A los 81 años falleció el conocido diseñador Pierre Paulin el pasado 13 de junio. En Neo2 le hicimos una entrevista el verano de 2008 con la ayuda de su mujer Maïa y con el apoyo de la empresa Artifort, para la que diseñó en los sesenta grandes piezas que han quedado como clásicos. Sin el apoyo de ambos, la entrevista no hubiera sido posible, aprovechamos para darles las gracias. Posiblemente sea además una de las últimas entrevistas que se le hizo. En ella se observa que tenía muy bien amueblada la cabeza, quizá con piezas suyas. Derrocha vitalidad y ganas de seguir diseñando, a pesar de estar celebrando en ese momento 60 años como diseñador. Trabajó sin parar, sus últimos diseños para Ligne Roset o Magis fueron presentados en el Salón del Mueble de Milán de 2009. Además, en el blog de Neo2 se publicó como complemento imágenes adicionales y una entrevista realizada por VIA.
Le deseamos una feliz travesía. Au revoir Monsieur Paulin.
REPRODUCCIÓN DE LA ENTREVISTA
A SUS 81 AÑOS SE HA VISTO A SÍ MISMO CONVERTIDO EN UN MITO, UNA LEYENDA VIVA DEL DISEÑO. ÉL, MODESTAMENTE, NO SE CONSIDERA NI MUCHO MENOS COMO TAL, AUNQUE UNA LEGIÓN DE JÓVENES DISEÑADORES FRANCESES LO DIGA.
El año pasado cumplía los ochenta y por ese motivo recibió múltiples homenajes. Uno desde Artifort, la empresa holandesa para la que ha diseñado durante 50 años. Otros por parte de instituciones francesas dedicadas a la promoción del diseño patrio, como VIA. Ésta elaboró un documental en el que jóvenes diseñadores del panorama francés hablaban maravillas sobre su legado, del que en estas páginas damos cuenta. Proyectos de interiorismo y un sinfín de butacas que aún hoy produce Artifort. Little Globe, Oyster, Ribbon, Tongue, Le Chat, Orange Slice y Mushroom son las más conocidas y se pueden consultar fácilmente a través de la web de la firma <www.artifort.com>. En estas páginas mostramos algunos de sus diseños menos conocidos y además hablamos con Paulin sobre este documental y otras cosas.
En el documental hecho por Véronique Thouvenin para VIA, las nuevas generaciones de diseñadores le definen como un mito de la modernidad y un espíritu libre ¿Está de acuerdo? A veces la gente percibe cosas que uno cree no ser… Nunca me he considerado un mito, ante todo porque ¡todavía estoy vivo! Me siento más bien como un pupilo de la escuela americana de diseño de los años cincuenta y sesenta, principalmente de los diseñadores que trabajaron para Herman Miller y Knoll.
Swann Bourotte destaca de usted que fue un hombre abierto a las nuevas técnicas y a los nuevos materiales y que por eso le admira. ¿Sería un consejo que daría a los jóvenes diseñadores? Estar abierto a los nuevos materiales y las nuevas técnicas debe ser definitivamente lo primero que tenga un diseñador en la cabeza. Creo que los diseñadores jóvenes están hoy demasiado fascinados con el pasado reciente, quieren fama y hacer mucho dinero. Muchos de ellos se acercan al diseño con intenciones dudosas. Lo que es más impresionante es su falta de imaginación y su tendencia a considerarse un artista, cuando el diseño ha sido y continúa siendo una disciplina que implica a un grupo de personas del mundo de la industria: empresarios, profesionales del marketing, técnicos, vendedores, etc. Diseñar no es una acción individual sino que reúne un conjunto de fuerzas destinadas a hacer que un producto sea lo mejor posible para el usuario final.
Algunos de sus diseños hacen referencia a un gajo de naranja, un champiñón o una lengua, incluso con su propio nombre. Pero más allá de la anécdota, sus innovaciones formales son incuestionables. ¿Qué le inspira? Cualquier cosa me inspira.
Sylvain Rieu-Piquet dice que usted es una mezcla perfecta de transgresión y discreción, algo muy difícil de conseguir para los jóvenes diseñadores. Transgresor lo ha sido pero ¿Ha sido su voluntad ser discreto?
Sí. Evidentemente yo pensaba que mi trabajo consistía en hacer buenos productos y que eran ellos los que tenían que ser mostrados y no yo. Con respecto a lo que llamas transgresión, si es que la hubo… intenté, sin mucho éxito, sugerir nuevas maneras de vivir en nuestra propia casa.
Dice también Sylvain Rieu-Piquet que sus diseños se han convertido en un clásico. ¿Alguna vez imaginó que en el futuro iba a convertirse en un clásico? Debido principalmente a las reacciones negativas que mis diseños suscitaron entre los usuarios potenciales a lo largo de los años cincuenta y ochenta, nunca pensé que alcanzaría la posteridad. Estaba más bien preocupado y luchando por salir a flote. En aquella época mi clientela era muy limitada en Europa, aunque muy amplia en Estados Unidos.
Todos esperan que usted siga diseñando por muchos años ¿lo hará? Si el diseño fuera lo suficientemente rico y hubiera un mercado interesado en el buen diseño, probablemente no me arriesgaría a hacer cosas nuevas. Últimamente, con precaución y con el empujón cordial de ciertos nuevos empresarios en Francia y en Italia, he decidido intentar lanzar algunas propuestas. Algunas de ellas no son recientes pero no fueron producidas en el pasado. Es una oportunidad para intentar mejorar puntualmente ciertas piezas. Siento que la gente merece buenos productos pero los diseñadores debemos ser muy modestos con esto.
¿Sigue encontrando fascinante el acto de diseñar? Para mí la vida es fascinante. Todavía me divierto mucho haciendo cosas y diseñando en mi vieja mesa de dibujo. Recuerdo a menudo como en el pasado luchaba con mi amigo y compañero Verner Panton, haciendo el mayor de los esfuerzos en cada muestra para intentar ser los mejores.
Entrevista realizada por Tachy Mora
