ARCO 2020 ya está aquí. Y, como siempre en estos casos, la feria de arte contemporáneo más importante de España es la excusa perfecta para que Madrid se vista de gala, todos los centros saquen sus mejores exposiciones y la ciudad se vea saturada de propuestas y ofertas artísticas de todo tipo. Para los que no tengan tanto tiempo o ganas de verlo todo, os dejamos una pequeña selección de lo que no hay que perderse fuera de los pasillos de la feria.
Obviamente las primeras interesadas en dejarse ver son las galerías madrileñas. Y es que con Arco también –y sobretodo- llegan los coleccionistas de medio mundo. La ocasión perfecta para hacer negocio. Entre las que prolongan sus exposiciones hasta el próximo sábado y las que inauguran aprovechando la feria -en la ya famosa noche de galerías de Dr. Fourquet del martes 25- todas tienen algo que ofrecer.
Imagen superior: Gala Knorr. Generaciones 2020 La Casa Encendida
De entre tanta oferta, destaca por ejemplo el minimalismo irónico y los equilibrios espaciales de Luis Bisbe en Alegría Galería. Con una serie de obras cuyos materiales cotidianos parecen encontrar armonías gramaticales absurdas, pero al mismo tiempo altamente poéticas, el artista catalán sorprende al espectador con un incesante juego conceptual cuyas tensiones -reales y simbólicas- provocan una sonrisa siempre llena de profundidad y transcendencia.
Hans Haacke News, 1969. Moises Perez Albeniz
Gestes. Antoni Muntadas. Moises Perez Albeniz
Drastic Carpets. Antoni Muntadas. Moises Perez Albeniz
Dennis Adams. Double Feature. Moises Perez Albeniz
Muy destacable también -por compleja, completa y contrastada- resulta “News, etc” una exposición comisariada por Stephan Pascher en Moisés Pérez de Albéniz y que, como su nombre indica, tiene como punto de partida una obra creada por Hans Haacke en 1969 -una especie de impresora/teletipo que emite noticias en tiempo real y que encontramos en la expo. Construida en torno a cuestiones relativas a las noticias, los medios de comunicación y las fake news, encontramos obras tan clásicas y destacables como Drastic Carpets o Gestes, de Antoni Muntadas, o El jinete del apocalipsis de Klaus Staeck, además de una magnífica instalación de Dennis Adams.
Ludivica Carbotta. Marta Cervera
Un poco más abajo, en la galería Marta Cervera, no hay que perderse las impresionantes y osadas instalaciones escultóricas que forman “Objects of defence”, de Ludovica Carbotta. Una reflexión sobre el cuerpo, el gesto y la forma como mecanismo de adaptación y defensa que hacen pensar en una suerte de organismo vivo, maleable y atrayente, cuyas circunvalaciones y deformaciones resultan altamente estéticas. La exposición es una adaptación de un proyecto que la artista realizó para la última Bienal de Venecia en un antiguo almacén de pólvora de Forte Marghera.
Matthias Bitzer. Vertigogue. Casado Santapau
Completamos nuestras recomendaciones, en lo que a galerías se refiere, con la presencia, siempre importante en el arte contemporáneo español, de una materialidad muy visible y trabajada en las obras de Álvaro Negro en F2 Galería o de Juan Luis Moraza en Espacio Mínimo así como el desafiante trabajo de Matthias Bitzer en Casado Santapau o la destacable propuesta, La Magdalena de Proust, en Max Estrella.
Siempre resulta interesante pasarse por la selección anual de Generaciones en La Casa Encendida. Más que por la propuesta expositiva en sí -no es una exposición sino más bien un collage dispar de artistas-, por la curiosidad de descubrir algunos de los nombres de mañana. Esta edición 2020 no es una excepción y el espectador disfrutará sin duda con la reflexión de Gala Knörr sobre la naturaleza de las imágenes digitales y su semiótica transferida al cuadro así como con la fascinante instalación de Javier Arbizu, a medio camino entre lo humano y lo metálico, en la que diferentes esculturas huecas en bismuto del cuerpo humano – cabezas, orejas, dedos- forman una suerte de máquina antropomórfica. Cabe destacar también los trabajos de Nora Silva y Miguel Marina.
Cristina Mejias. Generaciones 2020 La Casa Encendida
Pero, sin duda, la propuesta estrella es la maravillosa instalación La máquina de Macedonio, presentada por Cristina Mejías. Una pieza textil suspendida en la oscuridad, creada por miembros de la comunidad indígena de los wayúu -que habitan un territorio entre Colombia y Venezuela-, a la que el espectador accede con linternas como si de una cueva prehistórica se tratase. Partiendo de la tradición oral y de la costumbre de esta comunidad de relatar cada día los sueños de la noche anterior, la artista propone una obra que reflexiona sobre el relato, su polisemia y los mecanismos narrativos obligando al espectador a “leer”-siempre de manera subjetiva e incompleta, por el propio uso de la linterna- el tapiz en un gesto consciente que remite además a la propia materialidad de la escritura. Pensamos en los exploradores descubriendo las cuevas rupestres con sus propias luces, en la Torah desenrollándose progresivamente pero también en los scrolling de las páginas webs o en el propio cine, que no deja de ser un desfile de fotogramas; en definitiva en todos los mecanismos clásicos que lo visual y lo narrativo utilizan para desplegarse. Seguramente no sea una casualidad que utilicemos la misma palabra – trama- para hablar de la construcción de un tapiz y de un relato. Con su referencia a Piglia y Macedonio Fernández, su mecanismo de “doble lectura” -una linterna normal y otra fluorescente- y su preciosa banda sonora, la obra ofrece una extraordinaria riqueza hermenéutica y unos innegables guiños a ciertas teorías del significado. No me resisto a subrayar que, una vez concluida la muestra, Mejías deshilará el tapiz, devolviendo la materia prima a su origen para que se creen nuevas historias, en un movimiento conceptual que recuerda sin duda a la diseminación derridiana o al désoeuvrement de Blanchot. Una visita imprescindible.
