Generar desconcierto tiene sus riesgos. Y aquí han ido a por todas. Como ya venimos anticipando que el futuro está fuera del centro de las ciudades, El Cucufate nos vuelve a dar la razón al situarse en San Sebastián de los Reyes, a las afueras de Madrid. Pero, por adelantar: ¿El Cucufate? Un demente o loco, una persona que tiene las facultades mentales perturbadas y no razona adecuadamente. Expresión de Chile, país con el que el impulsor de este proyecto singular tiene mucha relación. Si es por definir el punto de partida de este restaurante que encierra muchas más cosas, ya nos podemos ir preparando.
El desconcierto de El Cucufate: pizza Chicago y la mejor IPA
Fotos superiores: interior de la sala principal de El Cucufate y ensalada de tomate rosa
Primera impresión desde el parking exterior: hemos llegado una macrodiscoteca de polígono. Pero no. La fachada industrial, parte de un pabellón deportivo, anuncia desde una pantalla gigante la identidad del lugar. Su nombre (El Cucufate), su uso (restaurante) y su imagen (un logo que se irá repitiendo y cambiando conforme vayamos conociendo más). Pasado este primer descoloque, la entrada supone un bombardeo de información. Barra, cocina vista, música, decoración… Estímulos continuos en un espacio inmenso que, siendo de titularidad municipal, ha permitido un alquiler asequible con el que emprender este campo de pruebas con vistas a que el proyecto crezca. El Cucufate es una criatura ambiciosa y nace para expandirse.
Foto superior: Cuarteto de cuerda
Es Alberto Alcalde con quien tenemos que identificar El Cucufate. Al fin y al cabo, lo lleva tatuado en su piel en diferentes versiones. Curtido en multinacionales y loco de la música -y de las mezclas, Alberto sigue ejerciendo de vez en cuando como dj-, ha apostado por un lugar en donde poder pasar las horas trabajando mientras controla la banda sonora. Detrás, otros tres socios más: Juan Damas, José Luis Guijarro y Federico Latorre.
Foto superior: Garbanzos fritos con salsa de callos y secreto ibérico a la parrilla
Cerveza artesana y pizza de Chicago
En línea con la barra, seis tanques lucen relucientes. Acumulan 6.000 litros de cerveza El Cucufate, gracias al sistema DuoTank que permite su llenado desde el mismo camión. Son 14 referencias entre el mostrador de grifos y las embotelladas: La Rubia (Pilsner), La Morena (Pale Ale), La Ipacondríaca (India Pale Ale), La Sosita (sin alcohol), La Pija Imperial (Stout)… Si la lager se queda algo corta, destaca por original su cerveza artesana sin alcohol y sin gluten, única en el mundo, y por redonda su IPA, sin tanto amargor por exceso de lúpulo. La Cucufate es una cerveza fabricada en Aranda de Duero en colaboración con Cerveza Mica.
Foto superior: Cerveza artesana La Cucufate
El resto de especialidades se suceden por orden en la barra hasta llegar a la cocina abierta: coctelería (diseñada por Lolo Remeseiro), conservas, embutidos Quercus, quesos de Poncelet, pan de masa madre y pastelería (imprescindible su tarta de chocolate sin azúcar), parrilla Hosper para carne de La Finca que termina de madurar en sus cámaras y pizza de Chicago, única versión que trabaja el restaurante. Alberto es un fanático de la pizza y ha optado tal vez por la más difícil de ver en España.
Foto superior: Deeply veggie, con pan de cúrcuma, mezcla de quesos, berenjena, passatta y albahaca, miel de caña, rúcula, setas, reducción de Módena.
Este estilo deep dish saca del molde una masa gruesa con bordes esponjosos, parecida a la quiche. Muy contundente, esta pizza se sirve en El Cucufate en siete variedades a elegir: Chicago Style, Deeply Veggie, Snow Patrol, Geneve Rosso, Patrick´s Clover, Iberian Deep y Pulled Pork.
El sonido y la imagen de El Cocufate
La música y la decoración quieren ir de la mano. David Bowie o Ray Charles en las paredes. Elton John o Lady Gaga, en un juego óptico de impresión lenticular. Del rock al flamenco, del blues al house. En pocos restaurantes, o en ninguno, se ha dedicado tanta atención al diseño sonoro. Todo parte de una isla central, estación del pinchadiscos con una mesa que cuenta con 4 subwoofers. En total, por todo el local se reparten hasta 20 altavoces. La música se escucha nítida sin que perjudique el diálogo en las mesas gracias, en parte, al suelo roto de madera que hace que no rebote el sonido.
El reservado, decorado como el salón de una casa bien fina, chimenea incluida, admite su propia escena sonora independiente para reuniones más privadas y en donde se pueden manejar listas de reproducción por bluetooth. Pero es en los cuartos de baño donde mejor sonoridad se disfruta, dentro de unas cabinas acolchadas que simulan ser jaulas anti-locura. Entre papel pintado de estilo victoriano, suelo de damero, frisos de madera desgastada y mucha falsa vegetación, aparecen los bustos de Marilyn Monroe y de “dios” Camarón.
Quien ha interpretado este mundo un tanto surrealista ha sido Angélica Sanz, del Grupo Perpendicular. La interiorista permite que la locura se adueñe del espacio llenándolo de elementos simbólicos y de fantasía extravagante.
Foto superior: Desmigado de ternera al vino tinto con amarenas y lascas de foie
Foto superior: Queso, membrillo, violetas y mango
Foto superior: Té por té
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El Cucufate
Avenida Matapiñonera, 15, San Sebastián de los Reyes
Tel. 918 429 282
elcucufate.es
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