LAB-LABANQUE

Cuatro jóvenes artistas exponen en esta antigua sucursal del Banco de Francia
La reinterpretación de la Planta Baja de este curioso centro de arte, que conserva todas las salas de su antiguo uso (oficina del director, hall de bienvenida, caja fuerte…), corre a cargo de Stéphane Thidet. Con sus alegóricas instalaciones, el artista instaura una etérea melancolía en un lugar que era símbolo de prosperidad en la región. Sus neones arrancados del techo (obra llamada Crépuscule), el ruido monótono e incesante de las puertas que se cierran o su enorme pirámide negra de confetis recuerdan que el lugar no es más que una ruina que recuerda tiempos mejores.
Una nostalgia que también encontramos en el primer piso dónde las obras de Bertille Bak transforman el antiguo apartamento del director en un espacio de lucha social y visiones surrealistas. Más divertidas, ligeras e interactivas son las obras de la pareja artíatica formada por Cléa Coudsi et Eric Herbin cuyo muro lleno de sobres pegados juntos (llamado Où maintenant) parece guardar algún secreto. Pero al ir a buscar alguna carta de amor, el espectador se encuentra con la voz impersonal y banal de todos esos mensajes que nos rodean en el día a día (móvil, megafonía, anuncios…). Una interesante reflexión sobre la inmaterialidad, ambigüedad y superficialidad de todos esos mensajes que recibimos cada día.

Hasta el 12 de julio. Lab-Labanque. 44, place Clémenceau. Béthune.

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