Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

El estudio de Eduardo del Fraile ha creado una biobotella de agua mineral 100% biodegradable y 100% compostable. Además, Yoi está realizada a partir de componentes íntegramente vegetales. Imprescindible, como es natural, para los más avanzados en materia sostenible.

El diseñador Eduardo del Fraile ha creado, junto con el empresario Fernando Durán, la marca Yoi. Bajo esta denominación japonesa que alude a “bueno”, nace una de las primeras biobotellas de agua que se fabrica en España. Está hecha con almidón, cáscara de lino y caña de azúcar. Y es que este creativo siempre tiene una mirada puesta en el legado que el diseño puede aportar a la sociedad. De hecho, sus proyecciones están íntimamente ligadas al mundo del reciclado y a la preocupación por los materiales. Tanto en relación con su origen como acerca de su impacto en el medioambiente. Donde las formas no plantean límites sino oportunidades.

Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

Yoi, una formación corporativa

El motivo de esta iniciativa conjunta entre Eduardo del Fraile y Fernando Durán -Yoi- no es otro más que solucionar, de una vez por todas, el consumo y la fabricación de agua embotellada en envases de polietileno tereftalato. Más conocidos con las siglas PET, uno de los mayores contaminantes de nuestros océanos.

Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

La biobotella de Eduardo del Fraile

Y como consecuencia empresarial, nace Yoi. Una biobotella que, en condiciones industriales de compostabilidad, tarda en descomponerse alrededor de 180 días. En contraste con los cientos de años que tarda en hacerlo un PET que, además, genera micro plásticos. Igualmente, el tapón, envase y etiqueta de Yoi son 100 % biodegradables. Un guiño más al respeto al medioambiente por parte de Eduardo del Fraile.

Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

Otra de las ventajas sostenibles que aporta Yoi es que su fabricación genera un 60% menos de huella de carbono que las botellas de agua envasada. Es decir, la biobotella diseñada por Eduardo del Fraile precisa de menor gasto de energía y transporte, al fabricarse en la propia planta de embotellado.

Envase sostenible

A su vez, hay que destacar que el envase de la biobotella Yoi se convierte en compost una vez desechado y tiene mayor vida útil que el PET porque puede rellenarse cuantas veces se desee. “Sin duda, un fin de ciclo de vida totalmente recomendable para un envase en relación con el medioambiente”, en palabras de Eduardo del Fraile.

Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

Agua mineral de alta calidad

Por otro lado, viene bien resaltar que Yoi contiene un agua con altas calidades y muy equilibrada. Fina al paladar, con bajo residuo seco, bajo contenido en sodio y PH elevado (PH8). Un agua que no hace trabajar excesivamente al riñón y que es apta para el consumo infantil. No en vano, ha obtenido el Diamond Taste Award en los International Taste & Quality Institute de Bruselas.

Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

Sobre Eduardo del Fraile

Eduardo del Fraile es un diseñador multidisciplinar especializado en branding, packaging y producto. Formado en la Escuela Elisava de Barcelona y en HDK Valand, Escuela de Diseño y Artesanía de la Universidad de Gotemburgo (Suecia).

Entre sus proyectos más destacados, escoge “un wok para una gran cadena coreana de comida para llevar, realizado en material ecológico a base de bagazo, a partir de semillas de lino; una manzana take away para Llaollao; la aceitera Oliva con forma de aceituna; o la elaboración de un ron presentado en una cabeza de cerámica con forma de gorila”, determina del Fraile.

Yoi, la biobotella vegetal y reutilizable de Eduardo Fraile

Para el creativo, de origen vallisoletano y con estudio en Alicante, “la visión propia del trabajo es una metáfora visual que consiste en llevar desde el mundo plano al volumétrico ciertos símbolos que se convierten en objetos, añadiendo un valor emocional y planteando un pequeño reto al consumidor. De hecho, el punto de vista de un diseñador gráfico dentro del mundo del producto puede resultar en algunos casos único”.