THE BRIGHT

SOUNDTRACK FOR A WINTERS TALE, HOY A LA VENTA

Hace dos días estaban tocando por garitos de León, con apenas 20 personas, y en unos meses la cosa ha ido más. Entre sus recientes logros está actuar en el Palacio de los Deportes de Madrid como teloneros de Taylor Swift o el reconocimiento de los oyentes de Disco Grande (Programa de Julio Ruiz en Radio 3) como mejor demo de 2010. Después de un Ep de cuatro canciones, Myriam Gutiérrez y Aníbal Sánchez, The Bright, sacan al mercado ‘Soundtrack for a Winters Tale’ (Subterfuge), doce canciones ideales para despedir el invierno. El disco sale hoy mismo a la venta, tanto en formato físico como digital.

Pese a lo que pueda parecer no sois nuevos en esto de la música. Myriam: Yo empecé como por el año ‘99 (14 años), tenía un grupo (Olwen), hacíamos folk, también en inglés, música muy tranquilita. Nos separamos por falta de tiempo. Yo seguí cantando en solitario, pensando que ya encontraría algún día a alguien que me quiera para, de nuevo, crear un grupo. Hacía versiones de Lucinda Williams, Neil Young… Aníbal: Yo fui guitarrista y cantante de un grupo que se llamaba los Backlinners. Hacíamos ‘rock estoniano’, rock americano, versiones de Tom Petty… también canciones propias. Llegamos a sacar un disco autoeditado. También he tocado con Arsel Randez, es una especie de crooner de León, con un rollo Tom Waits, muy experimental.

Y os conocisteis en el mismo escenario, en una jam sessión. ¿Tanto da de sí el ambiente musical en León? Aníbal: Coincidimos en una jam sessión en el Café Central de León, tocando una canción de Bob Dylan. Esa noche no di una nota bien, un desastre, la canción más fácil de Bob Dylan (‘Knockin’ On Heaven’s Door’) y yo la toqué mal. La culpa la tuvo un bajo de cinco cuerdas, aunque hubiese dado igual que hubiese tenido cuatro, porque yo no había tocado un bajo en mi vida. Myriam: Cuando yo empecé veía mucho ambiente musical, había muchos grupos. Ahora hay cosas muy interesantes, pero no se puede hablar de una escena. Aníbal: En León no nos hacen mucho caso, desde luego no somos el grupo de moda. Hay grupos con mucha más repercusión ahora mismo, por ejemplo hay un grupo que hace versiones sixties, rollo mod, Los platillos volantes, arrasan. Grupos con proyección nacional en León no tienen mucho éxito. Con Cooper también pasó algo así, actúan en Madrid y llenan varios días seguidos, cosa que no pasa en León.

Primero fue un ep, que sirvió de presentación, y hoy sale a la venta vuestro álbum debut.
Aníbal: El Ep fue de cuatro canciones, no había mucho margen para apreciar la evolución de nuestro sonido, lo que eres, lo que haces… En el disco hemos tenido la posibilidad de presentarnos con más amplitud, siempre predominando el folk y el country, pero con pinceladas de sonidos más eléctricos, rock americano, un poco de psicodelia… Myriam: Cada uno aporta lo suyo en el grupo. Juan Marigorta (productor) ha tocado en uno de los mejores grupos de León (Zabriskie), hacían rock psicodélico, era de nuestras bandas favoritas.

Recuperáis instrumentos como la mandolina, el ukelele, el banjo… Aníbal: EL ukelele empieza a ser un instrumento muy utilizado en el indi, se ha puesto muy de moda, pero intentamos evitar los clichés… Nos gusta sacar instrumentos que den raíces a nuestra música. La mandolina se usa en el blue grass, el country, el folk. Tocamos también el banjo, teclados, bajos…

Las cosas han ido tan rápido que aún no habéis encontrado batería para los directos. Myriam: Firmamos con Subterfuge en octubre. En cinco meses hemos dado muchos conciertos, grabado un disco, un videoclip, premio Disco Grande… aún nos estamos organizando. Aníbal: El directo que estamos planteando en estos momentos es más íntimo. A diferencia del disco, que tiene muchos matices. En el escenario buscamos la intimidad, nos gusta mucho subir, bajar… jugar con las intensidades, con los silencios. Al ser pocas personas en el escenario nos resulta muy fácil a la hora de ponernos de acuerdo en hacer variaciones en directo.

THE BRIGHT

‘My private garden’ es la última canción que compusisteis para el disco y será el primer single. ¿De qué habla? Aníbal: Fue la última canción del disco. La escribimos en un día y la grabamos en otro. Teníamos cuatro acordes y dijimos “¡Vamos a grabar!”, sacamos la letra sobre la marcha entre los tres… ¡Y va a ser el single! Myriam: Trata sobre las cosas que sientes, sobre todo lo que te hacer sentir bien. Es una propiedad que nadie puede robarte o alterarte, es tu jardín privado y debes cultivarlo.

Juan Marigorta, además de ser el productor del disco, es también el autor del vídeoclip que acabáis de grabar. ¿Cuál fue la idea? ¿Qué tal la experiencia? Juan Marigorta: Está inspirado en un relato de Edgar Allan Poe (‘Metzengerstein’), que llevó al cine Roger Vadim. Es una historia inquietante, y fue nuestro punto de partida para el videoclip. Aníbal: Fue agotador. Lo grabamos en León, nos encanta sacar el paisaje de León. Cuando ves el videoclip te da la sensación de que está grabado en Islandia.

En el disco hacéis un guiño a uno de vuestros ídolos. Aníbal: Hemos escogido una canción de Neil Young, que nos encanta, para cerrar el disco. Pero hemos preferido una canción ‘de las menos conocidas’ (‘Cowgirl in the sand’). Y la hemos versionado desde el máximo respeto. Está muy transformada, la hemos condensado en algo muy íntimo, muy contenido. La hemos deconstruido y vuelta a construir.

¿Os gustaría tocarla algún día con su autor? Aníbal: A mí lo que me gustaría es tocar con Neil Young, uno de mis ídolos, sin público, en una habitación, él y yo solos y hablar de música. Y que me contara historias… Myriam: O con Lucinda Williams, ya no sólo porque me gusta su música, sino por la vida tan llena, tan intensa que ha vivido.

¿Cuál es la banda sonora que os acompaña últimamente? Myriam: Solistas femeninas de folk como por ejemplo Laura Marling, Kathleen Edwards, Ani DiFranco… Aníbal: Yo ahora estoy  muy enganchado comprando vinilos de guitarra española clásica, de Andrés Segovia, Francisco Yepes, Albéniz, Tárrega… La guitarra clásica me flipa, técnicamente se me escapa, para mí es una asignatura pendiente.