T2: Trainspotting

Las segundas partes si pueden ser muy buenas

Una vez nos sentamos en la butaca del cine, comienza el viaje. Un viaje aparentemente hacia el recuerdo, pero que sólo mira hacia adelante. La música de High Contrast, nos devuelve a ese universo del que nunca quisimos haber salido. Pero esperen un momento, algo ha cambiado. Si, ha pasado el tiempo. 20 años no son nada, pero dan para muchos muchísimos cambios y esos, son los que han sufrido nuestros amados personajes, de marginal y narcotizado Edimburgo, salido de la cabeza de Irvine Welsh. Bienvenidos a T2: Trainspotting

Nos encontramos con un Renton (Ewan McGregor), totalmente desintoxicado; un Sick Boy (Jonny Lee Miller) centrado y con sus propios negocios, turbios o no; un Begbie (Robert Carlyle) que ha encontrado el destino que se merecía y un Spud (Ewen Bremner) que simplemente sigue siendo Spud. Con estos añorados y queridos escoceses de nuestro corazón, poco o nada podría salir mal en la ficción.

T2: Trainspotting

Escocia vuelve a ser el telón de fondo de la historia, creando el ambiente propicio que nos devuelve a los lugares que ya permanecen en la memoria colectiva y logrando contextualizar perfectamente este nuevo episodio en la vida de Renton & Co.

En el talento de Danny Boyle, también se notan esos 20 años, pero para muy bien. La factura de la película es impecable y consigue que con una narración, más reposada que la de la primera parte y más centrada en el ensalzamiento de lo bello y lo preciosista, nos quedemos literalmente flipados con lo que estamos viendo en pantalla.

T2: Trainspotting

Pero sin duda, si hay que escoger un aspecto a destacar en este film (y creedme, ha sido muy difícil la criba) sin duda, es la fotografía de Anthony Dod Mantle. Planos cuidados y estudiados hasta el exceso, cargados de simbología y juegos de luces terriblemente deliciosos, elevan T2 a otro nivel con respecto a su predecesora.

Y  le llega el turno a la tan temida nostalgia. Un arma de doble filo y de obligado comentario. En este segundo episodio de Trainspotting, la encontramos en las dosis necesarias, en esos momentos, en los que al igual que nuestros protagonistas, necesitamos el chute para seguir viviendo. Y llega cuando más te lo pide el cuerpo ,y de formas que encogen nuestro corazón, y juegan con el buen recuerdo de tiempos pasados. ¿Quién no siente mariposas en el estómago cuando suenan esas primeras notas de Born Slippy?

T2: Trainspotting

T2: Trainspotting, es de esas películas impecables las mires por donde las mires. Unos actores en estado de gracia, un guión perfecto, una fotografía deliciosa y una banda sonora…que decir de la banda sonora. Aunque sea muy pero que muy difícil, olviden Trainspotting y vayan al cine sin esperar ver aquella película que les cambio la vida, pero dispuesto a que esta vuelva a cambiársela. Dejad los prejuicios, las críticas desafortunadas y ábranse de nuevo a este universo que tanto nos ha dado. Muy desacertado estuvo el que dijo aquello de que segundas partes nunca fueron buenas. Con T2: Trainspotting, se equivocó pero de lleno.