ahogado por el ambiente y entusiasmado con una puesta en escena absolutamente impecable, pone el ojo en este director amateur al que se le aplaude su primer trabajo tras la cámara y del que se espera siga manteniendo el atino a la hora de dirigir historias tan complicadas como la de Vulcania. ¡Disfrútenla!
Estreno hoy, viernes, 4 de marzo.
