Para los que vieron nacer el rap desde el vientre de sus madres y ahora son adictos a los calcetines de caña alta
Todo el mundo sabe que la moda, a partir del siglo 20, viene y va, y que determinadas corrientes históricamente importantes se repiten en ciclos de tiempo cada vez más cortos hasta generar un continuo. Así, una tendencia vuelve a reproducirse por primera vez y con plena vigencia tras haber transcurrido unos 20 o 30 años desde su nacimiento, justo el tiempo que tardan en madurar intelectual y estéticamente los fetos que vieron, desde la confortabilidad del vientre de sus madres, como se incubaba una determinada tendencia. La trendilogia se ocupa precisamente de este fenómeno global que generalmente se manifiesta asociado a corrientes musicales. Por ejemplo, el eco del hip hop de finales de los años 70 y principios de los 80 se empieza a amplificar con la llegada del sigo 21, una corriente que entra por la cabeza y sale por los pies en forma de calcetines de caña alta e inspiración deportiva. Tan altos como desees: 48, 55 o 62 centímetros. En todas las combinaciones cromáticas, y rayadas, asociadas al old school: blanco, amarillo, verde, rosa, azul… En esta ocasión los calcetines no vienen de la costa este de los EE.UU, tampoco de la oeste, ni de escandinavia… No vienen de ninguna parte, han sido concebidos íntegramente en la península ibérica (diseño español y producción portuguesa). Los puedes pillar onlinemente en la web de Sockaholic.
