
Por Amor al Arte es un mini documental y un encuentro tras 10 años de admiración entre un fan (Eduardo Vea Keating) y el pintor Paco Pomet.
El documental nace del encuentro entre el pintor Paco Pomet y uno de sus admiradores más constantes, Eduardo Vea Keating. 10 años después de descubrir su obra, Vea Keating no solo firma este documental, sino que también es el autor del texto que acompaña el proyecto, un relato que combina admiración, memoria y reflexión sobre la pintura, el humor y el oficio del artista granadino.
Conocí a Paco Pomet hace poco más de 10 años con motivo de una exposición en la que participó en el sur de Inglaterra. El organizador de aquella orgía artística se sabía quién era, pero muy poca gente le pone cara. A esa exposición solo fueron invitados a participar dos artistas españoles, Pomet de Granada, era uno de ellos. Y eso fue motivo suficiente para investigar su obra. Desde entonces no he dejado de admirarla.
Galán (Óleo y acrílico sobre lienzo. 130 x 170 cm. 2023)
Diez años después, su trabajo, aunque sigue igual de mordaz, sarcástico y fino, ha evolucionado y ha cruzado aún más fronteras.
“Me faltan muchos lugares en los que me gustaría exponer, por supuesto. Si pudiera elegir… El Louisiana Museum de Dinamarca me encanta. En general, algún museo o institución pública sería bueno. El acceso al arte sin la mediación del mercado es, en cierta forma, un respiro y es siempre un ritual desinteresado y enriquecedor” explica el de Granada.
Franquicia (Óleo sobre lienzo. 130 x 170 cm. 2023)
“En 2008, My Name is Lolita Art, la galería que me representaba en España, fue expulsada de ARCO como muchas otras galerías, y eso hizo que mi galerista, Ramón García (no el del Gran Prix) tuviese que buscarse la vida fuera.
Aquella decisión unilateral e injusta, nos abrió las puertas al mercado internacional. Aunque no estar en ARCO no me quita el sueño, sí sería bueno sentirse parte de la familia artística de mi país” comenta de forma modesta Paco Pomet.
Paco Pomet en su estudio
Un detalle importante que he visto después de 10 años de mensajitos “a lo fan” y varias exposiciones juntos como espectadores, es que es una persona admirable.
No solo como pintor excepcional, también como persona. Paco Pomet es un caballero como de otra época. Él se siente admirador del S.XIX, de los avances técnicos surgidos en ese siglo, de sus artistas y la obra producida en aquel tiempo, y se nota. Pero no solo en su pintura, Pomet sustituye la capa y la espada por los pinceles, las espátulas y el óleo y defiende el arte y juega con él, creando un lenguaje que va más allá de lo bien pintado.
Babel (Óleo y acrílico sobre lienzo. 130 x 150 cm. 2017)
“El humor es algo que admiro y me influye mucho. Desde los inicios del cine con Chaplin o Buster Keaton… a Monty Python, el cómic de Ibañez, Uderzo/Gosciny, Gary Larson, o incluso Eugenio y sus chistes cortos o las viñetas de Leraúl. El humor también es arte y un mecanismo genial con el que se pueden contar cosas muy difíciles” explica.
Atlas
En tiempos en los que la Inteligencia Artificial parece que nos come, es un gusto ver y disfrutar del trabajo manual de artistas que siguen creyendo en el valor de táctil, lo verdadero y lo tangible.
Paco no se come la cabeza con el futuro, pero sí lo ve con expectación y curiosidad. “Me gustaría poder llevar a cabo algunas transformaciones en mi proceso de trabajo que no sé muy bien por qué pospongo. En general, no hago planes que no tengan que ver con mi capacidad de decisión y de trabajo al no estar representado ahora en España por ninguna galería, pero soy receptivo, aunque también bastante selectivo” aclara con una sonrisa.
Furtive Dusk (Óleo sobre lienzo. 130 x 170 cm. 2021)
En enero del próximo año, expone en solitario en Richard Heller en Los Ángeles, una de las galerías internacionales que hoy día le representan.
Unos meses después lo hará en la galería Aisho de Tokio con otra individual. Me temo, que esas no las podré ver en directo con sus explicaciones maestrales, pero espero que nos juntemos de nuevo para ARCO, aunque él no esté en las paredes. El refranero, no suele equivocarse y parece mentira que Pomet, no sea profeta en su tierra.
Texto: Eduardo Vea Keating
