ODIO PARÍS

BENDITOS PALABROS

Hace unos años -y no tantos, no crean- cada vez que las palabritas en cuestión brotaban en una sobremesa de domingo, el comentario generalizado era casi siempre: “¿Comooo?”. Afortunadamente han cambiado las cosas,   últimamente las escucho hasta la saciedad y me da la sensación que yo mismo las repito constantemente aunque no quiera ni nombrarlas para no quemarlas: Shoegazer, sonido C86, noise melancólico… Hala, ya está, ya las he dicho. Ya saben todos a que me refiero. Ni idea si es una moda pasajera, si ha vuelto o si nunca se fue. Ahora se escuchan y se reconocen. Y se agradece. El caso es que parece asentarse una escena nacional que tiene como denominador común el amor incondicional por los hermanos Reid, por Mark Gardener… por Neil Halstead. Porque Odio París y su flamante nuevo disco homónimo (El Genio Equivocado, 2011) son un clásico ejemplo de hijos de mediados de los 80 y principio de los 90… Machacones, psicodélicos, ruidosos, cumpliendo a rajatabla los clichés del género…  guitarras densas, atmosféricas, distorsiones y retortijones de pedales variados… Teclados colchón y reverbs. Letras de corte incendiario y tambores de guerra en las bases rítmicas. Y todo ello con un aire pop evocador, ingenuo y algo retraído. Para decir “¿Comooo?” y quedarte tan pancho.  “San Antonio”, “Don De Traci”, “Ahora Sabes”, “Uno De Noviembre”, “Cuando Nadie Pone Un Disco”… y un buen ramillete de temas que encajan sin problema con tus discos de Blacanova, The Lions Constellation, #Fo, Narcoléptica, Nadadora… incluso con tu primera maqueta de Los Planetas en cassette…  sí, sí, aquella. Larga vida al género y larga vida a los palabros en cuestión. Se agradece que hayan vuelto si es para quedarse entre nosotros. Acompañados de buena música, claro. ¿Más azúcar al café?