Exposición La Noche de Silvia Olabarría: un viaje meditativo a través del tiempo y la abstracción en El Chico Gallery.
La artista bilbaína Silvia Olabarría presenta su tercera exposición individual en la galería El Chico, donde explora la relación entre la forma, el tiempo y la noche como metáfora de la interioridad. Con una práctica que tiende a la abstracción, la artista invita al espectador a detenerse en los instantes suspendidos de su obra.
Ahora es un instante, 2024
Un proceso que revela la esencia del acto pictórico
Desde sus inicios, Silvia Olabarría ha trabajado en la frontera entre la figuración y la abstracción, entendiendo ambos lenguajes como complementarios. En No Parpadee (2023), la artista mostraba el proceso creativo como protagonista, resaltando superposiciones accidentales, errores y cortes que forman parte de su lenguaje visual. Ahora, en La Noche, esa exploración se amplía hacia una dimensión más meditativa, donde el tiempo, el cuerpo y la noche se convierten en metáforas que guían su práctica artística. La obra se convierte en un espacio de reflexión sobre cómo la forma surge del vacío y cómo el proceso creativo puede ser un acto de atención plena.
La Noche. El Chico, mayo 2025
La abstracción como lenguaje de ritmos y pausas
Olabarría construye su serie a partir de imágenes elementales y compartidas —círculos, estrellas— que se despliegan en variaciones que, vistas en conjunto, conforman un entramado rítmico. Cada obra funciona como un instante suspendido en el tiempo, un fragmento de una secuencia mayor. La artista experimenta con la materialidad, dejando que la arbitrariedad controlada y los accidentes del proceso guíen la creación. La cadencia que emerge en las obras recuerda a una composición musical, donde los cambios sutiles en forma y color generan una sensación de movimiento interno, casi como un latido que invita a la contemplación.Ya es otro ahora, 2025
El tiempo como materia pictórica
La elección de títulos inspirados en poemas de Elizabeth Bishop y en Água Viva de Clarice Lispector refuerza la dimensión temporal y corporal de la exposición. Frases como “El instante-ya”, “Ahora es un instante” o “¿De qué color es el infinito espacial?” invitan a una atención plena al presente. La artista, que practica yoga, meditación y pranayama, incorpora en su obra esa sensibilidad hacia el instante, donde cada cuadro se convierte en un umbral que nos invita a detenernos y respirar. Algunos títulos, como Susumna, Pingalá o Atha, hacen referencia a los canales energéticos del cuerpo en la tradición del yoga, reforzando la idea de que la creación artística es un acto de conexión con el interior.
Lunas, 2024
La noche como espacio de interioridad y percepción expandida
En La Noche, la noche no solo representa un momento del día, sino un espacio simbólico de introspección y ritmos latentes. Para Silvia Olabarría, la noche es un territorio donde la intuición, la respiración y el latido interior guían la construcción de las formas. La artista propone que pintar es un acto de habitar el vacío con atención extrema, un proceso de transformación continua que desafía la tendencia actual a valorar solo el resultado final. La obra invita a una experiencia sensorial, donde cada cuadro funciona como un intervalo, un umbral que nos anima a mirar más despacio, a escuchar el silencio que vibra en cada forma y en cada color.
La Noche. El Chico, mayo 2025
Silvia Olabarría nos invita a la contemplación y al silencio
La Noche no ofrece respuestas cerradas ni interpretaciones definitivas; más bien, propone una experiencia sensorial y meditativa en la que cada obra funciona como un umbral hacia el interior del espectador. Silvia Olabarría invita a detenerse, a mirar con atención y a escuchar el silencio que habita en cada forma y color. La exposición se convierte en un espacio donde el tiempo se dilata, permitiendo que la percepción se expanda y que la conciencia del presente se profundice. En un mundo saturado de estímulos y resultados inmediatos, esta muestra nos recuerda la importancia de habitar el vacío, de construir desde la nada y de entregarnos a la transformación continua que ofrece el acto de pintar.
El instante-ya, 2025
Un diálogo entre proceso y percepción
La artista, que ha trabajado con diferentes materiales y técnicas, insiste en que el valor del proceso es tan importante como el resultado final. En La Noche, esa filosofía se hace aún más evidente, ya que las obras parecen capturar momentos de atención plena, instantes en los que la forma y el color se revelan como manifestaciones de una percepción expandida. La serie invita a los espectadores a sumergirse en un estado de presencia, donde la respiración y el ritmo interno se sincronizan con las formas pictóricas, creando un diálogo íntimo entre la obra y quien la contempla.
La Noche. El Chico, mayo 2025
Silvia Olabarría reflexiona sobre la creación y la existencia
En definitiva, La Noche es mucho más que una exposición de pinturas; es un ejercicio de introspección y de conexión con la propia percepción del tiempo y del cuerpo. Silvia Olabarría nos recuerda que la creación artística puede ser un acto de atención consciente, un espacio donde la intuición y la respiración guían la mano y la mirada. La noche, en su dimensión simbólica, se convierte en un territorio de interioridad, donde los ritmos latentes y las percepciones expandidas nos invitan a explorar las profundidades de nuestro propio ser.
La Noche
Exposición individual de Silvia Olabarría
Hasta el 13 junio de 2025
Ronda de Toledo 16, local 9, Madrid
El Chico Gallery