Galicia, que no falte. Madrid cada vez rinde más pleitesía a una cultura gastronómica arrebatadora, por producto y por quien la practica, el pueblo galego en sí. Por eso no hay que llevarse a engaño, este Morgana no es un restaurante que se acuerde de la heroína perversa de las leyendas artúricas, actualizada una y mil veces en productos comiqueros, sino que se rinde a los encantos de la bruja buena envuelta en los misterios de la mitología celta. Diosa de la tierra y de la vida, madre de todo lo creado, bendice los alimentos de esta pequeña casa de comidas del barrio madrileño de Chueca.
Restaurante Morgana: conjuro gallego en Chueca
Abierto en abril de 2017, el restaurante Morgana mezcla viajes triperos, pero su acento es cien por cien gallego. Miguel Vidal y Augusto Álvarez, ambos de allí, se reparten cocina y sala sin haber cumplido la treintena. Estudiaron en el Centro Superior de Hostelería de Galicia, se forjaron en DiverXO y en los Hilton, y no dudaron en poner a prueba su amistad fundando este restaurante que huye del apelativo fusión. Según ellos, lo suyo suena mejor como ”innovación, vanguardia o modernidad”.
Imagen superior: empanada artesana del día @restaurante Morgana
En Restaurante Morgana les luce el producto, aunque no renuncian a las elaboraciones más trabajadas para abordar recetas inspiradas en la cocina francesa, peruana, mexicana y asiática. En su carta de temporada no suelen faltar unas ricas croquetas del chef ni una obligada empanada, muy jugosa. No faltan otros básicos gallegos: la tortilla estilo Betanzos y el pulpo, apenas marcado y acompañado con queso de tetilla y puré de kimchee.
Imagen superior: croquetas del chef del restaurante Morgana
Muy apetecibles como petiscos los tomates marinados, rellenos de un tartar de aguacate sobre una cama de polvo de albahaca. Interesante el fideuá thai, con mejillones y gambas, sutilmente picante. Más de la lonja coruñesa: la merluza de pincho con crema de guisantes con jamón y menestra de verduras. Más de la granja gallega: costilla de porco celta a la barbacoa china, la carrillera de ternera estofada al vino tinto, noisette y setas encurtidas, y la abundante croca (parte de la cadera) de rubia gallega, acompañada de una duxelle de champiñones y patata gallega.
Imagen superior: tomates marinados, tartar de aguacate y polvo de albahaca @restaurante Morgana
Para “bajar” la comilona, filloas de manzana en texturas, yuzu y gelatina de orujo, O unas deliciosas torrijas con helado de mandarina. No hay grandes sorpresas en la carta líquida, una lástima pero así la cuenta no se dispara. Para ajustar más, conviene preguntar por el menú del día. Morgana es un restaurante sencillo, de pocas mesas y sin ningún diseño fastuoso. Pero Morgana invita a reconocer los manjares gallegos con el desparpajo de sus oficiantes. El conjuro está servido. Sólo se echa de menos la queimada.
Imagen superior: ceviche de corvina con su leche de tigre
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Restaurante Morgana
Augusto Figueroa, 33
Tel. 682 820 297
restaurantemorgana.es
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