DISECCIONANDO A WOODY

CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS

Woody Allen es quizá el director más prolífico del cine americano (y me atrevería a decir que del cine mundial). Desconozco si el hecho de que todos los años estrene una película, obedece a una imparable capacidad de trabajo o quizás a una manía o meta personal que le obliga a llevar ese ritmo tan acusado. Esto tiene unas consecuencias, por un lado puedes saturar a tu público por una sobreexposición de tu trabajo, y por otro puedes evitar que tus fans se creen esas expectativas monstruosas y desmedidas, que otros grandes directores tienen que soportar cada vez que estrenan un nuevo film.

Lo que sí está claro es que la gente está acostumbrada a su cita anual con Woody Allen, y cada uno tiene sus teorías sobre cuando toca que haga una peli buena o una peli mala. “Si la cosa Funciona”, su anterior título entraría en el grupo de las buenas (aunque muchos dicen lo contrario), era fresca, divertida, los personajes funcionaban a la perfección conquistando al espectador sin abandonar nunca el arquetipo típico del cine de Allen. En el caso de “Conoceras al hombre de tus sueños”, creo que por primera vez nada funciona como debiera. La innecesaria fijación por rodar continuamente le ha pasado peaje esta vez y le ha salido una cinta algo hueca. La historia no tiene ningún interés, centrada en un atajo de cretinos que te caen rematadamente mal, que son antipáticos y extremadamente estereotipados, y que tienes la sensación de haber visto millones de veces a lo largo de su filmografía. Sólo en contadas ocasiones las situaciones y diálogos arrancan carcajadas o una leve sonrisa, y los supuestos momentos “sorpresa” del final provocan cierta indiferencia. Los dramas de los personajes no conmueven, y la historia viene rematada por una moraleja algo naif y excesivamente obvia.

Pero las cosas como son, Mr Allen, sigue siendo un portento del cine, e incluso en una peli menor como esta (los grandes no saben hacerlas malas de verdad), el ritmo es trepidante, el guión esta perfectamente estructurado y los personajes magníficamente escritos, y la dirección de actores es buena, destacando tres metros por encima del resto del reparto la maravillosa interpretación de Gemma Jones, como entrañable ancianita adicta a las videntes. Lo de Antonio Banderas y sus dotes interpretativas no hay palabras para describirlo, a ver si su reencuentro con Almodóvar nos ayuda a entender como ha podido llegar tan lejos.

Parece además, que Allen se muestra reacio a aparecer como actor en sus películas, en las últimas seis sólo se dejó ver en Scoop, y ahora, uno tiene la sensación de intuir su personalidad y sus pensamientos, en boca de unos actores incapaces de recitar sus hilarantes diálogos cargados de pesimismo, de la manera descacharrante que sólo él consigue. Se le echa de menos. Aunque no todo está perdido, el año que viene habrá película de Woody Allen y en cualquier momento nos entrega otro Match Point.