Hubo un tiempo en el que preparar la comida significaba lidiar con un rincón incómodo, estrecho y caótico. Hasta que, en 1930, un arquitecto belga decidió poner orden. Louis Herman De Koninck presentó Cubex, un sistema modular que parecía ciencia ficción para la época.
De pronto, cada objeto encontró su lugar, con armarios pensados para cada utensilio, un fregadero integrado en la estructura y huecos reservados para aquellos extraños artefactos eléctricos que empezaban a entrar en las casa. Y, con esa combinación de rigor y atrevimiento, nació una de las cocinas retro más influyentes del siglo XX. En pocas décadas, miles de familias en la tierra de Herman De Koninck adoptaron Cubex y la instalaron en el corazón de sus casas. Después, desapareció de la escena; sin embargo, en 2015 dos empresarios, Xavier De Breucker y Nicolas Swinnen, decidieron rescatarla y devolverle vida.
El relanzamiento de una de las cocinas retro icónicas más influyentes del siglo XX
Lo hicieron a través de la línea C30, una reedición que mantiene la estructura de Louis Herman De Koninck y que está producida con materiales resistentes como granito, madera afzelia, lava esmaltada y latón macizo. El célebre tirador de 1932 continúa vigente, pero ahora convive con hornos, lavavajillas y placas de inducción ocultos.
Imágenes superiores: proyecto Westhinder – Knokke. © Alice Mesguich.
Nuevos territorios para Cubex
A partir de esa base, Cubex amplió su alcance. Tras la C30, la firma desarrolló una bodega con capacidad para más de 4.000 botellas y equipada con un sistema de refrigeración avanzado. También anunció nuevas series destinadas a baños y vestidores, ideadas con el mismo enfoque geométrico y referencias al Art Déco.
Imágenes superiores: Maison Berteaux
Salto internacional
En 2025 y 2026, Cubex participará en dos citas mayores del calendario del diseño. Primero entrará en el Musée des Arts Décoratifs de París, en una exposición dedicada al Art Déco. Luego, en enero de 2026, hará su debut en Maison&Objet.
Imágenes superiores: proyecto Kalmthout. © Mireille Roobaert
