El SculptureCenter de la cinematográfica ciudad neoyorquina de Long Island, presenta hasta el 23 de marzo la instalación modular a gran escala ‘Model to Exhaust This Place’ del joven artista cubano Rafael Domenech.
Rafael Domenech (1989, La Habana, Cuba) ha creado una vasta instalación que responde a las condiciones del espacio expositivo, un antiguo taller de reparación de coches ocupado por el pabellón del SculptureCenter, un centro de arte sin ánimo de lucro en la parte industrial de Long Island. El artista utiliza la estructura existente del edificio, en particular las vías de un sistema de grúas industriales para producir y facilitar el trabajo.
Además Rafael Domenech trabaja con materiales de construcción, de modo que la obra total se relaciona con la arquitectura y urbanismo vernáculo de este barrio de Long Island, que está experimentando un crecimiento muy rápido, ahí el título de la muestra. Mediante la instalación de grandes paneles hechos de malla de construcción beige, transparentes y azules impresos y troquelados con formas ovaladas y enmarcados en aluminio, crea lo que él llama “moduladores de espacio” que permiten múltiples configuraciones arquitectónicas en el lugar.
El cubano está interesado en la poesía concreta como estrategia espacial para sugerir diferentes maneras de manejar un libro, teniendo en cuenta la dirección y la distribución de las frases en la página. Para Domenech el libro es una unidad estandarizada, un mecanismo de organización y un dispositivo arquitectónico. Por eso rodeando los paneles con sus formas elípticas, hay paneles de texto en castellano e impresos en rojo y una especie de esculturas que simulan un libro abierto que también contienen texto y a la vez funcionan como sillas. Los textos impresos son frases del propio artista y poemas del compatriota poeta y novelista cubano exiliado Severo Sarduy (1937-1993) que precisan una poética de la dislocación.
Rafael Domenech utiliza y explora las nociones de arquitectura, diseño urbano y el uso de materiales contemporáneos como tácticas de investigación para la producción de diferentes tipologías de objetos y espacios. Por eso la instalación funciona simultáneamente a múltiples niveles: como escultura, como modelo arquitectónico descentrado, como pabellón, y como lugar para programas y reuniones públicas. Y como tal, reconoce las variadas posibilidades y promesas de las instituciones de arte contemporáneo.
Como inmigrante latino procedente de un país en permanente conflicto, pero en permanente romance con los Estados Unidos de Norte América y abordando una economía de medios en su producción, su trabajo, aparte de su destacado carácter poético y simbólico no deja de trasladarnos al muro que Trump está construyendo con su vecino México.
