Octavi Serra, artista urbano y ex alumno de Elisava, ha interpretado conceptualmente los cinco proyectos de alumnos de Elisava presentados en la exposición RCR.Dream and Nature Catalonia in Venice de la Biennal de Arquitectura de Venecia impulsada por el Instituto Ramon Llull
Elisava, la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona, presenta una performance en el espacio urbano de Venecia a partir de los proyectos de alumnos presentados en el espacio Catalona in Venice de la Biennale de Arquitectura de Venecia. Octavi Serra, artista urbano y ex alumno de Elisava, ha viajado a Venecia para realizar instalaciones urbanas que establecen un diálogo entre el espacio y la intervención humana.
Cinco alumnos de Elisava fueron seleccionados para presentar sus propuestas dentro del proyecto RCR.Dream and Nature Catalonia in Venice impulsado por el Instituto Ramon Llull. La iniciativa que representa a Cataluña en la Biennale de Arquitectura de Venecia está comisariada por la periodista Pati Nuñez y la arquitecta Estel Ortega, junto con RCR Arquitectos.
Los proyectos de los alumnos responden a la pregunta planteada por los comisarios: “Qué aprendemos de la naturaleza?” y destacan la interacción, el respeto, la convivencia y la necesidad de encontrar soluciones para mejorar la relación entre el hombre y la naturaleza. Las propuestas muestran a la naturaleza como un recurso explotable y cómo el respeto y la conciencia ha pasado a un segundo plano.
Una instalación formada por tres cámaras de vigilancia que enfocan un montón de hierbajos en medio de una calle responde a la exageración de la desconexión entre la naturaleza y el ser humano a través de la tecnología.
Una silla sobre un flotador que navega por las calles de Venecia ejemplifica la utilidad de este objeto en el caso de que el agua consiga hundir las ciudades. Es un pequeño oasis que permite que el náufrago pueda dejar de nadar para descansar un buen rato.
Intervención que consiste en tender ropa, juntando calcetines con pantalones y pantalones con camisetas dando la sensación de que se está tendiendo a personas y que éstas se han deshecho. La propuesta quiere hacer reflexionar sobre la importancia del agua en nuestras vidas.
Unas ventanas instaladas en la pared de un calan de Venecia son una representación escénica de un futuro no tan lejano en el que el nivel del agua llegará a ser un problema para muchas poblaciones costeras. La propuesta es un reclamos del respeto medioambiental que se debería tener.
Una cama inflable con sus sábanas y almohadas se encuentra flotando en un canal en el que aparcan las barcas. La propuesta nos transmite la posibilidad “absurda” de meternos en la cama y dejar que el mar, el agua, lleve al pasajero sin rumbo de forma muy cómoda y calmada. La instalación simboliza una forma exagerada de meditación.
